Transcribimos parte de un excelente trabajo periodistico publicado por el Diario "El Universal", el día Lunes 15FEB99, presentado por la periodista Nefertiti Blanco, donde se recopila una serie de datos históricos y estudios científicos que alertan sobre la posibilidad de que un fuerte sismo ocurra en el oriente del país y lo titula:
A PESAR DEL RIESGO, no se han desarrollado planes para proteger o informar a la población que habita en estas dos entidades
Por: Nefertiti Blanco
Corresponsal/El Universal/15FEB99
Barcelona.- La sismicidad en los estados del oriente del país, específicamente en Sucre y Anzoátegui, ha ido aumentando a medida que pasan los años, según los reportes manejados por el Instituto de Sismología de la Universidad de Oriente.
Sólo en la población de Cariaco, luego del terremoto del 9 de julio de 1997, han ocurrido más de 10.000 sismos. Para el año 1998, la mayor actividad sísmica de la región se ubicó en junio, cuando se registraron 252 movimientos de magnitud considerable.
La situación ha generado una alta expectativa entre los estudiosos de la materia en torno a un movimiento sísmico severo, por los registros y las ocurrencias históricas. Aunque es muy difícil predecir los fenómenos naturales, se especula que éste terremoto que se registraría en la zona oriental podría ser superior al terremoto experimentado en el Estado Sucre.
El geólogo José Francisco Ortega, en una investigación realizada sobre el estudio de macrozonificación y microzonificación geológica, geotécnica, sísmica y ambiental de la región, alerta y dice: 'la potencialidad sísmica de la región comprendida entre las ciudades de Cumaná, Puerto la Cruz, Guanta, Lecherías, Barcelona, Píritu, Puerto Píritu y Margarita, hasta llegar a Cabo Codera es considerada hasta ahora por algunos sismólogos como de muy alto riesgo y vulnerabilidad sísmica. Se cree que en estas regiones asentadas a los largo y ancho de estos sistemas de fallas activas se encuentra lo que se denomina silencio o stress sísmico, lo cual se traduce en una alta probabilidad de que ocurra un sismo superior a los 7 puntos en la escala de Richter en cualquier momento'. Según Ortega, los estudios más recientes de microsismicidad muestran una liberación continua de energía en el sistema de fallas que atraviesan el área, en donde se han detectado hasta 30 sismos diarios, cuyas intensidades van desde 1.0 a 5.5 en la escala de Richter.
¿Qué se hace?
Jaime Avendaño, director del Instituto de Sismología ubicado en Cumaná, indica que: "Antes de alarmar tiene que educarse a quienes viven en las áreas donde se generan estos movimientos".
En marzo del año pasado hubo una actividad preocupante en isla Chimana, cerca de Puerto La Cruz, y en 1997 en el sureste de La Tortuga, al norte de Anzoátegui.
La falla de El Pilar, la que origina mayor movimiento en el oriente, forma parte del borde sur de la placa del Caribe y la placa suramericana. También hay fallas secundarias que aportan sismicidad. Tenemos una zona asociada con Colombia (placa de Cocos y Nazca). Hasta el pasado tres de diciembre analizamos 3.918 sismos de alta magnitud en Oriente, acotó Avendaño.
Por otro lado, el Centro de Investigaciones Tecnológicas de Oriente (Cito) realizó junto a un grupo investigadores un análisis de la situación. Y, Eliécer Sanzonetti, geólogo, corrobora que el potencial sismogenético de la falla (capacidad de liberar energía) puede generar un movimiento superior al de 1997.
Sanzonetti afirma, ante la probabilidad de un sismo, que éste podría ser de 8 puntos. Es decir, dos más que el de Caracas, cuya liberación de energía fue de por lo menos 20 bombas atómicas. "Según los datos podemos calcular que cada 200 años se puede estar generando un gran sismo. Basado en esto podemos estar esperando un evento de esa magnitud", puntualizó.
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