Patricia Noguera Escamilla
Profesora Titular Universidad Nacional
de Colombia. Directora IDEA Manizales
Coordinadora Taller Hermenéutica de la Ciudad
E-mail: anoguera@nevado.manizales.unal.edu.co
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Ante el inminente peligro de que se privatice la universidad "pública" en el país, quiero presentar unas pocas reflexiones en torno a lo que he llamado la diversidad de la universidad pública.
No todo lo público en nuestra universidad, es tan público como querríamos que lo fuera. Por ejemplo la reducción de nuestra universidad a mera docencia, así en este momento se esté hablando de grupos de investigación, y así existan en nuestra universidad grupos de gran trayectoria investigativa. Nuestra universidad no es una universidad investigativa, sino una universidad donde se le da primacía administrativa y académica a la dictadura de clase. Esto impide que ella se estructure con base en la diversidad de problemas que plantea un mundo de la vida complejo, y que en cambio se encierre en los discursos disciplinares y transmisores de conocimiento, un tanto solipsistas no sólo por los discursos en sí mismos, sino por la actitud de quienes los dictan.
Unos discursos, donde no se admite la crítica, el error como posibilidad de construcción de conocimientos con sentido, que no se publican para evitar así la confrontación y la discusión, son discursos privados. Son discursos que se quedan a nivel de una relación de aula de clase cuadrada, donde el poder se ejerce a partir del concepto punitivo de evaluación, ante la ausencia de autoridad, pues ella se obtiene en la medida en que una comunidad, académica para nuestro caso, autoriza a un académico por sus aportes e investigaciones alrededor de las disciplinas e interdisciplinas que él trabaje, para hacer docencia.
Reduccionismo de la vida académica
Esta privatización de la vida
académica lleva a una pérdida de aquello que hace a la universidad
diversa y acentúa una serie de posiciones reduccionistas, incluso
en los mismo investigadores, que enumeraré enseguida:
1. Que la misión de la universidad deba ser únicamente docencia, únicamente investigación o únicamente extensión, pervirtiendo el sentido de relaciones complejas de las tres dimensiones.Cómo se hace pública la universidad. Mi experiencia2. Pensar que la universidad deba cumplir con un telos y por lo tanto, todo aquello que no responda a este telos, dejarlo de lado. Un caso concreto lo tenemos con los tres campos de investigación que represento en este Congreso: lo Estético, lo Ambiental y la Educación. Como dimensiones estructurantes de una propuesta de universidad hacia el siglo XXI, estos tres aspectos son marginales por ahora en nuestra universidad "pública", paradójicamente tan necesitada de reflexión, de una hermenéutica de la diversidad cultural, y de incluir en forma de red, otras dimensiones diferentes a la dimensión de la racionalidad instrumental, en la construcción de conocimientos y saberes.
3. La profesionalización de nuestra universidad pública, para que le "sirva al desarrollo del país" ha sido otra visión reduccionista, que no admite la presencia de la diversidad de saberes y problemas, y, lo más importante, la crítica sana, argumentada, pública que, de otro lado, es lo que hace a una universidad, universidad.
4. Pensar que todos los recursos económicos y el patrimonio humano que la universidad tiene, deba dedicarse en su mayoría a la investigación científica y tecnológica, obliga a que otras formas de saber académico, que no caben dentro de la concepción reduccionista de ciencia y de tecnología moderna, no ocupen lugar destacado dentro de la universidad. Me refiero concreta y precisamente a los campos en los cuales trabajo acompañada de un grupo de profesores y estudiantes. La educación se ha reducido a un tema que supuestamente trabajan algunos "especialistas en educación", dentro y paradójicamente, del centro educativo más importante del país. Es tema de algunos trabajos de investigación, y no el problema central de reflexión de nuestra universidad pública. ¿Por qué? Porque se cree que los saberes están terminados y lo que hay es que comunicarlos. Prueba de ello es por ejemplo el premio a la docencia excepcional. En nuestra sede, este tipo de premios se le ha entregado en un 90% a profesores que no cimentan su docencia en la investigación, y que por lo tanto no publican. Afortunadamente existe un 10% que es el que hay que aumentar.
5. Al profesor que trabaja menos, se le exige menos, lo cual reduce cada vez más la posibilidad de construir a partir de la cotidianidad educativa, un proyecto de universidad que se plantee problemas integrales complejos de estudio de una sociedad compleja y en crisis como la nuestra.
6. Se "macartizan" los profesores y los problemas mismos: a los profesores que investigan y producen, que lideran grupos de trabajo y que creen que la universidad debe ser la conciencia crítica de la sociedad, se les rotula de neo liberales o amantes del puntímetro. Además, de paso, se les ubica como aquellos que buscan la privatización de la universidad, porque no participan de las reuniones gremialistas que cada año y por la misma época culminan en un paro, porque ante la ausencia de un discurso coherente sobre la universidad pública, sólo resta asumir que somos obreros de la industria de la educación y que por lo tanto hay que parar....con el inconveniente de que nuestros paros no suspenden la producción industrial y económica del país. Se lucha por la universidad pública, pero se trabaja reiteradamente por su privatización en la medida en que a los profesores mediocres nunca se les molesta ni se les saca de su silencio sepulcral, y a los que hacen academia, se les tilda de neoliberales. Se confunde ser productivos con simpatizar con lo privado, y ser mediocres con ser públicos.
