Era un hotel cerca de la playa ... Henry, sentado entre las rocas, a escasos metros de la construcción, comenzó a escribir:
"Estaba ubicado en un lugar sin sombras
concretas, apagado,
en donde la sucesión de los días se marcaba solamente
por la oscuridad
que bañaba al paraje.
Los árboles estaban sin hojas, víctimas
del eterno gris en que vivían. El
viento, siempre al acecho, no perdía oportunidad de quebrar
aún mas las
pocas ramas ya secas, enredándolas en torno a un punto
imaginario y
haciéndolas bailar en un susurro frío. El pavimento,
a tono con el paisaje
oscuro y deprimente, formaba un camino sinuoso y quebrado entre
el hotel,
la playa y la carretera.
El hotel, llegó definitivamente a
un acuerdo con la imagen de soledad
que lo rodeaba. Este, ya solitario desde hace algunos años,
se fue
deteriorando hasta formar un lazo estrecho con la soledad y tristeza
que
lo circundaba."
Henry se detuvo. Si alguien piensa que este es un lugar aterrador, está en lo cierto. Y, a lo largo de los años hubieron muchas ocasiones de comprobarlo. Un aura extraña rodeaba ese lugar. Los cuatro muchachos de los que Henry va a escribir ahora se dieron vagamente cuenta de esto, y decidieron utilizarlo. Realmente no sabían en donde se habían metido ...
Y continuó:
"Ellos eran jóvenes, con la
curiosidad y vitalidad propias de su edad.
Por causas del destino, decidieron enfocar gran parte de esta
energía
en la producción del video y el cine. Querían filmar
algo realmente bueno.
Esta historia comenzó cuando John
en un viaje al exterior, se
compró una cámara de video. Esta era muy impresionante,
de las nuevas.
Era liviana, no necesitaba mucha luz para filmar, y funcionaba
con
baterías de larga duración. En unos meses, John
junto con los otros tres
protagonistas de este cuento, Henry, Alexander y Charles, se fueron
metiendo en los secretos, trucos y reglas de la filmación.
Filmaban sobre un auto, una moto, desde
el techo de un edificio, a través
de distintas lentes, buscando los ángulos, grados de luz
y métodos
perfectos ... Eran unos apasionados del tema, sin lugar a dudas.
A medida que iban descubriendo el mundo
de la imagen, fueron
plasmando sus ideas en cinta. Filmaron pequeñas películas,
tal como
"Mortimer, el loco del Musto" en la cual Henry hacía
de Mortimer,
teniendo que saltar de un segundo piso del "Molino de Pérez"
ubicado en
Punta gorda, sobre la rambla, a la altura del arroyo. Como ven,
Henry
era el que aportaba el grado de locura a la filmación.
Charles era el
humorista y crítico del grupo. tenía la extraña
habilidad de encontrarle
el lado chistoso a todas las situaciones en las que se encontraban,
y
era también un gran crítico, con mucho sentido común.
John, dueño de
la cámara, hacía de camarógrafo, y por último
Alexander era el actor
nato del grupo."
Henry empezaba a disfrutar de este cuento. Alexander le gritó no se qué cosa desde la entrada del hotel, pero él no le hizo caso, y retomó su escritura:
"Era cada vez mas clara para ellos
la necesidad de hacer
'la película'. Empezaron a escribir un guión, sobre
una idea de Charles.
La idea era ambiciosa: Una película que incorporara las
ramas del terror
y la Ciencia Ficción junto a una trama policial.
El guión trataba de la historia de
tres estudiantes de ingeniería
que alquilaban una casa en un balneario para estudiar, y si podían,
pasar
un momento tranquilos, alejados de 'la ciudad'.
Al llegar a la casa se encontraban con que
era una casa muy vieja,
en pésimas condiciones. Una vez dentro, la imagen exterior
se repetía,
mostrándoles un living lleno de telas de araña,
con la pintura caída, y
los muebles rotos, anticipándoles lo que sería seguramente
el resto de
la casa.
Al entrar, dejaban su primera tanda de valijas
junto a la puerta, y
salían a entrar los bultos que faltaban. Cuando volvían
con estos,
el living era totalmente distinto: los muebles aparecían
en excelentes
condiciones, tapados por sábanas, las paredes no podían
estar en mejores
condiciones, y para rematar el cuadro, todo aparecía bañado
por una
extraña luz. Por supuesto, las valijas que habían
entrado al principio,
aún se encontraban al lado de la puerta. A partir de este
momento, todo
lo que sucedía en esa casa era totalmente desconcertante:
los cuartos
cambiaban de lugar, las cosas aparecían y desaparecían,
y uno
a uno, los estudiantes (para no desentonar con el ambiente) desaparecían
también.
