¿ECOTERRORISTAS O MANIPULACIÓN
INFORMATIVA?
Barry Horne es un hombre que está en la cárcel.
Pero no ha violado, no ha
malversado fondos, no ha asesinado, ni pega a sus hijos, está
condenado a 18
años de cárcel por arriesgar su libertad para
liberar a otros seres que no
tenían otro futuro que el sufrimiento y la muerte.
Él se ha convertido estos
días en la imagen del Animal Liberation Front (ALF)
gracias a la repercusión
que ha tenido en la prensa su huelga de hambre para exigir
al Gobierno
Británico que cumpla su promesa electoral de crear
una Comisión Oficial
con el fin de regular la experimentación con animales.
Sobre Barry Horne y
sobre el ALF se han publicado verdaderas estupideces y se
les ha llamado
terroristas, integristas, desquiciados,etc. con todo el daño
que supone para aquéllos que trabajamos por la defensa de
los derechos de los animales. Por este motivo creo que es necesario explicar
qué significa realmente el ALF y así quizá se
comprenda mejor a personas como Barry. La idea original del ALF es rescatar
a los animales que están siendo objeto de crueldad por parte
de los humanos,ya sea en laboratorios, granjas, circos,etc. Para tal fin,
es necesario irrumpir de manera violenta en los recintos ya que, por razones
obvias, las personas que están inflingiendo sufrimiento a los animales
no se avienen a razonamientos científicos ni éticos (aunque
los verdaderos ALF tienen como norma totalmente coherente con su ideología
no herir a ningún ser humano). Para poner un paralelismo podríamos
decir que los ALF actúan como si fueran GEOS o SWATs, realizando
arriesgadas acciones de rescate de animales y después dándolos
en adopción entre sus simpatizantes. Entre los simpatizantes del
ALF se encuentra gente de todas las edades, profesiones y estratos sociales.
También apoyan al ALF estudiantes y profesores universitarios que
deben contemplar con horror cómo son tratados los animales en los
laboratorios, siendo víctimas de experimentos reiterativos, crueles
e innecesarios. No debemos olvidar que en todo el mundo se están
reduciendo los experimentos con animales (por ejemplo:serán abolidos
totalmente los experimentos cosméticos en toda la UE en el año
2000, y hay incluso universidades con gran prestigio como Harvard o Stanford
que han prohibido la docencia con animales) lo cual demuestra que es posible
y lícito llevar a cabo investigaciones científicas recurriendo
a metodologías alternativas. En muchas ocasiones las acciones del
ALF, a pesar de que implican quebrantar la ley, han acabado recibiendo
el apoyo de la opinión pública, los medios de comunicación
e incluso de la Justicia. Para ilustrar esto último, pondré
por ejemplo el caso del Dr. Genarelli: miembros del ALF irrumpieron en
los laboratorios del Dr. Genarelli en la Universidad de Pensylvannia y
se apropiaron de 34 cintas de video que recogían macabros experimentos
con primates. Los medios de comunicación ayudaron a difundir el
horror que se encerraba en esos laboratorios ya que en las cintas se veía
cómo los primates eran golpeados en la cabeza hasta morir, mientras
los asistentes del laboratorio de burlaban de su agonía. Otro ejemplo
de que no todo lo que sucede en los laboratorios es ciencia ni es justificable
es el reciente escándalo del Huntingdon Life Sciences. Activistas
consiguieron filmar (de manera ilegal) cómo trabajadores golpeaban
y aterrorizaban cruelmente a perros beagle sometidos a dolorosas pruebas
de laboratorio. No sólo los activistas no serán juzgados
(a pesar de haber incumplido la ley) sinó que serán los laboratorios
quienes tendrán que hacer frente a 23 cargos de crueldad con los
animales.Y es que no todos los científicos son tan buenos, ni todos
los ALF están tan locos....
Núria Querol i Viñas
Bióloga
Estudiante de Medicina UAB