7. Igualmente, se confunden los términos de la crítica, y con argumentos extra académicos nos lanzamos en defensa de la universidad pública, cuando ella debería hablar por sí sola a través del desarrollo de un pensamiento crítico y universal (no cuantitativa sino cualitativamente), de una presencia en las mesas de decisión más importantes, sin entrar a hacer concesiones con los políticos de turno, para obtener algunos dividendos. Esto sucede porque nos importa de la universidad pública, los dividendos que le da el estado, y no su sentido integral de lo público: respeto por la divergencia, argumentación para llegar a acuerdos mínimos o para mantener en un disenso creador de pensamiento, posibilidad de crítica, escritura y publicación de los saberes, que es lo que hace público el espacio académico de una universidad pública, existencia de una alta reflexión filosófica que es la que permite trabajar teóricamente y posibilita la construcción de las mismas ciencias, tecnologías y tecnociencias.
Sé que lo que estoy planteando
públicamente puede ser interpretado de múltiples formas,
y eso no puede evitarse. Además no puede ser de otra forma. Pero
si quisiera enfatizar que lo que estoy haciendo aquí es defender
la posibilidad de que seamos una universidad pública. Pero es necesario
poner el dedo en la llaga para no caer en deberes seres, y posiciones.
A nosotros nos corresponde el deber ético de la crítica y
la autocrítica. Por esta razón, quiero plantear muy brevemente
por qué lo Estético, lo Ambiental y la Educación,
como tres propuestas problemáticas en red, nos han permitido hacer
universidad pública, a pesar muchas veces de la misma universidad
"pública" reduccionista que quise caracterizar arriba:
1. Los tres temas - problemas o campos no los hemos mirado aisladamente, sino en sus relaciones complejas en el mundo de la vida.Los miembros del PUI en educación, han asumido la dimensión ambiental como una propuesta que trasciende los ecologismos pseudo religiosos de fin de siglo y de milenio. ¿Cómo? A través del conocimiento de las investigaciones interdisciplinarias e interinstitucionales que ha hecho el IDEA, que corresponden con la universidad pública del siglo XXI pero que no corresponden con la universidad disciplinar del sigloXX. Esto ha llevado a que varios miembros de estos grupos y programas se hayan interesado por mirar dentro de una relación compleja aquello que parecía tan abismalmente distinto.2. Por esta razón, el grupo de estudios estéticos, los grupos y programas del IDEA capítulo Manizales, y el PUI de Educación, se comunican permanentemente por medio de investigadores comunes a los tres campos, y, principalmente, por medio de proyectos de investigación que:
Nutren la docencia, pues hay varios estudiantes que participan en las investigaciones y además, han surgido cursos de contexto, seminarios de pre y postgrado, ciclos de conferencias, líneas de profundización, tesis de especialización, maestría y doctorado, que recogen también en red estos tres campos que parecen tan lejanos.
Acercan las facultades y los departamentos, por medio del trabajo interdisciplinario, lo cual enriquece los discursos aún muy monodisciplinarios e instrumentales. Esto rompe con la concepción aislada que conlleva una visión disciplinar y muy compartimentada del mundo en su complejidad (en él incluimos a la especie humana, con su gran particularidad: la cultura)
Han generado una serie de inquietudes muy sanas en aquellos que no nos conocen: se preguntan por ejemplo, cómo es que a un Congreso de Educación ambiental, se puede llevar una ponencia sobre filosofía de la corporeidad (tesis de doctorado laureada), y ésta permita la comprensión de un modelo de investigación ambiental rural (PRONATA - Universidad Nacional IDEA Manizales)...Y que a los diversos espacios de intercambio como seminarios, foros, simposios, puedan ir diferentes representantes y no siempre la misma persona. La misma universidad pública, nos pregunta cómo es que hay gente "de afuera" (ni estudiante matriculado ni profesor nombrado por concurso), es decir, docentes vinculados como "ocasionales" o personas que han trabajado ad honorem en investigaciones de la Universidad pero que no "pertenecen" a la universidad, que lleven excelentes ponencias a congresos a nombre de nuestra universidad?. A esas preguntas les hemos respondido con otra pregunta: ¿qué es universidad pública, cuando no reconoce como perteneciente a la universidad a aquellas personas de la Sociedad Civil, que aportan a sus espacios de investigación y reflexión? Si lo público es por esencia participativo, ¿no ejerce más lo público esa persona que aporta al pensamiento así "no pertenezca administrativamente" a la universidad? Porqué el acto burocrático de cobrar un sueldo y de tener una estabilidad laboral, le da más "pertenencia" a la universidad pública a una persona, que el acto de pensar la universidad, y pensarla públicamente por medio de la presentación escrita de su pensamiento?
