Fines del Tae Kwon Do
Si el ser humano aspira con verdadera determinación a la conquista de la libertad, interna y externa, el Tae Kwon Do debe cooperar proporcionalmente todos los medios disponible que le permita alcanzarla. La libertad, sin embargo, no es algo que los profesores de Tae Kwon Do podamos otorgar a los alumnos, sino que es algo que ellos mismos a través de su disciplina, trabajo y constancia deben conquistar. Es por ello, que el Tae Kwon Do no solamente proporciona al alumno elementos de defensa y ataque; sino que tiende a la formación de la personalidad y a brindarle la oportunidad de apropiarse de valores como el respeto, la bondad y la humildad. Su ambición es más amplia; a la vez que educa e instruye intenta modelar el espíritu, del cual la libertad constituye un objetivo específico y social.
El Tae Kwon Do debe apoyar a la obtención de los siguientes fines:
Propiciar al desarrollo físico del alumno, haciéndolo conocer las potencialidades y capacidades de su cuerpo, para que las controle y las desarrolle armónicamente.
Desarrollar las potencialidades del alumno, que lo capaciten para realizarse como un ser auténticamente libre, que comprenda y dirija su propio destino.
Orientarlo en la conservación de la salud, proporcionándole información sobre la alimentación, descanso, ejercicio, buenos hábitos, etc.
Por la acción de su inteligencia, que el ser humano se comprenda a sí mismo, a la sociedad en que se desenvuelve y al mundo que lo rodea.
Por la acción de su voluntad, propicia y genera la superación de su propio ser, en la sociedad en que vive, y del medio físico o escenario natural de su vida.
Motivarlo a la participación individual y grupal, en actividades que propicien la conformación de su carácter, para que aplique los valores de justicia, honradez y verdad; en el ambiente escolar, familiar y social.
Desarrollar sus potencialidades sociales, proporcionándole los medios necesarios para que cumpla eficazmente el papel que como ciudadano le corresponde, y contribuya con su trabajo a la superación y transformación del grupo social al que se encuentra integrado.
Fomentar en el alumno actitudes de cooperación, solidaridad, superación, competencia, etc., tendientes a proporcionar vínculos que establezcan mejores relaciones humanas.