PORQUE SE PRODUCEN LOS TERREMOTOS EN LA TIERRA |
A pesar que los terremotos a la escala humana nos
parecen fenómenos bruscos, agresivos y en ocasiones de gran envergadura con un
marcado carácter de incertidumbre, éstos a la escala de los fenómenos que tienen
lugar en el planeta, corresponden a suaves y lentos procesos que responden a
una dinámica interna la que por siglos ha atraído la curiosidad de los hombres.
Es quizás debido a lo inesperado de su ocurrencia, o tal vez a su inusual
potencia destructiva a la cual no estamos cotidianamente enfrentados a
experimentar, que los terremotos corresponden a uno de los fenómenos naturales
que más impacta al ser humano, tanto en su dimensión social como en lo
personal.
Comúnmente se suele asociar el término terremoto
a "sacudidas de la superficie de la Tierra" o "vibraciones debido al paso
de ondas elásticas causadas por bruscos movimientos en el interior de la
tierra" (definición que se encuentra en los diccionarios). Sin embargo, la
ciencia usa el concepto terremoto aplicándolo al fenómeno que tiene lugar en la
fuente misma o desde donde se produce la radiación de energía.
Los terremotos pueden ser de diferentes tipos:
hay aquellos que pueden ser acompañados de erupciones volcánicas como resultado
de rápidos movimientos de magma, colapso de cavidades magmáticas o fisuramiento de las mismas durante el ascenso del magma por
un dique o de la chimenea de un volcán; también aquellos que se producen por
grandes deslizamientos de tierra; también los hay por reventones de roca
durante laboreo minero, pero lejos los más importantes, tanto en términos de
tamaño (magnitud) como en número, son los terremotos tectónicos. Estos últimos
son causados por un rápido deslizamiento que tiene lugar en las fallas
geológicas o bien por un deslizamiento repentino en las zonas de contacto entre
dos Placas tectónicas.
Debido a su proceso de enfriamiento, las capas
más externas de la Tierra son quebradizas o de
comportamiento frágil y frente a las fuerzas tectónicas responden mediante
fracturamiento. Las fallas son fracturas en cizalla (corte) en las cuales el
deslizamiento ocurre en una dirección paralela a la superficie de la fractura.
Este deslizamiento es resistido por la fricción debido a que las paredes de la
falla se encuentran pegadas, soldadas una contra la otra, como resultado del
esfuerzo compresivo que existe al interior de la Tierra a profundidades mayores que 1 a 2 Km. La
capa quebradiza es de unos 10-50 Km. de espesor, y la deformación que ésta
sufre como respuesta al campo de esfuerzos tectónicos, es manifestado
principalmente mediante deslizamiento localizado en la fallas. Este
deslizamiento ocurre casi enteramente mediante movimientos rápidos y abruptos,
de carácter irregular, constituyendo así en esencia el fenómeno terremoto. La
causa subyacente que permite explicar este comportamiento reposa en las
propiedades de la fricción de muchos tipos de rocas. Estas, bajo las
condiciones de presión y temperatura que la Tierra presenta en profundidad, son tales que la
fricción presenta un comportamiento inestable conocido como stick-slip.
Este se caracteriza por largos períodos en los cuales las superficies rugosas
se mantienen solidarias por fricción, pero cuando el deslizamiento comienza, se
produce una inestabilidad dinámica acompañada por un rápido y gran
deslizamiento la que inicia todo el proceso del terremoto. Esta inestabilidad
llega a producirse porque la fricción dinámica, la responsable en resistir el
movimiento una vez que el deslizamiento ha comenzado, es menor que la fricción
estática.
Una vez que la inestabilidad se ha manifestado,
en un determinado dominio del plano de falla (nucleación
del terremoto), ésta dinámicamente se propaga sobre la superficie de la falla a
una velocidad de ruptura cercana a la velocidad de las ondas de cizalla (ondas
S) del medio, del orden de los 3.2 km/s, y se detiene
sólo donde el frente de ruptura no puede dinámicamente superar la fricción
estática. Al interior de este dominio que va creándose detrás del frente de
ruptura y en el frente de ruptura mismo, es donde se materializa el
deslizamiento sísmico (el proceso terremoto). La velocidad de deslizamiento
entre dos puntos ubicados respectivamente a ambos lados del plano de falla es
típicamente del orden de 1 m/s y puede alcanzar valores aún mayores en el
frente mismo de la ruptura. Es en el frente de ruptura desde donde se genera
principalmente la radiación de ondas elásticas de altas frecuencias, las
responsables en general del alto grado de agresividad que pueden alcanzar los
movimientos sentidos en la superficie de la Tierra.
Mirando a una escala global, los terremotos son
el principal agente del tectonismo, el proceso
mediante el cual se hace el paisaje de la superficie terrestre. Esto queda
claramente evidenciado cuando observamos un mapa de distribución de la sismicidad global. Allí claramente podemos identificar las
regiones y las estructuras tectónicamente más activas de la tierra. Las más
destacadas corresponden a los límites entre las Placas, lugar donde se concentra la mayor parte
de la deformación de la superficie terrestre. Estos límites se clasifican en:
Límites divergentes, a lo largo de los cuales las placas se separan.
Estos incluyen los grandes sistemas montañosos existentes en medio de los
océanos en profundidades, evidenciado por una estrecha banda de epicentros de
los sismos. Hay también sistemas de abertura (divergentes) continentales y uno
de los más notables es el que se encuentra en el Este de África. Los terremotos
que se producen en estas zonas no son los de mayor magnitud en el mundo, ya que
el espesor de la capa quebradiza en esas regiones es más bien delgada y caliente. La principal actividad en estas regiones
consiste en el proceso de creación de nuevo fondo oceánico controlada por una
actividad volcánica submarina.
