Nacimos hace unos años, en Pucela capital, nos llamamos Celtas Cortos y empezamos a tocar. La palabra Celtas nos invita a pensar en la música que hace el grupo, pero no es así (aunque la música celta ha influido) esta es la marca de cigarrillos que fumaba Nacho Castro cuando allá por 1986 sugirió el nombre para el grupo (son cortos porque entonces aún los había sin filtro). Pero para llegar hasta aquí habían hecho falta muchas horas de trabajo porque: comenzó con mucho esfuerzo, siguió a base de currar, si no acaba con nosotros daremos mucho que hablar.
En los créditos del primer trabajo de Celtas Cortos hay un agradecimiento especial al grupo Almenara. Septeto típicamente folkie en el que ya desde su primer trabajo "Desde aquel día de Abril-Amapolas comuneras" (1984) aparece Carlos Soto con solo 16 años (tocando ya flautas, ocarina y dulzaina). Dos años después publican "¡Vaya postín!", Carlos sigue (tocando además la bandurria y el charango) pero el grupo se amplía; entra Jesús Cifuentes (guitarra española y bajo) y colaboran Luis M. de Tejada con el violín y Nacho Castro con la batería. Tenemos en Almenara a cuatro de los que después serán Celtas Cortos, unos buenos vientos de los que sin duda bebieron en abundancia. A partir de este disco Almenara da un cambio desde el folclore comunero hacia un sonido más moderno y marchoso. Esta línea de mezcla de rock y música popular, la había iniciado en 1985 Labanda, era además seguida por toda Europa, con grupos como el sueco Groupa (uno de sus temas, "Yrsnö", fue adaptado en "Hazte el sueco" por Celtas Cortos).
Un buen día Goyo se presenta en el instituto decidido a convencer a los otros cuatro de que deben presentarse al concurso de música que organiza la discoteca Sheraton. Los demás aceden con la condición de llevar a algunos amigos para que ayuden. Carlos llama a compañeros de Almenara al bajista Jesús Cifuentes y a un ex-batería Nacho Castro. César convence a un colega suyo llamado Fernando como teclista. Los ocho instrumentistas ensayan un par de días y se presentan al concurso bajo el nombre de "Colectivo Eurofolk". Evidentemente ganan. El premio eran 100.000 pesetas. Con este éxito inicial el grupo decide no disolverse como estaba previsto, y además cambiarse el nombre. Aceptan el nombre de Celtas Cortos propuesto por Nacho en honor a la marca de tabaco que fumaba; Celtas.
El hermanamiento que ha habido desde sus inicios entre el grupo de las Delicias y sus paisanos de Valladolid siempre ha sido de muerte incluso cuando todavía no habían editado Salida de emergencia, su primer Lp. Unos todavía se acordaran de cuando les vieron actuar en el año 88 en el Parque de la Paz del barrio de las Delicias siendo teloneros de grupos que al final no lograron el éxito de las masas. Estamos hablando de cuando telonearon (sí, digo telonearon) a Los Cardíacos y Los Positivos de León en un festival de las Juventudes Comunistas. Ninguno de aquellos tres grupos, incluidos los Celtas había conseguido ningún disco de Oro. Pero los de casa ya eran capaces de ganarse el apoyo incondicional de los de su barrio y ciudad a fuerza de saltos, comentarios, simpatía y de su secreto: música para todos y para todo. Como la música popular, como la música Celta.
Después de estos resultados el grupo se plantea, como modo de marcar la diferencia con los grupos folk y de introducir un elemento nuevo en la mezcla, cantar alguno de los temas; "Si, queríamos una línea irrespetuosa y bastante ácida en contra de determinadas cuestiones. Buscábamos temas anti-imperialistas y anti-mili". Entre febrero y marzo de 1990 aparece "Gente impresentable". Once temas de los cuales cinco tenían texto, dos himnos como "¿Qué voy a hacer yo?" y "Haz turismo" y en especial un tema que ya no cantan en los conciertos, se lo dejan al público, "La senda del tiempo". En este disco además de letra había una gran variedad de influencias: new age, rap, reggae o incluso hasta heavy en "Hacha de guerra", llegaría a las 180.000 copias vendidas.
Paco Martín tuvo que vender Twins al grupo DRO-GASA, que se lanzan a tope con Celtas Cortos, esta ayuda los llevo a los primeros puestos de las radio-formulas, en el 91 dieron 126 actuaciones y 140 en el 92. En Enero de 1991 les pagaron 700.000 pesetas por tocar, cuando ellos aspiraban a la mitad, en Actual'91, a partir de ahí una subida imparable y durante el 92 tocaron en el New Music Seminar de Nueva York, en la Expo de Sevilla (Quinto centenario ¿de ké?), ante 25.000 personas que pagando los vieron en Las Ventas de Madrid, o 63.000 en las fiestas de la Mercé en Barcelona. El tercer disco "Cuéntame un cuento" lo prepararon en los quince primeros días de Marzo de 1991, en su retiro al pueblo soriano de Abioncillo de Catalañazor, todo se concreto en plena gira, se editó en Noviembre, recibieron el Premio Ondas al grupo revelación de ese año. Este disco bate los récords del grupo vendiendo 300.000 ejemplares. Son trece temas de los que ocho tienen letra, destaca 20 de Abril hermosa canción de amor de perspectivas melódicas que Jesús Cifuentes dedico a unos recuerdos de un refugio en Pirineos.
En verano vuelven a Abioncillo de Catalañazor para preparar su cuarto disco, lo graban en el sur de Inglaterra, en los estudios Parkgate, situados en Sussex. "Tranquilo majete" sale a principios de diciembre de 1993. Nueve temas cantados y cuatro instrumentales; destacan la que da titulo al disco o la lírica "Carta a Rigoberta Menchú", ese mismo año la multinacional WEA había comprado al Grupo DRO con lo que la promoción del grupo se amplia aún más. Y a partir de ahí ya no hemos encontrado quien los pare: más discos, más conciertos y más música hasta regresar en 1997 a su ciudad natal a grabar un homenaje a sus incondicionales...