Jorge Enrique Robledo
Castillo, Arquitecto
Profesor Universidad
Nacional de Colombia, Sede Manizales.
E-mail:
jrobledo@col2.telecom.com.co
Entre 1998 y junio de 1999, el Bancafé tuvo pérdidas por 422 mil millones de pesos. Y el gobierno nacional decidió la capitalización de la entidad, el cierre de oficinas y la venta del banco a inversionistas privados, todo lo cual exige comentarse.
Contra lo que pudiera creerse, esas pérdidas no pueden imputarse a los caficultores. En la cartera total del llamado "banco de los cafeteros", que es de 3.6 millones de millones de pesos (billones), apenas 138 mil millones de pesos es deuda cafetera, es decir, el 4 por ciento; y de ésos, solo 20 mil millones están en mora. O sea que de los 700 mil millones de pesos que hay vencidos en el Bancafé, los problemas con los caficultores representan menos del 3 por ciento.
De otro lado, a los caficultores, como al resto de los colombianos, se les impuso pagar el impuesto del dos por mil para "rescatar" el sector financiero, arruinado por las políticas neoliberales. Pero como los cafeteros siguen siendo un sector discriminado en su contra por todos los gobiernos, y con la venia de la cúpula de la Federación, Andrés Pastrana y Juan Camilo Restrepo, que son quienes legalmente tienen todo el poder en el Comité Nacional de Cafeteros, también decidieron tomar 460 mil millones de pesos del Fondo Nacional del Café, que es la plata del precio interno del grano, para "salvar" al Bancafé. El calibre de este asalto a los bolsillos de los empobrecidos caficultores se entiende con unas comparaciones: esa suma equivale a 23 veces la cartera vencida de los cafeteros en el Bancafé y a más del triple de toda la deuda cafetera en ese banco. Si esos 460 mil millones de pesos se hubieran dejado para el precio interno, la carga hubiera podido subir en unos sesenta mil pesos.
En la decisión del gobierno también está el despido de mil funcionarios y el cierre de cien oficinas del Bancafé, lo cual golpearía nuevamente a los caficultores, ya lesionados por el cierre de la Caja Agraria. En el caso del departamento de Caldas, se tiene decidido -así esté aplazado- el cierre de las oficinas de La Merced, Risaralda y Viterbo. En los dos primeras localidades es el único banco que existe.
Y para rematar las decisiones contra los caficultores, el gobierno de Pastrana también decidió venderle el Bancafé a inversionistas extranjeros, lo que sin duda llevará al cierre de más oficinas en las poblaciones menores, a una mayor concentración de los créditos y mayores tasas de interés.
Entre las pérdidas y la capitalización del Bancafé, los cafeteros han visto desaparecer allí, en el último año y medio y por cuenta de las políticas neoliberales, 882 mil millones de pesos.
Unidad Cafetera insiste en repudiar el trato discriminatorio contra
los cafeteros y el manejo de los recursos del Fondo Nacional del Café
como si fueran la caja menor del gobierno. Además, insiste en que
el "rescate" del Bancafé se haga, en su totalidad, con la plata
del gobierno y que se aumente, inmediatamente, el precio interno del grano.
Y da este nuevo golpe a los caficultores como otra razón para que
participen vigorosamente en el Paro Cívico Nacional que se inicia
el 31 de agosto.
Manizales, 23 de agosto de 1999.