La segunda clase de límite de Placas corresponde a los de tipo transcurrentes, donde el exponente más conocido es el
sistema de fallas de San Andreas en California, USA.
Allí, dos Placas adjuntas se mueven
una con respecto a la otra en una dirección paralela al límite de contacto.
Un tercer tipo son los límites de Placas convergentes, los que a su vez se dividen
en dos sub-clases :
Cuando la convergencia es entre una Placa
oceánica respecto a ya sea una Placa continental (caso en Chile donde la Placa
oceánica de Nazca "subducta" bajo la Placa
continental Sudamericana) u otra oceánica (caso en Marianas donde la Placa
oceánica Pacífico "subducta" bajo la Placa
oceánica de Filipinas). La subducción de una Placa corresponde a una
penetración de la misma en el manto terrestre. La zona de contacto entre dos Placas convergentes focaliza
la mayor parte de la deformación involucrada y la presencia de una fosa
oceánica caracteriza el proceso. Detrás de estas fosas se encuentran los arcos
de islas, formados por procesos volcánicos como resultado de un fenómeno de
deshidratación progresivo y fundición parcial de la corteza oceánica arrastrada
por la Placa oceánica en el proceso de penetración en el manto.
La otra clase corresponde a una convergencia
entre dos Placas continentales en el
cual no hay subducción. En este caso tenemos una enorme zona de colisión dando
origen a fenómenos orogénicos como es el caso del Himalaya.
Cómo se "mide" un terremoto?
Hay dos formas de medirlos: según su intensidad o
dependiendo de su magnitud.
La primera se realiza utilizando la Escala de Mercalli, la cual mide cómo se sintió el temblor en cada
localidad afectada por el sismo. Es decir, se mide el movimiento del suelo (la
superficie) en el punto donde se produce exactamente el terremoto; éste se
llama epicentro. Desde aquí se liberan la ondas que
más tarde pueden causar verdaderos desastres.
Este método es algo subjetivo, ya que,
finalmente, se basa en la percepción de un observador entrenado especialmente
para establecer los efectos y daños del movimiento, como grietas, derrumbes o
caídas de objetos.
La Escala de Mercalli
va desde el grado 1 al 12 y ya casi está en desuso.
Más precisa es la Escala de Richter,
que mide la magnitud, tomando en cuenta la energía liberada en el foco o
hipocentro, una zona del interior de la Tierra - ubicada debajo del epicentro -
donde comienza la fractura o ruptura de rocas, y que también se propaga
mediante ondas sísmicas, es decir, es una zona de la profundidad de la Tierra
desde donde se libera la energía.
Es una escala abierta hacia arriba o hacia abajo
en lo que respecta a los grados, aunque lo común es que se manejen 10 grados.
Actualmente se utiliza en Japón, América y China.
Por si te interesaste, el estudio de los terremotos se llama "sismología", y las
personas encargadas de este estudio son los "sismólogos".
Dicen que en Chile a cada Presidente de la
República le toca un terremoto. El 95 tuvimos el último importante (en
Antofagasta); antes fueron "famosos" los del 85, el 75, el 66; el
inolvidable del 60, ese que arrasó con Valdivia y provocó un feroz maremoto; y
el de 1939 que terminó con la historia antigua de Concepción y Chillán, con 30
mil muertos, siendo la mayor tragedia en vidas humanas ocurrida en el país por
terremotos.
Pero la historia viene de mucho más atrás y hay
registros del primero, que aterrorizó a los españoles recién llegados (los
araucanos ya los habían sufrido por generaciones): fue un miércoles de cenizas,
el 8 de Febrero de 1570, también en Valdivia.
Hace menos de un mes, nuestro país sufrió varios
movimientos telúricos muy seguidos, en diferentes regiones. En la Sexta hubo
una compra compulsiva de agua mineral, mientras que en la prensa se podían leer
instrucciones de cómo reaccionar en caso de temblores y terremotos.
Lo anterior se vio acrecentado producto de un
mail que circuló - con supuesto origen en un profesional de Codelco
- donde se advertía de un terremoto con epiicentro en Pichilemu.
La ONEMI tuvo que calmar a la población, explicando que no existe forma alguna
de saber dónde y cuándo va a ocurrir un sismo.
Es que en otras zonas del planeta, el ambiente
está "movido". Un fuerte sismo sacudió a la zona centro oeste de
Japón, el sábado 23 de Octubre. 30 muertos y 2.500 heridos fue el saldo de este
movimiento, de 6,8 en la escala de Richter. De un
poco menos intensidad, 5,7 en la escala de Richter,
fue el temblor que el martes 26 de Octubre se sintió en la zona montañosa del Tibet, cuyo epicentro estuvo junto a las fronteras de la
India y Nepal.
Algunos datos
importantes - El Servicio
Sismológico de la Universidad de Chile registra entre 300 y 500 sismos
mensuales a lo largo del país. La gran mayoría no son perceptibles por la
población. - La máxima medida
tomada ha sido de 9,5 grados, los que se registraron en el terremoto de Valdivia
(1960), justamente en nuestro país. Este terremoto rompió la tierra desde
Concepción hasta Aysén. - En el terremoto de
1960 se liberó la mayor cantidad de energía medida en un terremoto en el
mundo, con una ruptura de falla de 1000 km y
desplazamiento 20 metros. Las réplicas continuaron por un año. - Normalmente las
regiones Octava y Novena tienen sismicidades más
bajas que la zona norte. Sin embargo, los récords
en cuanto a grandes magnitudes están en la zona sur. - En la actualidad
existen 80 estaciones que monitorean la frecuencia con que se producen estos
eventos, aunque todavía existen zonas que carecen de estos instrumentos. - Hay zonas que se
denominan "huecos o brechas sísmicas", es decir, lugares donde
históricamente se han registrado grandes terremotos, pero que los últimos 50
o 60 años no se han vuelto a repetir. - En el mundo se
produce un millón de movimientos sísmicos anuales, de los cuales sólo seis
mil son advertidos por el ser humano. |
Pero los temblores son mucho más frecuentes de lo
que creemos. Los más suaves se producen ¡cada 30 segundos! y son totalmente
imperceptibles por nuestros sentidos. Los de mayor intensidad se suceden cada
pocos meses.