Al final, quedaba solamente uno de ellos
que a través de diversas maniobras
empieza a descubrir la verdad que los estaba envolviendo, y finalizando
toda
la idea con una excelente vuelta de tuerca, que no vamos a develar
aquí !
Ese era un buen guión. Era un buen
guión siempre y cuando
encontraran una casa que reuniera las condiciones necesarias ..."
Henry levantó la vista para observar que Alexander y John se encontraban caminando hacia la carretera, alejándose del hotel a paso cansino. Se aprestaban a ir de compras (tenían un bolso de mandados con ellos) ... tardarían al menos una hora.
En ese momento Alexander se dio vuelta, y al ver que Henry los estaba observando, este le hizo un gesto no muy amistoso con las manos. Seguramente quería que él fuera en un principio.... -no importa- , se dijo Henry ... -yo de aquí no me muevo- y acto seguido tomó nuevamente la lapicera y se aprestó a continuar escribiendo:
" Tanto John, como Henry y Alexander
estaban de acuerdo con la
idea de Charles. Pero, había que encontrar un lugar que
reuniera las
condiciones que imponía la casa descrita en el guión,
y a eso se avocaron
nuestros amigos durante todo un mes. La solución la trajo
el tío de
Charles.
En sus vacaciones, los tíos de Charles
suelen ir a Piriápolis,
y recordaban a un pequeño hotel, junto a la playa, unos
kilómetros antes
de llegar allí, que desde hacía unos años
estaba cerrado. Al parecer,
por las descripciones que les dio del lugar, era perfectamente
apto
para rodar la película. Ese sábado, Charles y Alexander
fueron hasta
allí para intentar localizar al dueño de ese hotel.
Gracias a las
indicaciones que les dio el tío de Charles, llegar no fue
muy difícil.
Una vez allí se maravillaron. Era exactamente lo que querían,
y
según Charles, el lugar estaba rodeado de la atmósfera
exacta que él
tenía en mente para la película. Incluso, según
observó Alexander, el
día ayudaba mucho, ya que no había sol. A pesar
de estar el cielo
bastante despejado, las pocas nubes que habían se encontraban
agolpadas
de tal manera y bajo tal ángulo que el astro rey no llegaba
a esa zona,
quedando todo bañado con una luz blanquecina, especial
para filmar ya que
no genera sombras y los colores naturales salen perfectos. Lo
que
Charles y Alexander no sabían era que este cuadro tan particular,
cargado de la atmosfera extraña a la que hacía referencia
Charles, formaba
parte de ese lugar, pertenecía al hotel.
Consultaron con unos vecinos del lugar -aunque
el término vecinos
se debe aplicar como es común en el interior del país,
separados
tres kilómetros el uno del otro- y llegaron a la conclusión
de que el
hotel no tenía dueño, o este nunca había
aparecido en los últimos 7 años.
Al anochecer se dirigieron a la espera del
ómnibus que los traería
de vuelta a Montevideo, y este como es costumbre, pasó
dos o tres horas
atrasado. A la vuelta, Henry y John escucharon, emocionados, el
relato
del lugar.
Decidieron utilizarlo para el rodaje de
la película. Dentro de
dos semanas sería la semana de turismo, y aprovecharían
para irse al hotel
con todo el equipo, a filmar."
Charles se había acercado sigilosamente al costado de Henry, y se encontraba leyendo todo el material en la medida en que él lo redactaba. Henry, notó su presencia, y siguió escribiendo:
"Llegaron al hotel una hora mas tarde
de lo previsto gracias al
ómnibus, que, recuerden, como es costumbre suele atrasarse.
Luego de caminar
un kilómetro (metros mas, metros menos) se enfrentaron
con el mismo cuadro
que dos semanas atrás habían visto Charles y Alexander.
Henry, que iba con su viejo grabador a todo
volumen (escuchando
'wild wild life' de los Talking Heads), tema a tono con el día
de verano
que estaba pasando, tuvo que apagarlo de la impresión que
le dio el
cuadro deprimente que se encontraba ante él. John no pudo
mas que
felicitar internamente al tío de Charles por haberles dicho
de este lugar.
Casi tiraron abajo la puerta de entrada,
pero Alexander, el único
al parecer con sentido común les dijo que probaran con
la llave que estaba
colgada al costado del marco superior de la puerta. Efectivamente,
la misma,
tras gran cantidad de intentos fallidos a causa del herrumbre,
logró
abrir la enorme puerta. Una vez dentro, las únicas palabras
que
describieron perfectamente lo que se les presentó ante
sus ojos fueron las
pronunciadas por John: 'Es exactamente lo que describimos en el
guión!'.
Por supuesto que era lo que habían
descrito allí, y había
sido así durante todo el último mes, porque el hotel
los estaba esperando,
y ya sabía lo que querían. