Patricia Noguera Escamilla
Profesora Titular Universidad Nacional de Colombia.
Postgrado en Estética

E-mail: anoguera@nevado.manizales.unal.edu.co
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Se realizó en Manizales el Festival Internacional de Música de Cámara Ciudad de Manizales 150 años, bajo el auspicio del Ministerio de Cultura, la Gobernación de Caldas, la Alcaldía de Manizales y la Corporación para el Desarrollo de Caldas, de manera supremamente exitosa. La mejor música del mundo, fue interpretada por excelentes intérpretes tanto nacionales como de otros países, con lleno en el Teatro Fundadores desde el martes 27 hasta el 30 de abril.

Sin embargo, quiero destacar el momento histórico que vivimos el miércoles 28, con el estreno del Concierto para cuarteto típico colombiano y orquesta de cuerdas, del maestro Héctor Fabio Torres Cardona, que, no me quedan dudas, pertenece al conjunto de la mejor música de un compositor colombiano que hemos escuchado en la última década y que ya ocupa un lugar importante en la historia de la música colombiana y universal.

Es difícil aceptar propuestas nuevas dentro de la actitud conservadora que prima en las estéticas restringidas (música, pintura, escultura, literatura); precisamente se han llamado restringidas porque en los artistas que las practican hay un cierto temor a la innovación y a la ruptura del canon. De otro lado, quien como el maestro Torres, se atreve a transgredir magistralmente la "normalidad" estable de cierto ámbito de la música colombiana, se enfrenta necesariamente a reacciones que van desde el rechazo rotundo, el mismo que sufrieron Gershwin o Piazzolla, hasta la ovación y la admiración que surge de quienes queremos que nuestra música supere las repeticiones nostálgicas y simplistas de un sentimiento bucólico, que no alcanza a expresar las transformaciones y la complejidad de la vida cotidiana de nuestro país actual.

Si bien, cuando un creador compone su obra no está pensando en analizar o explicar los conflictos culturales propios de su contexto cultural, pues esto significaría que el arte estaría condenado a las determinaciones de dicho contexto, el arte expresa el espíritu de su época; esto hace que el arte sea actual, y que al mismo tiempo permanezca, o sea que por ser actual, se torne clásico. Dicho de otra manera, lo que hace clásica una obra de arte, no es sólo que sea actual en un momento dado, sino que permanezca como actualidad. Y eso pasa con las obras compuestas por Héctor Fabio Torres, por lo que, considero, es uno de los más importantes compositores colombianos de fin de siglo, en el panorama de la música universal, entendiendo por universal no lo que se opone a lo regional, sino, por el contrario, aquello que sabe expresar en términos universales su identidad regional. El concierto estrenado el miércoles da cuenta perfecta de ello.

El concierto se divide en cuatro movimientos: Brío, Sombrío, Bucle y Alive. Cada movimiento es un trabajo de gran calidad expresiva, donde la técnica de interpretación de las cuerdas típicas, se mezcla armoniosamente con la técnica de interpretación de las cuerdas clásicas, borrando bellamente esa frontera, esa separación odiosa entre lo "clásico" y lo "popular", que se logra en obras de grandes jazzistas como Ellington o Grapelli. Sentimiento, técnica composicional impecable y estilo único, son los tres garantes de que esta obra hace lo mismo en la música colombiana. La música de Héctor Fabio Torres, además, es una invitación a la meditación y a la reflexión de lo que significa la creación que conjuga genio y disciplina.

Y es que desde hace cinco años, estamos asistiendo al ensamblaje del grupo Ensamble con la obra del Maestro Torres, y cada vez que tenemos el honor de escucharlos, encontramos que ese ensamblaje es perfecto. Desde el punto de vista musical, el compositor y los intérpretes forman una unidad en la diversidad, como hacía tiempo no encontrábamos, hasta el punto que cuando se habla de ensamble se piensa en sus tres componentes: compositor, intérpretes y obras, en una mímesis estética, que se sintetiza en una especie de belleza futurista. El maestro Héctor Fabio Torres, es en sentido estricto Maestro no tanto porque enseña a interpretar a sus alumnos obras de otros, sino porque a través de la creación (suya y de sus estudiantes), enseña a sus estudiantes a volar solos. Para Héctor Fabio, como para todo aquel que consideramos Maestro, no existe "alumno" palabra que etimológicamente significa "sin luz", sino estudiante. Él como excelente pedagogo que es, cree en sus estudiantes, y él mismo es un estudioso incansable. Por eso es un creador y hace que sus estudiantes sean creadores, más que repetidores, aunque es característico de las buenas interpretaciones la creación. La música no puede ser una camisa de fuerza, sino la posibilidad de construir mundos nuevos, donde podamos ser felices. Y feliz fui, como oyente que ama la música, ese maravilloso miércoles con la presentación de Ensamble y del ensamblaje que se dio entre ellos, la orquesta de cámara, el concierto y el compositor.

Héctor Fabio Torres está haciendo historia y Ensamble, además de excelente es uno de los grupos más innovadores de nuestra música. No son casuales los premios y reconocimientos que han merecido tanto nacional como internacionalmente.