Pero existen movimientos aún más fuertes que los
temblores: los terremotos, que son, justamente, movimientos
repentinos y violentos de la Tierra, causados por la brusca liberación de
energía acumulada durante largo tiempo.
En general, el término terremoto está asociado a
los movimientos sísmicos de dimensión considerable y también a los derrumbes,
apertura de grietas, desprendimientos de tierras y destrucción de ciudades...
Verdaderas catástrofes.
¿Por qué se producen los terremotos?
Hay varias causas, pero se ha llegado "al
acuerdo" que la más común tiene que ver con el movimiento de las placas "tectónicas".
La cosa es así: la corteza de la Tierra está
formada por 12 placas de aproximadamente 70 kilómetros de grosor (Americana,
Sudamericana, Euroasiática, Africana, Antártica, Indo australiana, Filipinas,
del Pacífico, Cocos, Caribe, Arabe y Nazca), las
cuales se están acomodando constantemente y desde hace millones de años.
Gracias a esto, se han originado los continentes y los relieves geográficos.
Generalmente estos movimientos son lentos y casi
ni se sienten, pero otras veces estas placas chocan entre sí sobre un océano de
magma (masa fundida, como lava) presente en las profundidades de la Tierra, lo
que impide su desplazamiento y genera una acumulación de energía que en algún
momento debe liberarse... ¿Cuándo?... Justamente durante los terremotos.
Las zonas donde las placas ejercen fuerza entre
ellas se denominan "fallas", que a su vez son específicamente los
puntos donde con más probabilidad se originan los fenómenos sísmicos. Sólo el
10% de los terremotos suceden lejos de los límites de estas placas.
Pero también existen otras causas: la actividad
subterránea originada por un volcán en proceso de erupción, y las fuerzas
externas provocadas por el hombre, como por ejemplo, los experimentos nucleares
o el poder que ejercen los millones de toneladas de agua acumuladas en represas
o lagos artificiales.
Las fuerzas tectónicas en la corteza terrestre
producen algunas veces una ruptura repentina de las rocas. Durante este
fenómeno salen diferentes ondas sísmicas que pueden dañar edificios y otras
construcciones.
Se distinguen tres tipos de terremotos:
1. A causa de fuerzas tectónicas |
En algunos sectores del mundo la corteza
terrestre sufre fuerzas tectónicas que deforman las rocas. Algunas veces las
fuerzas se liberan en una rotura. Estos movimientos tectónicos provocan ondas
sísmicas que a la superficie terrestre se siente como temblor. |
2. Por explosión de un volcán |
La explosión de un volcán puede generar ondas
sísmicas. |
3. Terremotos por hundimiento |
Derrumbes subterráneos generan temblores que se
siente fuertemente en los sectores cercanos. Eso ocurre muchas veces donde
hay karst o depósitos de sal en la
profundidad. |
No todas las regiones del mundo están afectadas
por la misma cantidad de terremotos. En general las regiones cerca de un margen continental activo sufren grandes
cantidades y intensidades de temblores o terremotos
(como Chile, Perú, Japón, Italia, Serbia, Croacia, El oeste de los Estados
Unidos y China)
El foco o hipocentro del terremoto es el lugar de
liberación de la energía. El epicentro la proyección a la superficie.
La distancia del foco de un sismo se refleja en
la llegada de las rápidas ondas primarias (ondas p) y de las más lentas ondas secundarias
(ondas s). La diferencia del tiempo entre ambos (delta t) es grande sí el foco
esta lejos. Sí el foco es muy cerca la diferencia temporal entre la llegada de
ondas s y p es muy corta.
El epicentro de un terremoto se determina de modo
siguiente. En los observatorios se detecta el tiempo de llegada de las ondas p
y s, que se propagan con diferentes velocidades, la onda p con la velocidad
mayor, la onda s con la velocidad menor. De la diferencia en la llegada de las
ondas p y s se puede calcular el tiempo inicial del terremoto (con las
velocidades de las ondas conocidas). Para los observatorios más cercanos al
epicentro (por lo menos tres) se construye un círculo con radio r = velocidad
de la onda p (o s) ´ tiempo de inicio. Tres de estos círculos se interceptan en
un solo punto, que es el epicentro del terremoto.
La mayoría de la energía sísmica se libera en
profundidades entre 0 y 70 km (85%), en una
profundidad moderada de 70 a 300km se delibera 12% de la energía sísmica, en
una profundidad alta entre 300km y 700km se genera solo 3% de la energía
sísmica. Terremotos debajo de 720km jamás fueron detectados.
3. Intensidad
de un terremoto:
3.1 Escalas relativos
(Intensidades):
La intensidad de un terremoto se puede expresar en escalas relativas de
intensidad, como la escala de MERCALLI o la escala de ROSSI-FOREL, que se basan
en las destrucciones causadas. La escala de MERCALLI fue diseñada en 1902 y
modificada en 1956 por Charles RICHTER. Se constituye de los niveles I a XII.
