Gustavo Román Rodríguez, M.D.
Psiquiatra.
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Constituye ciertamente un fenómeno digno del mejor análisis por sociólogos y musicólogos, la persistencia del mito de Elvis Presley, el "Rey del Rock 'n' roll" quién 20 años después de de su muerte sigue viviendo; esto quedó ratificado en su reciente aniversario con las conmemoraciones especiales en los estados de Missisipi y Tenessee, las expresiones renovadas de duelo en el resto de los Estados Unidos y los recordatorios periodísticos en el mundo entero. Se va creando ya una especie de aureola de inmortalidad que se agiganta si se hace extensiva a la música que popularizó: el rock.
En 1955 el mundo contempló pasmado a un joven surgido en el ámbito de la música rural, que punteaba su guitarra mientras se contoneaba de manera "indecente", que no se intimidaba con las ácidas críticas de las generaciones maduras y que acabó por erigirse en el primer ídolo de la música rock -a la que seguirían más tarde la 'beatlemanía', el folk rock de los años sesenta y el 'rock pesado' de la actualidad. En realidad el rock causó el primer impacto nacional en los EE.UU en 1953, cuando Bill Haley y "Los Cometas.", un pequeño conjunto especializado en música rústica del sudeste del país, grabaron "Al compás del Reloj" Terriblemente impactante para la juventud de la época fué el anuncio de la muerte súbita de Elvis, el 16 de Agosto de 1977, a los 42 años de edad, víctima de sobredosis de barbitúricos y anfetaminas. Ese día falleció el ídolo y nació la leyenda, cuya música de fondo fué y continúa siendo el rock.
Diez años después del surgimiento de Presley, crearon furor en Inglaterra los Beatles, descomplicados músicos británicos que ejercieron un influjo sin precedentes sobre el rock'n'roll. Representantes de la generación anticonformista británica, los Beatles eran partidarios de los adolescentes sin oponerse por ello a los adultos.. Su éxito fué arrollador. Los Beatles dotaron al rock de una dimensión internacional. El primer ministro inglés los calificó de arma secreta de la Gran Bretaña para mantener la estabilidad de la libra esterlina.
En la década de 1960, las canciones rock tenían como tema el antiautoritarismo, la indiferencia afectiva, la desilusión, el amor comunal, la libertad sexual y la protesta contra la guerra y los prejuicios raciales.
En 1965 surgió el más importante intérprete del Folk rock, el poético y melancólico Bob Dylan, quién consolidó su evolución actuando por primera vez con guitarra eléctrica. En adelante y en su proceso evolutivo, la música rock ha sufrido cambios, con incremento de la percusión y letras cada vez más informales y agresivas, con tendencias al sensacionalismo morboso. Muchas figuras empezaron a explorar los temas de la homosexualidad , el transvestismo y la muerte violenta. Su más fiel exponente, Alice Cooper llego a utilizar mesas quirúrgicas y guillotinas en el escenario. El rock preocupa a la profesión médica, por su posible incidencia a largo plazo, en la pérdida de la capacidad auditiva a causa de la exposición prolongada al sonido amplificado. En los conciertos la intensidad del sonido alcanza a 120 decibeles -los aviones a reacción no deben sobrepasar 108 durante el despegue-.
Otra preocupación es la asociación de éste
género musical con las drogas. No cabe duda que el rock fomenta
el consumo de drogas. Así como en los decepcionados, los tangos
y la música de "despecho" aumentan la nostalgia e incitan a las
bebidas alcohólicas, el rock pesado excita a sus oyentes, aumenta
los impulsos de agresión y fomenta el consumo de drogas psicoactivas.
En el consumo influye además la identificación con los ídolos
adictos, varios de los cuales al igual que Elvis, fallecieron por sobredosis
( Brian Jones de "Los Rolling Stones", Fred
die Mercury del grupo "Queen").
El éxito sin precedentes de la revolución
del rock, se ha atribuído a la necesidad que sienten los adolescentes
de expresarse, y a pesar de que sus detractores desde hace varios años
vaticinaron su decadencia, hoy continúa tan vigente como Elvis y
Los Beatles.