ORGANIZACION RESCATE HUMBOLDT
COORDINACION DE INFORMACION Y RELACIONES PUBLICASPRECURSORES DE LA AVIACION CIVIL VENEZOLANA Coordinador: Cap. (AC) Cesar Jara Soteldo.
La Coordinación de Información y Relaciones Publicas de la ORH, desea presentar un resumen de los Precursores de la Aviación Civil, mediante este pequeño trabajo de narración histórica, tomado de algunos medios de comunicación social, que consideramos importante que no se olvide.
Los Caballeros de la Aviación Venezolana
Revista Elite, 1962, Artículo de L.R.
EL PRIMER AVIADOR VENEZOLANO
ARTURO IRIBARREN ARRIVILLAGA Arturo Iribarren Arrivillaga, posa al centro de la foto, conocido cariñosamente por sus amigos como "El Sapo" y esto lo enfurecia tanto que salia peliando con ellos.
Aunque usted no lo crea, el primer venezolano que voló, construyó su propio avión. Cuando en el presente año los caraqueños nos conmovimos ante la hazaña de los astronautas Gagarín y Shepard, no tuvimos un recuerdo para aquel audaz venezolano que en el año de 1920 surcó por primera vez nuestro cielo conduciendo un aparato de su propia fabricación, en metal, madera y lona.
Arturo Iribarren Arrivillaga, biznieto del General Juan Guillermo Iribarren, fue el primer aviador venezolano egresado de la Primera Promoción de Aviación Militar e Ingeniería Astronáutica en la Academia de la época: Eagle Aviation School, en el año de 1918.
Dos años después conmovía también a los pacíficos habitantes de la ciudad de los crepúsculos: Barquisimeto, en un avión biplano ensamblado en su propio taller.
LA AUDACIA DE "EL SAPO" Arturo, descendiente de una de las más distinguidas familias barquisimetanas, era un hombre rechoncho, a quien por su contextura sus amigos apodaban "El Sapo". Cada vez que era requerido por aquel sobrenombre el ánimo de Arturo se rebelaba, aunque no la hacía comprender. Pero, en el interior de la amplia casona, cada día que se sucedía traía para aquel pequeño ser una idea de superación. Amaba la velocidad. Todo lo que asomaba progreso, le atraía grandemente.
Fue quizás por cumplir un deseo elevación, que Arturo Iribarren Arrivillaga se dedicó al estudio de lo que para la época era una innovación. El automóvil, la motocicleta y el avión los utilizaba con el mismo instinto de ser y hacer algo preeminente. Algo que despertara curiosidad y aventajara a sus semejantes.
Por su rebeldía en no obtener licencia fue preso por el gobierno de Gómez, a quien le disgustaba ese hombre volando en "ese bicho" por el cielo larense.
En varias oportunidades fue requerido por Compañías Aéreas para ocupar cargos de importancia en el mantenimiento de aviones, pero por disgusto con el fuselaje de un aparato renunciaba.
Hasta su muerte ocurrida hace cuatro años fue miembro distinguido del Aeroclub de su ciudad natal. Todos los jóvenes barquisimetanos que deseaban iniciarse en la aeronáutica debían consultar primeramente con Arturo Iribarren Arrivillaga, de lo contrario, no poseían la confianza necesaria para adentrarse en la carrera.
Sus familiares hoy en Caracas, Lino Iribarren Celis, actual director del Museo Bolivariano y distinguido historiador, Jorgelina Iribarren de Parodí y sus hijos, Jorgelina, Renée, Eddy, Myrtha y Haydée Parodí Iribarren, nos corroboraron la admiración que por esta interesante figura prestaba el pueblo barquisimetano, a pesar de su fuerte y despótico carácter.
Hoy en la calle Lara, N°88, de Barquisimeto, Estado Lara, una cantidad de textos de aviación, hélices, fuselajes, estructuras y planos, esperan el reconocimiento nacional.
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