Escala de Rossi-Forel:
Intensidad |
Descripción |
I |
Registrable solamente por instrumentos |
II |
Sentido por poco personas en reposo |
III |
Sentido por varias personas en reposo |
IV |
Sentido por varias personas en movimiento,
desplazamiento de objetos |
V |
Sentido generalmente por todos, movimiento de
muebles |
VI |
Despertar general de aquellos que duermen |
VII |
Vuelcos de objetos móviles, caída de partes de
muros |
VIII |
Caída de chimeneas, grietas en las paredes de
los edificios |
IX |
Destrucción total o parcial de algunos
edificios |
X |
Gran desastre, fisuras en la corteza terrestre |
La escala de Mercalli
tiene 12 intensidades, pero es muy parecida
3.2 Escalas absolutas miden la magnitud:
Escala de RICHTER: La escala de Richter mide la energía durante un terremoto en una forma
logarítmica. Este escala no tiene un límite hacia
arriba.
La magnitud de un temblor es una medida
instrumental de la energía deliberada por un terremoto, que se expresa en una
escala absoluta logarítmica introducida por RICHTER (1935) originariamente
basándose en los registros de temblores cercanos por medio de un sismógrafo
sensible para períodos cortos, el llamativo sismógrafo de WOOD-ANDERSON. La
variación grande de la energía en los temblores hace necesario la aplicación de
una escala logarítmica. Normalmente la magnitud se estima midiendo las
amplitudes, que se producen en la superficie terrestre y que se registran en
los observatorios solo situados alrededor del epicentro o de todo el mundo. La
forma general de la ecuación empírica para la magnitud M es:
M = log10A/T + F(D,P) + constante, donde
A = amplitud máxima producida en la superficie en micrómetros, se la deduce de
los registros del sismógrafo.
T = periodo de la onda en segundos.
F = función empírica de la distancia D expresada en º y de la profundidad P del
foco expresada en kilómetros.
Por medio de la escala de RICHTER se cuantifica
la energía sísmica liberada por el terremoto. La escala de RICHTER es absoluta
y logarítmica basándose en las amplitudes de ondas registradas en la
superficie. La escala de RICHTER parte de menos de 0 y siendo abierta hacia
arriba.
-3 |
10-3 |
Los sismógrafos modernos son sensibles para
niveles de -3,0. |
-2 |
10-2 |
|
-1 |
10-1 |
|
- 0,5 |
10-0,5 |
M = 10-0,5 unidades de energía por ejemplo es
la magnitud de energía |
0 |
100 |
|
1 |
101 |
|
2 |
102 |
Los terremotos los menores sentados por
los seres humanos son del nivel |
3 |
103 |
|
4 |
104 |
|
5 |
105 |
|
6 |
106 |
|
7 |
107 |
|
8 |
108 |
|
8,5 |
108,5 |
En 1960 en Chile |
3.3 El Sismógrafo
Un sismógrafo registra los movimientos del suelo en las dos direcciones
horizontales y en la vertical. Un sismógrafo ideal sería un instrumento
sujetado en una base fija, la cual se ubica afuera de la Tierra. De tal modo
las vibraciones generadas por un movimiento del suelo se podrían medir a través
de la variación de la distancia entre el instrumento sujetado en la base fija y
el suelo. En un sismógrafo se une una masa (elemento inerte) ligeramente con el
suelo, de tal manera que el suelo puede vibrar sin causar grandes movimientos
de la masa. La masa puede ser acoplada con el suelo por medio de un péndulo o
por medio de un resorte por ejemplo. Durante el movimiento del suelo la masa
tiende a mantener su posición debido a su inercia. El desplazamiento relativo
del suelo con respecto a la masa inerte se utiliza para determinar el
movimiento del suelo (tiempo de inicio del movimiento, amplitud, ubicación del
epicentro). Los sismógrafos modernos pueden detectar desplazamientos del suelo
de 10-10 m , lo que son desplazamientos en dimensiones
atómicas.
Cantidad de terremotos durante un año en el mundo:
Característicos |
Magnitud (RICHTER) |
Cantidad por año |
Destrucción casi total |
>8,0 |
0,1-0,2 |
Grandes destrucciones |
>7,4 |
4 |
Destrucciones serias |
7,0-7,3 |
15 |
Destrucciones de algunos edificios |
6,2-6,9 |
100 |
Destrucciones leves en los edificios |
5,5-6,1 |
500 |
Sentido generalmente por todos |
4,9-5,4 |
1400 |
Sentido por varias personas |
4,3-4,8 |
4800 |
Sentido por algunas personas |
3,5-4,2 |
30.000 |
Registrable solamente por instrumentos |
2,0-3,4 |
800.000 |
Los terremotos más grandes del mundo:
año |
Lugar |
Descripción |
Muertos |
Magnitud |
1348 |
Austria, Villach |
Aluvión |
5000 |
- |
1556 |
Shensi, China |
? |
830.000 |
9 ? |
1730 |
Hokkaido, Japón |
? |
137.000 |
? |
1899 |
Alaska |
levantamiento de la costa de 15m vertical |
- |
- |
1906 |
San Francisco |
Desplazamiento de 5m horizontal, fisuras abiertas |
1000 |
8,2 |
1908 |
Messenia, Italia |
Tsunami, fisuras abiertas |
110.000 |
7,5 |
1920 |
Kansu, China |
Fisuras abiertas, aluviones |
200.000 |
8,6 |
1923 |
Japón |
Desplazamientos, Tsunami, destrucción de
650.000 edificios |
145.000 |
8,3 |
1939 |
Chile |
Cambio de la morfología |
28.000 |
8.3 |
1960 |
Chile, Valdivia |
activó volcanes, formación de nuevos
volcanes |
4.000 |
8,4 |
1962 |
Irán |
grandes destrucciones |
20.000 |
7,0 |
1976 |
Guatemala |
hasta 2 m de desplazamiento |
22.545 |
7,3 |
1976 |
China |
80 % de las casas destruidas |
650.000 |
7,2 |
Etimológicamente, la palabra "terremoto" significa "movimiento
de tierra". Sin embargo, el término es asociado con movimientos sísmicos
de dimensión considerable, producidos por la brusca liberación de energía
acumulada durante largo tiempo al interior del planeta.
