Ciudad Iberoamericana

  Joan Manuel Serrat:

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De Parto

Arena y limo

Bajo el asfalto se mueren
el limo y la arena
de pena.
En su vientre han sembrado hierros
y cosechan piedras.
Ni los navegan las lluvias
ni los vuela el viento
ni vieron
de día madurar las hembras
y de noche los luceros.
Podrán, limo y arena,
por ver la luna llena
rasgar el negro manto
del asfalto.
Podrán, arena y limo,
volver a ser camino.
Del monte baja silbando
viento de poniente
caliente
y un agrio perfume de pastos,
y turbio el torrente.
Y una tórtola, cegada
por un sol que muerde,
se pierde
salpicando la mañana.
preñada de verde.
Podrán, aroma y canto,
correr bajo el asfalto.
Podrán Jugar a amarse
y acunarse...
Podrán, arena y limo,
volver a ser camino.


Soneto a Mamá

No es que no vuelva porque me he olvidado
de tu olor a tomillo y a cocina,
De lejos, dicen que se ve más claro,
que no es igual quien anda y quien camina.
Y supe que el amor tiene ojos verdes,
que cuatro palos tiene la baraja,
que nunca vueve aquello que se pierde
y la marea sube y luego baja.
Supe que lo sencillo no es lo necio,
que no hay que confundir valor y precio
y un manjar puede ser cualquier bocado
Si el horizonte es luz y el rumbo un beso,
no es que no vuelva porque te he olvidado....
es que perdí el camino de regreso,
Mamá....


Para Vivir

Te dejan sus herencias
te marcan un sendero
y te dicen lo que es malo
y lo que es bueno, pero...
Ni los vientos son cuatro
ni siete los colores
y los zarzales crecen
junto con las flores
y el Sol solo es el sol si brilla sin ti.
La lluvia solo lluvia si te moja al caer.
Cada niño es el tuyo,
cada hembra es tu mujer.
Vivir para vivir.
Solo vale la pena vivir para vivir.
Y hacer tuyo el camino,
que tuyas son las botas.
Que una sonrisa pueda
dar a luz tu boca.
Abrázate a los vientos
y cabalga los montes.
que no acabe el paisaje
con el horizonte.
Que el Sol solo es el Sol si brilla en ti.
La lluvia solo la lluvia si te moja al caer.
Cada niño es tuyo.
Cada hembra tu mujer.


De Parto

Se le hinchan los pies,
El cuarto mes
le pesa en el vientre
a esa muchacha en flor
por la que anduvo el amor
regalando simiente.
Si la viese usted
mirándose
feliz al espejo...
Palpándose el perfil
y trenzando mil
nombres en dos sexos.
A su manera
floreció esta primavera
para dar gracias al sol
y perfumar la vereda.
A su piel de satén
le sienta bien
salir de paseo.
Salpicar niñez
en la dejadez
de su balanceo.
Si la viese usted
frente al café
jugando rayuela
al atardecer,
es que, a las cinco, su ayer
vuelve de la escuela.
Y a su manera
volvió al caballo y al carro,
al muñeco de cartón
y a los pucheros de barro.
Si la viese usted
cantándose
canciones de cuna
como un cascabel
que acunase un clavel
en un rayo de luna.
Corre, lagarto...
Pon otra cama en el cuarto.
A empapelarlo de azul
y en agosto de parto.


Campesina

A golpes, el badajo
llamo al amanecer
y a ti, camino abajo,
camino del taller
te busca una sirena.
Ten cuidado, mujer.
Campesina.
Diecisiete años.
Campesina.
Soldador u estaño.
Campesina.
Campesina.
Campesina.
Soldar hilo con hilo
y no saber por qué
va el siete en el cinco
y el cuatro con el tres.
De sirena a sirena
están mintiéndote.
Campesina.
Si el viento y los robles,
Campesina,
se saben tu nombre,
Campesina.
Campesina.
Campesina.
Es septiembre, y las uvas
están por madurar.
Aires de fiesta cantan
las prensas y el lagar.
No escuches la sirena
y ve a vendimiar.
Campesina.
carita empolvada.
Campesina.
De recién casada.
Campesina.
Campesina.
Campesina.
Tiene añoranza el río
de tu cara y de tu sed,
la harina de tus manos
y el mosto de tu pie.
No escuches la sirena
y vuélvete.
Campesina.
Despierta del asombro.
Campesina.
cantarillo al hombro.
Campesina.
Campesina.
Campesina.


Hermano Que te vas a California

121 de PAN AM.
Llévale a esa muchacha que te espera
olor de arpillera,
aceitunas, azahar,
algarrobos y chumberas,
y mi navaja tripera
que de vez en cuando,
solo de vez en cuando,
dio un guiño de Sol.
Y ahora vuela
a diez mil metros sobre el mar
Pensando en ella...
Queriendo llegar,
Ahora vuela, vuela...
Hermano que te vas a California
121 de PAN AM.
Llévale a esa muchacha que te espera
también la quimera,
la esperanza y el ayer
que colgaste en la ventana
que será suya mañana.
Y de vez en cuando,
solo de vez en cuando,
recuérdanos.


