TERREMOTO DE SAN BLAS

1610, FEBRERO 3, 3:00 P.M..- EN EL ESTADO TACHIRA OCURRIO UNO DE LOS MAYORES SISMOS QUE SE TENGA NOTICIA DESPUES DE LA LLEGADA A LOS ESPAÑOLES A ESTAS TIERRAS ANDINAS, LOS DESTROZOS OCASIONADOS EN LA POBLACION DE "LA GRITA" (TACHIRA) Y EN EL VALLE DE BAILADORES (MERIDA) FUERON DESCRITOS DOS AÑOS DESPUES DE LA CATASTROFE POR FRAY "PEDRO SIMON", ASI LO NARRA EN SUS ESCRITOS Y DICE TEXTUALMENTE ASI:

"......á tres de febrero, día de San Blas, y como á las tres de la tarde, que casi ninguna persona pudo dar paso adelante ni atrás del lugar donde se halló, cuando empezó con tanta fuerza á moverse la tierra en todas partes, que hacía oleajes como las aguas del mar están inquietas, y haciendo vaivenes á una parte y otra, quedaron las casas, convento de nuestra orden y iglesia de la ciudad todas asoladas, sin que quedara en pie más que solas diez que había de tapia, en que se libró las más de la gente, en especial mujeres, por haberlo ordenado así Dios, que en la una estaban visitando algunas á mujer de las honradas, recién parida, y en la otra á la madre del cura, recién venida de la ciudad de Mérida, y como el pueblo era pequeño, casi todas las mujeres estaban repartidas en estas ocupaciones en estas dos casa; todas las demás, que sin quedar ninguna, como dijimos, vinieron al suelo, enterraban lo que hallaban dentro con su caída, de manera que si no fue lo que las personas que quedaron vivas tenían en su cuerpo, no reservaron sin peligros otra cosa".

"Un Benito Rosal, que á la sazón era alcalde y estaba en la cama enfermo y aquel día purgado, oyendo el ruido y grita del pueblo, levantándose de la cama como pudo, cogió en los brazos á dos niñas de hasta ocho años, hija y sobrina suyas, pretendiendo salir con ellas fuera de la casa, aunque no les fue posible, porque les cayó toda á cuestas antes de poder hacerlo y los dejó enterrados á todos tres y á una negrilla más pequeña que las dos, que se le entró entre las dos piernas al Rosal, á quien yendo á socorrer los demás vecinos por haberse acordado de él luego paso la fuerza del terremoto, habiendo cavado con barras y azadones para solo desenterrarlo, por entender todos estaba muertos, lo hallaron á él y á la negrilla, y á las otras dos niñas hechas pedazos en sus brazos. Llegaron a desenvolver las ruinas de las dos iglesias, las de la ciudad y nuestro convento, y hallando hecho pedazos los sagrarios, las cajas donde estaba el Santísimo estaban sanas y sin haberles caído encima ni un pequeño polvo,...."

"Pusieron el Santísimo Sacramento fuera de las ruinas, en el campo, debajo de unos toldos que se hicieron de sábanas, donde estuvo algunos días, hasta que hicieron una pequeña capilla acomodaba, donde lo pusieron. Allí iban todos á pedir misericordia y llorar sus pecados, trabajos y miserias, que no eran pocas, pues demás de las personas que habían quedando muertas en las ruinas, y haciendas que se habían perdido, no les había quedado en la ciudad que comer, porque los molinos se hundieron, los ríos y quebradas se secaron casi del todo por toda la jurisdicción, embebiéndose el agua en las aberturas de la tierra que se hicieron con el temblores sus madres, aunque solo duró aquel día, porque al siguiente crecieron tanto, con agua tan turbia como si les hubieran sobrevenidas grandes avenidas de aguaceros; la gente andaba despavorida, amarilla y medio pasmada, sin saber lo que les había sucedido; los niños y muchachos dando mil gritos, sin poderlos callar; bramaban los toros y vacas, que se venían acercando al pueblo; los perros tristísimos aullidos, y todo al fin parecía un espectáculo del amargo día del juicio".

