Luego de que Sergio Catalan halla leído el mensaje, Parrado se fue a donde estaba Canessa para
comer el pan que el arriero les había lanzado por encima del Río. Unas horas después llegó un hombre a
caballo al lugar dónde estaban Canessa y Parrado. Brevemente le explicaron su aventura al arriero quien
les dio queso y luego los llevó a una cabaña en Los Maitenes donde los dos sobrevivientes comieron sin
cansancio. Allí, junto al tercer jinete, los nativos les explicaron que la persona que los había descubierto
había ido a llevar la carta al puesto de carabineros mas cercano. Horas mas tarde Sergio Catalan arribó a
Los Maitenes junto a un grupo de carabineros, quienes escucharon con atención la historia de los dos
sobrevivientes. Cuando Canessa y Parrado terminaron de hablar, el jefe de carabineros  mandó a pedir
tres helicópteros a Santiago, para el rescate de los demás sobrevivientes.
         Al día siguiente, viernes 22 de Diciembre, había neblina. Poco antes del mediodía, mientras
desayunaban, Canessa y Parrado, escucharon un ruido extraño en la lejanía. Se oía como una
muchedumbre. Al asomarse, los dos sobrevivientes notaron a una multitud de periodistas que se acercaban hacia ellos haciendo preguntas. Esto sorprendió de sobremanera a Canessa y a Parrado ya que nunca habían imaginado el apetito sensacionalista de la prensa mundial, pero igualmente se sentían contentos  de responder a sus preguntas.
         Los helicópteros llegaron a los Maitenes aproximadamente después de las 10 a.m. Tres horas después había bastante visibilidad por lo que los pilotos decidieron partir hacia el Fairchild (dos de los tres helicópteros). A las 13 salieron los dos helicópteros con : Carlos García (comandante), Jorge Massa (comandante), dos mecánicos, un asistente sanitario, tres miembros del S.A.R. y Parrado para indicar el lugar del avión. Ya en viaje, Parrado reconocía todo lo que veía hacia abajo. Una vez adentrados en las montañas el helicóptero se encontró frente a una enorme ladera. Cuando García pregunto hacia donde iban ahora, Parrado contestó- Hacia arriba. Al escuchar esta respuesta García quedó anonado ya que le parecía imposible que dos personas en situación de sobrevivientes, hubiesen podido descender por aquella montaña. A medida que ascendían el aire se hacía mas ligero y  había mas torbellinos, lo que hacía sacudirse y vibrar al helicóptero. Cuando conquistaron la cima el altímetro marcó 4500 metros. Como en repetidas oportunidades el helicoptero fue rechazado por las corrientes de viento al intentar sobrepasar la montaña, el piloto lo intento por una parte mas baja. Una vez del otro lado, Parrado vio a través del valle un pico que reconoció, e inmediatamente supo dónde estaba. Los dos helicópteros comenzaron a descender hasta que los restos del Fairchild se hicieron visibles.
         Los catorce sobrevivientes que habían quedado en el avión se habían entera de su suerte aquel día a través de una radio a transistores que escuchaban todas las mañanas. Después de oír las noticias gritaron a las montañas que estaban salvados y agradecieron a Dios por la merecedora noticia. La moral cambió de un momento a otra dentro del grupo. Varios se prepararon para el rescate, cambiándose de ropa, peinándose y lavándose como fuera posible. Otros planearon lo que harían después de que los helicópteros llegasen. Nada pasó sino hasta después del mediodía. Cerca de la una vieron volar en el nordeste a los helicópteros. Los que se encontraban en el exterior comenzaron a hacer señas y a gritar, y los que se hallaban en el avión, salieron. Cuando uno de los helicópteros pasó por encima de sus cabezas, los sobrevivientes pudieron ver a Nando que se asomaba por uno de los lados. También pudieron ver que desde el otro helicóptero estaban haciendo fotografías y filmando. Finalmente, después de un cuarto de hora uno de los helicópteros tocó la nieve. Arrojaron un paquete por la puerta a los que siguieron después, dos hombres. El primero de ellos era un andinista y el segundo, un asistente sanitario. Los dos extraños fueron saludados compulsivamente por la mayoría de los sobrevivientes. Dos de los sobrevivientes caminaron hacia el helicóptero en el cual se encontraba Parrado y subieron. Como Garcia creyó que la máquina no soportaría mucho mas peso se elevo y dejó tiempo para que el piloto del otro helicóptero (Massa)haga la misma maniobra dejando a dos andinistas mas. Aquel día fueron rescatados Daniel Fernández, Alvaro Mangino (en el primer helicóptero); Carlos Páez, Pedro Algorta, Eduardo Strauch e Inciarte (en el segundo helicoptero). Dejaron abajo a los demás sobrevivientes a cargo de los tres andinistas y el ayudante sanitario y de allí partieron hacia Los Maitenes. Al bajar de los helicópteros todo era alegría. Los sobrevivientes se abrazaban unos a otros revolcándose por el pasto como si fueran chicos, Cuando pasó esta primera hora de entusiasmo los sobrevivientes se decidieron a comer todo lo que estuviese a su alcance. Los examinó el equipo médico y se descubrió que todos sufrían de desnutrición y falta de vitaminas, pero ninguno se hallaba en estado crítico.
        En consecuencia los ocho supervivientes recuperados de la montaña podían esperar en los Maitenes mientras los helicópteros recogían a los demás. Pero aquella tarde se decidió que las condiciones atmosféricas no eran favorables para volver al lugar, por lo tanto el rescate de los demás sobrevivientes se realizaría al día siguiente y los que ya estaban rescatados serían trasladados al Hospital de San Fernando.
         Mientras tanto, en el lugar del accidente los sobrevivientes le fueron contando a los andinistas como habían vivido en tan reducido lugar. Los visitantes examinaron a los ocho supervivientes, atendiendo primero a su salud y luego a sus estómagos hambrientos. Alrededor de las cuatro de la tarde se hizo evidente que los helicópteros no volverían aquel día. De repente la elevada moral de los sobrevivientes dio paso al triste pensamiento de pasar una noche mas en el avión. Los andinistas al darse cuenta de esto hicieron todo lo posible para levantarle los ánimos al grupo. Cayó la noche y los sobrevivientes invitaron a los cuatro chilenos a quedarse en el avión, pero los visitantes se mostraron reacios y armaron una carpa a unos metros del avión. Los ocho muchachos se sintieron ofendidos cuando rechazaron su hospitalidad y le dijeron a los chilenos que si al menos uno no pasaba la noche en el avión, a medianoche arrancarían las estacas de la carpa. Eligieron a uno de los andinistas ya que al día siguiente sería su cumpleaños. Aquella noche nadie durmió y se la pasaron hablando sobre la vida de los andinistas y la aventura que los sobrevivientes habían pasado. A la mañana siguiente se desayunaron con té y galletas. Sobre las diez de la mañana aparecieron los tres helicópteros. Describieron círculos por encima de los restos del Fairchild mientras un camarógrafo capturaba el momento. Cuando por fin descendieron los helicópteros, los sobrevivientes se fueron acercando de a poco para subirse. Una vez que las tres máquinas se encontraron cargadas, los pilotos decidieron elevarse y emprender el viaje de vuelta hacia los Maitenes.
 