La corteza terrestre está conformada por 12 placas tectónicas, que tienen cerca
de 70 kilómetros de grosor, y diferentes características físicas y químicas.
Estas placas se encuentran en constante movimiento y a veces chocan entre sí.
Cuando esto sucede, una de las placas se desplaza por arriba o por debajo de la
otra, generando cambios en la topografía terrestre.
Pero también puede ocurrir que el desplazamiento
se vea dificultado y es en ese momento en que comienza a acumularse una gran
cantidad de energía que se liberará cuando una de las placas impacte con
violencia a la otra y la rompa, dando origen a un terremoto.
Las zonas en que las placas ejercen fuerza entre sí se denominan fallas y es en
esas áreas donde existe una mayor probabilidad de que se produzcan sismos. En
el caso de Chile, la mayoría de los temblores provienen de la interacción entre
la Placa de Nazca y la Placa Continental Americana, donde la primera se hunde
bajo la segunda.
Hipocentro y epicentro
El punto en la profundidad de la Tierra donde se libera la energía en un sismo
se denomina hipocentro o foco. Mientras más cerca de la superficie terrestre
tenga un lugar un movimiento telúrico, mayor será su poder destructivo. Es así
como un temblor de 7 grados en la escala de Richter,
a sólo 20 kilómetros de profundidad, puede causar más daño que otro de 8 grados
(30 veces más potente), pero originado de 35 a 120 kilómetros más abajo.
Tomando en cuenta la profundidad donde se generan las ondas sísmicas, los
terremotos pueden clasificarse en tres tipos:
Superficiales: Corresponden a los temblores que ocurren en la corteza
terrestre, hasta los 70 kilómetros de profundidad.
Intermedios: Aquellos movimientos que tienen lugar entre los 70 y 300
kilómetros de profundidad.
Profundos: Sismos cuyo origen se encuentra más allá de los 300 kilómetros de
profundidad.
El lugar de la superficie terrestre ubicado justo sobre el hipocentro o foco de
un sismo, se denomina epicentro. Comúnmente se cree que el mayor daño ocurre en
o cerca del epicentro de un movimiento. Sin embargo, esto es un mito, ya que
hay que considerar que las fallas pueden tener varios kilómetros de extensión y
las ondas sísmicas se generan en todo su largo.
Medición
Los terremotos y temblores en general se miden con un aparato denominado
sismógrafo, el cual permite determinar con precisión la duración, magnitud y
lugar en que se produce un movimiento telúrico.
El sismógrafo registra dos tipos de ondas: las superficiales, que viajan a
través de la superficie terrestre y que producen la mayor vibración de ésta; y
las centrales o corporales, que viajan a través de la Tierra desde su
profundidad.
Estas últimas pueden a su vez clasificarse en dos tipos: ondas primarias (P)
que viajan a través del magma y son las primeras en llegar a la superficie; y
ondas secundarias (S) que son más lentas.
Una secuencia típica de terremoto sería primero el arribo de un ruido sordo
causado por las ondas primarias (P), luego la llegada de las ondas secundarias
(S) y finalmente el "retumbar" de la tierra causado por las ondas
superficiales.
Los terremotos de gran magnitud cuyo origen se
encuentra bajo el lecho marino y a una profundidad menor a 60 kilómetros,
generan una fuerza que actúa sobre el océano dando origen a ondas u olas que se
conocen como maremotos o tsunamis.
Para que un fenómeno de esta naturaleza tenga lugar, el fondo marino debe ser
movido abruptamente en forma vertical, de manera que el océano es impulsado
fuera de su equilibrio normal.
La velocidad y altura que alcanzan estas ondas, depende de la profundidad de
las aguas por donde se desplazan. Es así como en su zona de generación y
mientras viajan por aguas profundas mar afuera, las olas de un tsunami son de
gran longitud y poca altura, y pueden desplazarse a gran velocidad con un lapso
de 15 a 60 minutos entre una onda y otra.
Conforme se acercan a la costa y en la medida que disminuye la profundidad del
fondo marino, las olas se hacen más cortas y disminuyen su velocidad. En
consecuencia, su energía se concentra, aumentando sus alturas y su poder
destructivo.
Si bien los tsunamis también pueden ser originados por erupciones volcánicas en
islas, derrumbes costeros e incluso explosiones submarinas de dispositivos
nucleares, la mayoría ocurre a raíz de un terremoto asociado a zonas de subducción.
Y dado que muchas de estas áreas se encuentran bordeando la cuenca del
Pacífico, la gran mayoría de los tsunamis ha ocurrido en el Océano Pacífico.
Los tsunamis se clasifican según la distancia o el tiempo de viaje desde su
lugar de origen en:
Locales: Si el lugar de arribo en la costa está muy cercano, dentro de la zona
de generación o a menos de una hora de tiempo de viaje desde su origen.
Regionales: Si el lugar de arribo en la costa está a no más de 1.000 kilómetros
de distancia de la zona de generación o a pocas horas de tiempo de viaje desde
esa zona.
Lejanos: Si el lugar de arribo está a más de 1.000 kilómetros de distancia de
la zona de generación y a aproximadamente medio día o más de tiempo de viaje
desde esa zona.
La llegada de un tsunami a la costa se hace evidente por el recogimiento de las
aguas (como pasó después del terremoto de Valdivia de 1960), o bien por una
rápida alza del nivel del mar.
¿Cómo enfrentar un tsunami?
- Ante la alerta de un tsunami, las personaas que se encuentren en la costa
deben trasladarse hacia zonas seguras, como laderas o cerros ubicados por lo
menos a 20 metros de altura sobre el nivel del mar. En caso de encontrarse en
un lugar donde no haya sitios altos, un bosque puede ser una buena protección
alternativa.