"En este mismo y á la misma hora se acrecentó otra cosa de la más notables que hemos oído hayan sucedido en el mundo, y fue que en el valle de Bailadores, que corre, como dijimos, norte sur, á mitad de él, á seis leguas de la ciudad, de la cordillera que demora á la mano izquierda, voló la mitad de un valentísimo cerro. Como si fuera de pluma, y casi á la mano derecha quedó plantado en la mitad del valle, haciendo con el golpe que dio en la cordillera contraria una notable abertura, como también lo era a que quedo en el asiento de donde se levantó el cerro, por donde comenzó luego á salir un buen golpe de agua, que permaneció en sus corrientes algunos días.con que se acrecentó el rebalso que hizo el río del valle con el asiento del cerro, quedandorebalsada y haciendo una tan valiente y fondable laguna, que podían nadar en ella gruesos navíos, pues estuvo rebalsando sin que saliera gota de la mucha que entraba (por ser el río de más de dos bueyes de agua) desde ese día hasta el día de San Juan del mismo año, que rompiendo por un lado salió tan impetuosamente, que con dispendio de mucho ganado mayor que andaba seguro á la parte de abajo, y de algunos sembrado de maíz y tabaco, se extendió por todo el valle que junta esta pérdida con la que sucedió de otras más de quinientas cabezas del mismo ganado, que cogió el cerro debajo cuando se asentó en el valle, no fue pequeña, aunque muy mayor la de haber cogido debajo tres muchachos españoles de hasta diez o doce años, y un indio gandul que estaba con ellos a la sazón á la mitad del sitio donde quedó plantado, que con estos y otros dos hijos y un sobrino de Francisco de Escalante, que quedaron enterrados entre las ruinas de una casa, que también cayó en el mismo valle, y los muchos que murieron, españoles y indios, hombres y mujeres, en la ciudad y otras partes, pasaron de sesenta personas, que por las pocas que tiene aquella tierra fue muy gran cantidad".

"A un lado del mismo valle,en un ancón que llaman de Suárez, se hacía un salebroso pantano, que era el lamedero de todo el ganado del valle, á cuyos lados tenía dos frondosos y valientes árboles, los cuales con todo el pantano volaron más de media legua con la fuerza del terremoto, y quedando plantados donde cayeron antes estaban; á los dos años de este suceso, que fue de seiscientos y doce, por el mes de septiembre, pasé por estas tierras, y el siguiente, casí al mismo tiempo, pasé por ellas, y á la ida y vuelta pude con atención considerar estos sucesos, aunque no con la advertencia que ahora lo hiciera, por no tener entonces intentos de escribir esta historia; pero no pasé tan del todo á ciegas que no adviertiese por curiosidad algunas cosas, y entre ellas fue el parecerme que la causa de haber volado aquel cerro, supuesto que tras él salió de la caverna mucho agua, había sido que ésta traída por alguna caverna o conducto que debe de venir corriendo la coordillera abajo, han recogido algún gran viento y que este no pudiendo volver atrás con el impedimento del agua rompió por su gran fuerza por lo más flaco, que fue aquel cerro. Parecióme caminaríamos por encima de él, por ser el camino real la ciudad de Mérida casi media legua, y á los lados de donde se sentó vi estaban rehuídos del lugar donde se asentó el cerro, unos pequeños cerrillos, con sus matas y árboles, pues parecían haberse retirado para dar lugar al asiento del que voló, que como había caído tan alto, estaban todo el esponjoso, la tierra muelle y llena de aberturas; vi la que hizo en el contrario cerro, con el golpe que le dio, que era harto crecida, si bien ya estaba algo derrumbado de una parte y otra. Otros pedazos del mismo camino y cuestas vi estaban de la misma suerte de tierra muelle y abierta que el cerro volando, por cuyas aberturas salía mucho viento, como también me dice sale hoy por la que dejó asiento de donde voló".
(172.T 2-3 pp 257 a 260)

Lo narrado por Fray Pedro Simón en sus escritos nos da la magnitud del evento sísmico ocurrido en esa época, aún cuando el no fuera un testigo presencial del acontecimiento en si, pudo recopilar la información de los lugareños de la zona y observar los grandes destrozos que se originaron por el terremoto, mas cabe resaltar que aún siendo exageración lo narrado nos da una idea de cuan devastador puede ser un terremoto en esta área andina, máxime cuando toda estas zonas en la actualidad se encuentra con una alta densidad por kilometro cuadrado y esto significaría una gran cantidad de víctimas que de una manera u otra habría que socorrer.


¿Pero como?

Si todo queda colapsado, por lo que los Cursos Básicos de Primeros Auxilios son indispensables, aprender desde niño para luego enseñar a que todos tengan conocimiento que deban hacer en caso de terremoto.

Es muy importante que la ciudadanía tenga el conocimiento básico, ya que nunca se sabe cuando se puede poner en práctica dichas enseñanzas y salvar una vida, y acaso las más preciadas, sus familiares y amigos.

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