Ciudad Iberoamericana

  Joan Manuel Serrat:

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Mediterraneo

La mujer que yo quiero

La mujer que yo quiero no necesita
bañarse cada noche en agua bendita,
tiene muchos defectos, dice mi madre,
y demasiados huesos, dice mi padre.
Pero ella es más verdad
que el pan y la tierra,
mi amor es un amor
de antes de la guerra, para saberlo.
La mujer que yo quiero no necesita
deshojar cada noche una margarita,
la mujer que yo quiero es fruta jugosa
prendida en mi alma como si cualquier cosa.
Con ella quieren dármela mis amigos
y se amargan la vida mis enemigos,
porque sin querer tú, te envuelve su arrullo
y contra su calor se pierde el orgullo
y la verguenza.
La mujer que yo quiero es fruta jugosa
madurando felíz, dulce y vanidosa,
la mujer que yo quiero me ató a su yunta
para sembrar la tierra de punta a punta.
De un amor que nos habla con voz de sabio
y tiene de mujer la piel y los labios,
son todos suyos mis compañeros de antes
mi perro, mi Scalextric y mis amantes,
pobre Juanito.
La mujer que yo quiero me ató a su yunta
pero por favor, no se lo digas nunca.


Que va a ser de Tí

Hace más de un año ya
que en casa no está
tu pequeñ,a
Un Lunes de noche la vi salir
con su impermeable amarillo,
sus cosas en un hatillo
y cantando...."Quiero ser feliz"...
Te dejó sobre el mantel
su adiós de papel
tu pequeña.
Te decí que en el alma y la piel
se le borraron las pecas
y su mundo de muñecas
pasó...
pasó veloz y ligera
como una primavera en flor...
Qué va a ser de ti lejos de casa,
Nena, qué va a ser de ti...
Esperaste en el sillón
y luego en el balcón
a la pequeña.
Y de punta a punta de la ciudad
preguntaste a los vecinos
y saliste a los caminos,
quién sabe dónde andará...
Y hoy te preguntas por qué
un día se fué
tu pequeña,
si le diste toda tu juventud,
un buen colegio de pago,
el mejor de los bocados
y tu amor...
Amor sobre las rodillas,
caballito trotador...
Qué va a ser de ti lejos de casa,
Nena, qué va a ser de ti...


Tío Alberto

Gitano o Payo pudo ser
o un aristócrata que ayer
periv su cetro de oro y su corona,
camina sobre el bien y el mal,
con la cadencia de su vals,
mitad juicio y mitad mueca burlona.
Tío Alberto...
Tío Alberto,
cató de tdos los vinos,
anduvo por mil caminos
y atracó de puerto en puerto.
Entre la ruina y la riqueza
entre mentiras y promesas,
aún sabe sonreír.
Tío Alberto.
Da todo lo que puede dar,
su casa está de par en par,
quien quiere entrar tiene un plato en la mesa.
Pero no os cambia el cielo por
la orden de la legión de Honor
que le dió la República Francesa.
Tío Alberto...
Tío Alberto...
Aún tiembla con los motores,
las muchachas y las flores,
con Vivaldi y el Flamenco.
Tiene de un niño la ternura
y de un poeta la locura
y aún cree en el amor.
Tío Alberto.
Por ti valsea en re bemol
agradecido el tibio sol
de ese otoño que hiciste primavera.
El vaso de mi juventud,
yo lo levanto a su salud,
rey del país del ensueño y la quimera.
Tío Alberto...
Tío Alberto...
Qué suerte tienes cochino,
en el final del camino
te esperó la sombra fresca
de una piel dulce de 20 años
donde olvidar los dengaños
de diez lustros de amor.
Tío Alberto...


Aquellas pequeñas Cosas

Uno se cree
que las mató
el tiempo y la ausencia,
pero su tren
vendió boletos de ida y vuelta,
Son aquellas pequeñas cosas
que nos dejo tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.
Como un ladrón,
te acechan detrás de la puerta,
te tienen tan
a su merced
como hojas muertas,
que el viento arrastra allá o aquí...
que te sonríen tristes y
nos hacen que,
lloremos cuando
nadie nos ve.


Lucía

Vuela esta canción
para ti Lucia
la mas bella historia de amor
que tuve y tendré.
Es una carta de amor
que se lleva el viento
pintado en mi voz
a ninguna parte
a ningún buzón.
No hay nada mas bello
que lo que nunca he tenido
nada mas amado
que lo que perdí.
perdoname si
hoy busco en la arena
una luna llena
que arañaba el mar...
Si alguna vez fui un ave de paso,
lo olvide para anidar en tus brazos.
si alguna vez fui tierno y fui bueno,
fue enredado en tu cuello y tus senos.
Si alguna ve fui sabio en amores,
lo aprendí de tus labios cantores.
si alguna vez amé,
si alguna día
después de Amar, Amé,
fue por tu amor, Lucia.
Tus recuerdos son
cada día mas dulces,
el olvido solo
se llevó la mitad,
y tu sombra aun
se mete en mi cama
con la oscuridad,
entre mi almohada
y mi soledad.