- Considerando que las olas de un tsunami ppueden penetrar varios kilómetros
tierra adentro por ríos y esteros, es importante alejarse lo más posible de
estas corrientes de agua.
- Una vez que el mar se recoge, grandes exttensiones del fondo marino quedan
secas. Cuando esto ocurra, nunca hay que aprovechar la oportunidad para extraer
peces o moluscos, ya que los tsunamis llegan a la costa muchísimo más rápido
que la velocidad de desplazamiento que tiene una persona.
- Los tsunamis sólo son destructivos cerca de la costa, por lo que si al
momento de una alerta se encuentra navegando, lo mejor es dirigir la
embarcación mar adentro sobre una profundidad mayor a los 150 metros.
- Un tsunami puede tener diez o más olas deestructivas en un lapso de 12 horas.
Por esta razón es importante tener a mano frazadas o ropa de abrigo,
especialmente para los niños, y una radio a pilas para mantenerse informado
sobre la situación.
- Finalmente, regrese a las zonas no seguraas sólo después de que las
autoridades indiquen que el peligro ha pasado.
A lo largo del tiempo, los científicos han ideado
varias escalas que les permitan evaluar el tamaño de un movimiento telúrico o
los daños que éste produce.
Los primeros intentos estuvieron dirigidos a medir intensidad, ya que no se
disponía de instrumentos que pudieran registrar datos cuantitativos, sino sólo
la vista humana que observaba los efectos del sismo, ya fuera éste un suave y
casi imperceptible temblor o un terrible y devastador terremoto.
La primera escala fue creada en 1884 por Rossi y Forel, pero posteriormente fue eliminada. En la actualidad,
los expertos cuentan con dos: la de Richter y la de Mercalli.
La primera da cuenta de la fuerza del movimiento, lo que está relacionado con
la energía emanada durante el episodio.
La segunda, en cambio, mide los efectos que el temblor produjo en las personas
y en todo el ambiente que las rodea, y sobre esa base clasifica los sismos en
12 niveles ascendentes en severidad
Científicos de todo el mundo tienen puestas sus
cabezas en desarrollar un sistema que permita anticiparse a la ocurrencia de
sismos de gran magnitud, sin obtener hasta ahora resultados exitosos.
No obstante, sí ha habido intentos, como es el caso del proyecto
"Neptuno" lanzado a fines de 2003 por Estados Unidos y Canadá. La
iniciativa consiste en la construcción del mayor observatorio marino del mundo
que –según los expertos- vaticinará terremotos y tsunamis en todo el planeta.
" Neptuno" se trata de una red de 3.000
kilómetros de fibra óptica con sensores y cámaras
desplegadas desde la costa de la Columbia Británica
(Canadá) hasta la del estado de Oregon en Estados
Unidos. La idea es que cuando entre en funcionamiento, el dispositivo rodee
completamente la placa Juan de Fuca, ubicada en la
costa oeste norteamericana.
La "megainstalación" permitirá registrar
movimientos telúricos sólo con décimas de segundo de anticipación, tiempo que
si bien no es suficiente como para poner en alerta a la población, sí alcanza
para apagar plantas de gas y electricidad, y así evitar grandes catástrofes.
Mientras tanto, los especialistas sólo cuentan con estadísticas que les
permiten determinar ciertas zonas en las que existe la posibilidad de que
ocurra un sismo.
A modo de ejemplo, los simólogos chilenos están
convencidos de que de aquí al 2011 se producirá un gran terremoto en el norte y
la zona central de Chile, que debiera ser similar al que sobrevino en 1878
entre Arica y Antofagasta.
Su teoría se basa primero en que como promedio cada cien años se produce un
gran terremoto en el norte del país (el último fue en Iquique, en 1877) y,
segundo, que durante 122 años se ha acumulado mucha energía en las placas y es
necesario que se libere cuanto antes.
Según los expertos, el epicentro del gran sismo se ubicará entre Mejillones y
Antofagasta. Tras el remezón –que como mínimo alcanzará los 8 grados en la
escala de Richter, y provocará una falla de 450
kilómetros de largo entre el norte de Perú y Antofagasta-, vendrá un tsunami
que inundará por completo el sector céntrico de Iquique, el barrio Chinchorro
de Arica, el centro de Antofagasta y Mejillones, con intensidades que variarán
de acuerdo a cada ciudad, dependiendo de si el epicentro del terremoto es más o
menos cercano al mar.
Lo importante es prevenir
Sin restarle importancia a las hipótesis que puedan desarrollarse respecto a
zonas susceptibles de sufrir un terremoto, los sismólogos
prefieren centrar su atención más bien en la prevención.
En este sentido, y considerando que Chile es uno de los países más sísmicos del
mundo, los expertos creen que es fundamental educar a la población acerca del
tema.
Pero no sólo es importante prevenir, sino que también tener la capacidad de
reaccionar de forma inmediata después de ocurrido el terremoto, para informar
sobre su magnitud, la ubicación de su epicentro, etc., y organizar de la mejor
manera la ayuda a los afectados.
Chile es uno de los países más sísmicos del mundo
y dado que aún no existe una tecnología capaz de predecir el lugar, momento y
severidad con que ocurrirá un temblor, es mejor estar preparados, teniendo
presente algunas medidas y conductas básicas de comportamiento.
Antes
Lo fundamental es adelantarse a los hechos y pensar cómo van a reaccionar las
personas que en el momento del sismo están con usted, como los miembros de su
familia o sus compañeros de trabajo, para poder manejar la situación con
tranquilidad.
Asimismo, es importante verificar la calidad de la construcción en que se
encuentra, para cerciorarse de su solidez e identificar posibles riesgos. Para
esto es necesario revisar periódicamente aquellos lugares que representen algún
peligro y reforzarlos para que no se desprendan o caigan durante un movimiento
telúrico.
