Por mas que corro siento que el tiempo me está alcanzando.
En una sucia habitación Lodo se dispone a irse de juerga.
El suelo aumenta de nivel en capas marrones de locura.
En un circuito clausurado el aire me está faltando.
En la madeja de mis sueños, la mortaja de mis recuerdos.
En un capricho de la naturaleza el tiempo por fin me envuelve.
Morir no es el problema, el problema es de los vivos.
Recemos por la paz de la lluvia y los caminos laberínticos de sus soledades terrestres.