Mediterraneo

Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor
por dondequiera que vaya,
y amontonado en tu arena
tengo amor, juegos y penas.
Yo, que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto enterno
que han vertido en ti cien pueblos
de Algeciras a Estambul
para que pintes de azul
sus largas noches de invierno.
A fuerza de desventuras,
tu alma es profunda y oscura.
A tus atardeceres rojos
se acostubraron mis ojos
como el recodo al camino...
Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
Tengo alma de marinero...
Qué le voy a hacer, si yo
nací en el Mediterráneo.
Y te acercas, y te vas
después de besar mi aldea.
Jugando con la marea
te vas, pensando en volver.
Eres como una mujer
perfumadita de brea
que se añora y se quiere
que se conoce y se teme.
Ay, si un día para mi mal
viene a buscarme la parca.
Empujad al mar mi barca
con un levante otoñal
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas.
Y a mi enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo...
En la ladera de un monte,
más alto que el horizonte.
Quiero tener buena vista.
Mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista...
Cerca del mar. Porque yo
nací en el Mediterráneo.


Pueblo Blanco

Colgado de un barranco
duerme mi pueblo blanco
bajo un cielo que, a fuerza
de no ver nunca el mar,
se olvidó de llorar.
Por sus callejas de polvo y piedra
por no pasar, ni pasó la guerra.
Sólo el olvido
camina lento bordeando la cañada
donde no crece una flor
ni trashuma un pastor.
El sacristán ha visto
hacerse viejo al cura,
el cura ha visto al cabo
y el cabo al sacristán.
Y mi pueblo después
vió morir a los tres...
Y me pregunto: Por qué nacerá gente
si nacer o morir es indiferente.
De la siega a la siembra,
se vive en la taberna.
Las comadres murmuran
su hitoria en el umbral
de sus casas de cal.
Y las muchachas hacen bolillos
buscando, ocultas tras los visillos,
a ese hombre joven
que noche a noche forjaron en su mente,
fuerte para ser su señor
y tierno para el amor. Ellas sueñan con El,
Y El con irse muy lejos
de su pueblo. Y los viejos
sueñan morirse en paz,
y morir por morir,
quiren morirse al sol.
La boca abierta al calor, como lagartos.
Medio ocultos tras un sombrero de esparto.
Escapad gente tierna
que esta tierra está enferma,
y no espereís mañana
lo que no se os dió ayer,
que no hay nada que hacer.
Toma tu mula, tu hembra y tu arreo,
sigue el camino del pueblo hebreo
y busca otra luna.
Tal vez mañana sonría la fortuna.
Y si te toca llorar
es mejor frente al mar.
Si yo pudiera unirme
a un vuelo de palomas
y atrevasando lomas
dejar mi pueblo atrás,
Os juro por lo que fui
que me iria de aquí...
Pero los muertos están en cautiverio
y no nos dejan salir del cementerio.


Vagabundear

Harto ya de estar harto, ya me cansé
de preguntar al mundo Por qué y por qué
La rosa de los vientos me ha de ayudar
Y desde ahora vais a verme vagabundear,
entre el cielo y el mar
vagabundear.
Como un cometa de caña y de papel,
me iré tras una nube pa serle fiel
a los montes, los ríos, el sol y el mar.
A ellos que me enseñaron el verbo amar.
soy palomo torcaz,
dejadme entrar.
No me siento extrangero en ningún lugar,
donde haya lumbre y vino tengo mi hogar.
Y para no olvidarme de lo que fuí
mi patria y mi guitarra la llevo en mí,
Una es fuerte y es fiel,
la otra un papel.
No llores porque no me voy a quedar,
me diste todo lo que tu sabes dar,
La sombra que en la tarde da una pared
y el vino que me ayuda para olvidar mi sed.
Que más puede ofrecer
una mujer...
Es hermoso partir sin decir adiós,
serena la mirada, firme la voz.
Si de veras me buscas, me encontrarás,
es muy largo el camino para mirar atrás.
Qué más dá, Qué más dá,
aquí o allá...


Barquito de Papel

Barquito de papel,
sin nombre, sin patrón
y sin bandera
navegando sin timón
donde la corriente quiera.
Aventurero audaz,
jinete de papel
cuadriculado
que mi mano sin pasado
sentó en lomos de un canal...
Cuando el canal era un Rio,
cuando el estanque era el mar
y navegar
era jugar con el viento
era una sonrisa a tiempo
fugándose feliz
de país en país
entre la escuela y mi casa,
después el tiempo pasa
y te olvidas de aquel
barquito de papel.
Barquito de papel,
en qué extraño arenal
han varado
tu sonrisa y mi pasado
vestidos de colegial.


Vencidos...

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar...
va cargado de amargura...
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar...
va cargado de amargura...
que allá quedó su ventura
en la playa de Barcino, frente al mar...
Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miro pasar...
y cuántas veces te grito: Hazme sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
Hazme un sitio en tu montura, caballero derrotado
Hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar.
Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme en la grupa contigo
y llévame a ser contigo
pastor...
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...
va cargado de amargura...
va vencido, el caballero de retorno a su lugar.

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