Además, aproveche de ubicar las zonas de mayor seguridad al interior y exterior
inmediato del lugar en que podría encontrarse al momento de un sismo.
También es conveniente revisar las instalaciones que puedan romperse, como el
tendido eléctrico, las cañerías de agua y gas, o el alcantarillado. En este
sentido, es importante tener claro conocimiento sobre la ubicación y formas de
cierre de las llaves de paso y del interruptor general de energía eléctrica.
Una buena medida para evitar daños mayores es fijar al suelo o paredes las
cañerías y bombas del gas, y los objetos de gran tamaño y peso, como estantes,
libreros, vitrinas y espejos. Además, puede asegurar los cuadros a la menor
altura posible.
Es importante ubicar los envases con combustibles, cloro, ácidos o frascos de
insecticidas en lugares seguros y fuera del alcance de los niños, ya que durante
el temblor pueden sufrir algún daño y derramarse.
Durante los terremotos también pueden surgir problemas sanitarios, por lo que
es importante mantener al día la vacunación de todos los miembros de su
familia, incluyéndose usted.
Los números telefónicos de Bomberos, Carabineros, servicios de urgencia médica,
Defensa Civil y otros deben mantenerse siempre a la vista. Asimismo, es
importante mantener equipado el botiquín de primeros auxilios y tener a mano
linternas, radio a pilas, pilas de repuesto y ropa o mantas para abrigarse.
Finalmente, es conveniente almacenar y renovar continuamente agua en
recipientes plásticos, así como mantener un elemental pero útil surtido de
alimentos no perecibles.
Durante
En el momento mismo del terremoto, lo más importante es mantener la calma y
tranquilizar a las personas que se encuentran con usted.
Si está dentro de un edificio, procure mantenerse alejado de ventanas, vidrios,
cuadros, chimeneas y objetos que puedan caerse con el movimiento. Para
protegerse puede colocarse bajo el dintel de una puerta, junto a un pilar o
esquina, o debajo de algún mueble sólido, como una mesa o cama.
Es muy importante no intentar salir del lugar en que se encuentra, menos aún si
para ello debe utilizar un ascensor. Si al momento del sismo está al aire
libre, lo mejor es permanecer ahí, eso sí alejado de edificios altos, postes de
energía eléctrica, cornisas u otros objetos que puedan caerse.
En caso de ir conduciendo un vehículo, lo mejor es detenerse y permanecer
dentro de éste, teniendo la precaución de que sea lejos de puentes, embalses,
túneles y pendientes pronunciadas de cerros donde pueden producirse
desprendimientos.
En cines y teatros lo recomendable es arrodillarse en el suelo con la cara
sobre el asiento, cubriéndose la cabeza y el cuello con las manos.
También es fundamental apagar cualquier aparato que funcione con fuego o
electricidad, y que esté encendido al momento del terremoto.
Después
Luego de que el movimiento ha cesado, lo más importante es verificar si alguna
de las personas que se encontraba con usted está herida, para prestarle los
primeros auxilios. En caso de que se trate de una herida grave, no la mueva,
excepto si hay peligro inminente de derrumbe, inundación, fuego, etc.
Salvo que haya una emergencia, deje pasar unos minutos antes de utilizar el
teléfono. De lo contrario las líneas se bloquearán y no podrá realizar llamadas
para casos realmente urgentes.
Por ningún motivo deben encenderse fósforos o artefactos de llama abierta, ya
que tras un temblor fuerte pueden producirse escapes de gas. Asimismo, localice
probables cortes de cables de energía eléctrica o daños en otras redes de
suministros básicos.
Es conveniente utilizar zapatos de suela gruesa para no romperse los pies con
los vidrios rotos. Por esto, es importante despejar lo antes posible el suelo
de escombros, así como limpiar cualquier derrame de medicinas, pinturas o
elementos que pudieran ser tóxicos o peligrosos.
También es recomendable revisar el inmueble, para determinar si éste resultó
dañado. De ser así, es preferible salir a la calle y no volver a entrar de
inmediato.
No beba agua de recipientes abiertos sin haberla examinado y pasado por
coladores o filtros correspondientes.
En caso de encontrarse en la costa, es importante no transitar por caminos y
carreteras paralelas a la playa, ya que después de un terremoto pueden
producirse maremotos o tsunamis. De ser así, debe dirigirse hacia zonas
seguras, como laderas o cerros de por lo menos 20 metros de altura sobre el
nivel del mar. Si no existen lugares altos, un bosque puede ser una buena
alternativa de protección.
Finalmente, es fundamental que responda a las llamadas de ayuda de Carabineros,
Bomberos, Defensa Civil, etc.
Fuentes
- Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI)
Recuento de los terremotos ocurridos en el mundo,
cuyas magnitudes han sido superiores a los 8 grados en la escala de Richter.
Valdivia, Chile, 22 de mayo de 1960, 9,5 grados Richter: Es el terremoto de mayor magnitud registrado en el
mundo. Dejó más de 2.000 personas muertas, 3.000 heridos y millonarios daños.
El fuerte sismo fue antecedido por uno de 8,5 grados Richter
y seguido de un tsunami que también afectó a Hawai, Japón, Filipinas y la costa
oeste de Estados Unidos. Asimismo, el movimiento telúrico provocó importantes
modificaciones en el relieve costero. Cuarenta y siete horas después de
ocurrido el temblor, el volcán Puyehue hizo erupción.
