La última
presencia regular de focas monjes en nuestro territorio fue descubierta
en 1978, cuando se tuvo noticia del avistainiento de un ejemplar en las
islas Chafarinas, cerca de Melilla y a 4 km. de la costa oriental de Marruecos.
Hasta mediados de la presente década , la presencia del popular
"Peluso" -pero presumiblemente de otros individuos también, que
se podrían considerar parte de la población de las costas
norteafricanas- era habitual en estas islas. Un buen día, tras espectaculares
operaciones para liberar a la foca de un resto de red en el que quedó
atrapada, "Peluso" desapareció.
Peluso
ha desaparecido y ahora hay una hembra Esta es una de las últimas
fotografías de Peluso, visto por última vez en las aguas
de Chafarinas en febrero de 1993. En su lugar, ha quedado Alda, una hembra
joven, que fue compañera de Peluso.
Desde febrero del
93 se ha perdido la pista de Peluso. Durante los dos años anteriores
se le vio esporádicamente en compañía de otra foca.
En junio de 1993 se confirmó que había abandonado Chafarinas
y, en su lugar, ha quedado una hembra a la que se ha bautizado como Alda.
Se trata de una hembra joven a la que se le calculan entre 8 y 12 años
y que, con seguridad, se apareó con Peluso mientras estuvieron los
dos ya que fueron vistos juntos en diferentes ocasiones. Ahora, está
utilizando las mismas playas y cuevas de Chafarinas que en breve van a
ser reacondicionadas
para la reproducción y descanso de la foca monje. Esta operación
se llevará a cabo por expertos de la Universidadde Valencia
y el Icona. Es posible que la hembra diese a luz una cría pero que
ya haya abandonado las islas. El pequeño/a ha sido visto por algunas
personas pero no se ha podido confirmar su presencia en la última
expedición (del 18 al 28 febrero de 1994). Ya empieza a ser independiente
ya que hubiera nacido en febrero del 93, justo coincidiendo con la desaparición
de Peluso. Puede que Peluso haya muerto, aunque en este caso es extraño
que no haya aparecido el cadáver, o puede que haya sido desplazado
por la hembra y refugiado en otro lugar, de la misma forma que la cría.