Es la una de la madrugada, todos se han acostado en casa y yo estoy trabajando para a.l.a.b.e.n.t.e. (lo hago porque me gusta, nadie me obliga), tengo que escribir a un doctor pidiendo un favor para la Asociación y debo releer el último boletín, que le voy a enviar, pero esta vez, lo hago mas despacio y relajada, oyendo mi música preferida, ¿es un momento feliz?... Creo que si.

Me parece que ya os comente la última vez, que el boletín esta muy bien, yo no escribi nada en él y puedo decirlo sin rubor, soy una madre, no soy especialista en nada y no puedo juzgar la calidad de los trabajos de forma profesional, pero puedo hacerlo desde el corazón, y de verdad, que hay cosas que llegan muy adentro.

Por ejemplo, el escrito de Susana H.G., me hace pensar en que nuestros hijos son valientes, porque cuando reconocen la enfermedad son capaces, de dar ánimo a los que en algún momento tienen el punto bajo.

  Cuando salen, ¡Porque salen!, (nada ni nadie me hará creer lo contrario), están dispuestas o dispuestos a contar que no es imposible salir, que duele hablar de ello, ¡¡y mucho!!, pero lo hacen, aunque lo pasen fatal, sólo para ayudar a otros que pasan por el infierno que ellos pasaron.

  Porque si nosotros los padres, lo pasamos mal, ¿imaginais como lo pasan ellos y ellas, sabiendo el daño que nos hacen y sabiendo que para nosotros, son lo mas importante del mundo?.

No podemos hacer nada por convencerles de que son maravillosos, buenos hijos, sensibles,... que la belleza que tienen todos y cada uno de ellos es mucho mas grande que toda la ingente cantidad de cuerpos fabulosos que pueblan el mundo y que con el tiempo se han de poner ajados, pero que el corazón y la belleza interior que ellos tienen, NUNCA, NUNCA, se ajará, porque  hay mil cosas maravillosas en la vida que ellos saben valorar, (la mayoría pequeñas cosas). Como dice Susana : "...soy feliz por el simple hecho de despertar cada mañana".

Por favor hacerme caso, sed felices, es lo único que, no podemos compraros los padres con dinero y sin embargo es algo por lo que todos nosostros sin excepción daríamos nuestra vida. Por eso vamos a luchar siempre y ¡ojalá! acepteis nuestra mano para empujar o tirar de vosotros, o quizás, solo para acariciaros y deciros:
¡Aqui nos teneis y somos incondicionalmente vuestros!.

Enero,1999
Mª.Blanca G.R.
Presidenta de a.l.a.b.e.n.t.e.