Alaska, 28 de marzo de 1964, 9,2 grados Richter:
Varias ciudades sufrieron los efectos de este terremoto que dejó 125 personas
muertas. Anchorage, localidad ubicada 120 kilómetros
al noroeste del lugar del epicentro, fue la ciudad más afectada, sobre todo por
los severos daños que sufrieron las propiedades. El fuerte sismo tuvo una
duración estimada de tres minutos y ocasionó el corte de los servicios de agua,
gas, alcantarillado, teléfono y electricidad. El movimiento telúrico también
estuvo acompañado de desplazamientos verticales que dieron origen a un tsunami
que devastó a varios poblados del Golfo de Alaska, y provocó serios daños en Alberni y Port Alberni (Canadá), la costa oeste de Estados Unidos y Hawai.
Islas Andreanof, Alaska, 09 de marzo de 1957, 9,1
grados Richter: El movimiento telúrico destruyó dos
puentes de la isla Adak, provocó daños en viviendas y
dejó una grieta de 4,5 metros en un camino. En la isla Umnak
parte de un puerto resultó destruido y el Monte Vsevidof
hizo erupción después de permanecer 200 años dormido.
Posteriormente, el terremoto dio origen a un tsunami que colisionó con la línea
costera de Scotch Cap y
arrasó con varios edificios en bahía Sand. El tsunami
continuó hacia Hawai, donde destruyó dos poblados y provocó millonarios daños
en Oahu y las islas Kauai.
Asimismo, el maremoto causó daños menores en la bahía de San Diego, California,
antes de trasladarse hasta lugares tan distantes como Chile, El Salvador, Japón
y otras áreas en la región del Pacífico.
Península de Kamchatka, Rusia, 04 de noviembre de
1952, 9,0 grados Richter: El sismo fue seguido de un
gran tsunami que afectó sobre todo a las islas de Hawai, donde las olas
destruyeron embarcaciones, cortaron líneas telefónicas e inundaron las calles.
Ninguna persona resultó muerta.
Sur de Asia, 26 de diciembre de 2004, 8,9 grados Richter: Afectó principalmente a India, Sri Lanka e
Indonesia. Varias regiones de Tailandia, Malasia y las islas Maldivas también
fueron barridas por un tsunami que se produjo a lo largo del Golfo de Bengala.
Más de 270 mil personas perdieron la vida. Su epicentro se ubicó en las costas
de la isla de Sumatra.
Costa de Ecuador y Colombia, 31 de enero de 1906, 8,8 grados Richter: Fue percibido en toda la costa de América Central,
así como en San Francisco (Estados Unidos) por el norte y Japón por el oeste.
El terremoto generó un tsunami que destruyó 49 casas y terminó con la vida de
500 personas en Colombia. En la bahía de Honolulú, el
agua dio vuelta todos los buques a vapor y barcos a vela. Luego, una inesperada
marea alcanzó una considerable altura.
Islas Rat, Alaska, 04 de febrero de 1965, 8,7 grados Richter: En la isla Adak, el
terremoto provocó grietas en edificios de madera prefabricados. En la isla Shemya, una serie de grietas fueron registradas en una
carretera. El movimiento fue seguido de un tsunami que ocasionó daños
millonarios en la isla Amchitka.
Sudeste asiático, 28 de marzo de 2005, 8,7 grados
Richter: Se registró a las 23:09 horas locales frente
a la isla indonesia de Sumatra.
Su duración fue de tres minutos, durante los cuales se registraron graves daños
materiales, evacuaciones masivas y la alerta por un eventual tsunami en zonas
costeras en Indonesia, Malasia, Sri Lanka y las islas indias de Andaman y Nicobar. La estimación
oficial de fallecidos fue de 2.000 personas.
Assam, India, 15 de agosto de 1950, 8,6 grados Richter: Su epicentro se localizó en las cercanías de Rima,
una región reclamada tanto por China como por el Tibet.
Provocó grandes cambios topográficos y destruyó grandes áreas forestales.
Varios poblados quedaron en el suelo y 156 personas murieron aplastadas por
derrumbes. Viviendas, templos y mezquitas fueron destruidos.
Chile, 10 de noviembre de 1922, 8,5 grados Richter:
Se sintió entre las ciudades de Antofagasta y Santiago, aunque las localidades
más afectadas fueron Coquimbo y Vallenar. En este último lugar se registró el
mayo número de víctimas, que en total fueron 550. Media hora después de
ocurrido el movimiento telúrico, se generó un tsunami que inundó Antofagasta y Chañaral.
Mar Banda, Indonesia, 01 de febrero de 1938, 8,5 grados Richter:
El movimiento fue percibido en las islas Banda y Kai,
las que también fueron afectadas por un tsunami que causó graves daños.
Perú, 23 de junio de 2001, 8,4 grados Richter: Afectó
a las ciudades de Arequipa, Caman y Tacna, ubicadas
en el sur peruano. También se percibió fuertemente en las ciudades chilenas de
Arica, Iquique, Calama y Tocopilla, así como también
en La Paz, Bolivia. Dejó 74 personas muertas, incluyendo 26 por un tsunami, y
2.689 heridos. Miles de viviendas resultaron destruidas y otras tantas quedaron
con graves daños. El fuerte sismo se produjo por el choque de las placas
geológicas de Nazca y Continental.
Hokkaido, Japón, 25 de septiembre de 2003, 8,3 grados
Richter: Se sintió fuertemente en toda la isla
japonesa, así como también en el sur de la capital nipona. Provocó daños
estimados en 90 millones de dólares y al menos dejó a 755 personas heridas.
Asimismo, se informó sobre un muerto.
Islas Kuriles, 04 de octubre de 1994, 8,2 grados Richter: Su epicentro se registró 20 kilómetros al fondo
del océano Pacífico. Dejó 10 personas muertas o desaparecidas, y graves daños
en viviendas y edificios. En Hokkaido, Japón, una
persona murió de un ataque al corazón, en tanto que otras 340 resultaron
heridas.