 
PRIMER GRUPO RESCATADO
SEGUNDO GRUPO RESCATADO
Canessa, Parrado, Daniel Fernández,
 Mangino, Inciarte, Carlos Paez,
 Eduardo Strauch, Pedro Algorta.
 Javier Methol, Roy Harley,
François, Sabella, Zerbino,
Delgado, Vizintin, A. Strauch.
22/12/72. A las 13hs se realizó rescate, de allí, los helicópteros volaron hacia Los Maitenes, y luego al Hospital San Juan de Dios en San Fernando.  22/12/72. Debieron esperar en los restos del Fairchild a que los helicópteros volviesen por ellos al día siguiente.
23/12/72. A las 11hs se realizó una misa en el hospital San Juan de Dios.
     A las 13hs, Inciarte y Mangino fueron llevados a Posta central de Santiago. 
A los otros seis sobrevivientes los trasladaron al Sheraton, donde luego se encontraron con seis de los chicos que habían sido rescatados un día mas tarde.
 23/12/72. A las 10hs se realizó el segundo rescate, de allí, los ocho sobrevivientes fueron llevados a Los Maitenes, desde donde volaron hacia el regimiento de Colchagua. A las 16hs los llevaron a Posta Central en Santiago. A Harley y a
Methol los internaron en la misma habitación en la que Inciarte y Mangino estaban ya hacía un día. 
A las 19hs los otros seis fueron llevados al Sheraton donde se encontraron con el grupo de sobrevivientes rescatados el día anterior.
24/12/72. Inciarte y Mangino fueron al
 Sheraton. Ese día (vísperas de Navidad) se encontraron nuevamente los 16.
24/12/72. Harley y Methol junto a Inciarte y Mangino fueron al Sheraton  y finalmente se encontraron todos para festejar la navidad.
Gracias Alejandra!!!!!!



                                                                                 Página hecha y mantenída por Alexis Scarantino.


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