La comprensión de la especie humana como una especie cuya naturaleza es construir cultura, y que por tanto, su naturaleza es el artificio, nos lleva a comprender que la estética entendida ella no sólo como filosofía del arte o teoría del arte, sino como la capacidad humana de dar forma a la naturaleza ecosistémica y a la naturaleza cultural, es una dimensión estructurante de la educación y no un apéndice del currículum. Así se ha encontrado que la creatividad va en dirección inversamente proporcional con la acumulación acrítica de información en nuestra escuela. Y este también es visto, por parte del grupo de educación ambiental, como problema ambiental de la cultura.
Universidad, ámbito de lo público
Nuestra experiencia de trabajar en red al interior de estos tres grupos partiendo de problemas complejos de investigación, y nuestra producción a nivel nacional e internacional, nos llevan con cierta autoridad moral, que para el caso de la academia equivale a la autoridad académica, a plantear que es posible aún, defender la universidad pública. ¿Cómo? Ejerciendo, como diría Kant hace 200 años, el derecho a pensar públicamente, para poder tener una autonomía. Pensar públicamente, significa argumentar y no imponer; significa salir de una concepción sofística de lo público para entrar en el espacio de lo público que es nuestra universidad. Este espacio se construye a partir de lo divergente, de la alteridad. La universidad pública se está construyendo; pero por ahora y por las razones reduccionistas expuestas arriba, prima una universidad sin autonomía. sin espacios permanentes para la crítica, donde lo público se reduce a los recursos que le da el estado.
Es urgente una reforma administrativa que permita una relación directamente proporcional de ella con los desarrollos académicos; es urgente no ampararnos más en las limitaciones burocráticas y/o legislativas de la universidad, para no enfrentar los retos que tiene nuestra universidad de cara al siglo XXI. Es urgente una reforma administrativa que permita la diversidad de investigaciones, el trabajo interdisciplinario, la interinstitucionalidad. Es urgente construir una cultura de la evaluación integral, crítica y continuada al interior de nuestra universidad. Es urgente que la universidad no imite en pequeño, lo que nuestra ladina clase política hace en grande: es urgente que se reconozcan las hojas de vida de los profesores, para que quien administre la academia sea el mejor académico. Y ello en mucha parte, lo dice su capacidad de construir espacios de lo público en el espacio público que es nuestra universidad.
O si no, qué es universidad pública?
La ausencia de un grupo crítico en nuestra universidad, muestra la necesidad de una práxis de lo público. La confusión entre lo gremial y lo académico, lleva a que los discursos sobre nuestra universidad sean más lugares comunes que propuestas surgidas de la práctica investigativa, y que haya una gran tendencia a la "macartización" de quienes piensan diferente. A quienes no piensan no se les incomoda... se les tolera con la misma impunidad con la que a diario vemos otras injusticias y violencias y ya no decimos nada. Es más: pareciera que se confunde diversidad de criterios con la posibilidad de que existan unos que piensan la universidad y otros que no. Mi pregunta sería: ¿a cuál de las dos universidad apuntamos? A la universidad que se llama pública por el hecho de recibir dineros del estado o a la universidad que se construye como pública a partir del ejercicio público del pensar?
Espero que lo planteado aquí se entienda como una propuesta de universidad pública y no como una defensa de su privatización... porque este proceso hace algunos años se inició con el hecho de ocultar la mediocridad bajo el concepto de estabilidad laboral que da el estado.
Espero también, que se entienda que tanto la crítica como la propuesta han surgido de la práctica investigativa en red de estos tres grupos. De ella ha surgido la crítica a la monodisciplinariedad docencial, y la propuesta de la interdisciplinariedad investigativa. Ha surgido también la necesidad de trabajar sobre problemas, construyéndolos, mirándolos desde diversas perspectivas, y la crítica al trabajo curricular sobre temas o items. Ha surgido la necesidad de pasar de una visión jerárquica de la misma universidad, a una visión en red, donde quepa la diversidad de pensamientos. Las jerarquías terminan excluyendo; son reduccionistas. La red se amplía, respeta los sentidos, las diferencias. Lo público de nuestra universidad depende en gran medida de la solidez académica con la que nuestra universidad pueda argumentar su necesidad social. Y esa debe convertirse en tarea prioritaria de todos. Sabemos muy bien que el problema de "privatización" no se soluciona solamente con argumentos, pero pensamos que nuestra tarea no puede ser otra. Los mejores argumentos son su solidez científica y tecnológica con sentido cultural, pero también, y dentro del concepto de red, su nivel de reflexión teórica, de construcción de saberes, y de comprensión del mundo de la vida. Todo ello dentro del concepto de lo público como construcción permanente.
26 de abril de 1999