Canción Infantil para despertar una paloma morena de tres primaveras

...Y bueno, pues,
un día más
que se va colando
de contrabando.
Y bueno, pues,
adiós a ayer
y cada uno
a lo que hay que hacer.
Tú enciendes el Sol.
Tú tiñes el mar,
y Tú descorres el velo
que oscurece el cielo,
y Tú vé a blanquear
la espuma y la nube
la nieve y la lana,
y Tú conmigo a cantar la mañana.
Tú a dibujar
el trigo y la flor.
Tú haces de viento,
dales movimiento
y Tú les das color.
Tú amasa los montes,
Tú al pozo a baldear
y Tú conmigo e el gallo a cantar...
Que hay que empezar
un día más.
Tire pa'lante
que empujan atrás.
Y póngase el calcetín paloma mía
y véngase a cocinar el nuevo día.
Todo esta listo, el agua, el sol y el barro,
pero si falta usted no habrá milagro.
Si le falta usted
a un mundo enfermo y con canas
quién va a hacerle la cama
y quién le peinar la frente
y quién le lavar la cara
si falta su risa
para echarlo a andar.
Venga conmigo y el gallo a cantar.
Que hay que empezar
un día más.
Tire pa'lante
que empujan atrás.
Y póngase el calcetín paloma mía
y véngase a cocinar el nuevo día.
Todo esta listo, el agua, el sol y el barro,
pero si falta usted no habrá milagro.


Decir Amigo

Decir amigo
es decir juegos,
escuela, calle y niñez.
Gorriones presos
de un mismo viento
tras un olor de mujer.
Decir amigo
es decir vino
guitarra, trago y canción
furcias y broncas.
Y en los Tres Pinos
una novia pa' los dos.
Decir amigo
me trae del barrio
luz de domingo
y deja en los labios
gusto a mistela
y a natillas con canela.
Decir amigo
es decir aula,
laboratorio y bedel.
Billar y cine.
Siesta en Las Ramblas
y alemanas al clavel.
Decir amigo
es decir tienda,
botas, charnaque y fusil.
Y los domingos,
a pelear hembras
entre Salou y Cambrils.
Decir amigo
no se hace extraño
cuando se tiene
sed de veinte años
y pocas "pelas".
Y el alma sin mediasuelas.
Decir amigo
es decir lejos
y antes fue decir adiós.
Y ayer y siempre
lo tuyo nuestro
y lo mío de los dos.
Decir amigo
se me figura que
decir amigo
es decir ternura.
Dios y mi canto
saben a quien nombro tanto.


Romance del Curro (El Palmo)

La vida y la muerte
bordada en la boca,
tenía Merceditas
la del guardarropa.
la del guardarropa
del tablao del Lacio,
un gitano falso
ex-bufón de palacio.
Alcahuete noble que al oir los tiros
recogió sus capas
y se pegó el piro.
Se acabo el jaleo
y el racionamiento
le llenó el bolsillo
y montó ese invento
en donde El palmo
lloró cantando...
Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor,
que me desvela la verdad...
entre tu y yo la soledad
y un manojillo de escarcha.
Mil veces le pide...
y mil veces que -nones-
de compartir sueños,
cama y macarrones.
Le dice burlona...
...-Carita gitana,
como hacer buen vino
de una cepa enana-
Y el curro se muerde
los labios y calla,
pues no hizo la mili
por no dar la talla.
Y el que calla, otorga,
como dice el dicho,
y Curro se muere
por ese mal bicho,
¡Ay! Quien fuese abrigo
para andar contigo.
Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,...(bis)
Buscando el olvido
se dio a la bebida,
al mus, las quinielas..
Y en horas perdidas
se leyó enterito
a Don Marcial Lafuente
por no ir tras su paso
como un penitente.
Y una noche mientras
palmeaba farrucas
se escapó mercedes
con un -curapupas-
de clínica propia
y Rolls de contrabando
y entre palma y palma
Curro fue palmando
Entre cantares
por soleares.
Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor...(bis)
Quizá fue la pena
o falta de hierro...
El caso es que un día
nos toco ir de entierro.
Pésames y flores
y dos lagrimitas
que soltó la patro
al cerrar la cajita.
A mano derecha según se va al cielo
veréis un tablao
que montó Frascuelo
en donde por las noches
a las buenas almas
el currito El palmo
sigue dando palmas.
Y canta sus males
por Celestiales:
Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor,
que me desvela la verdad...
entre tu y yo la soledad
y un manojillo de escarcha.

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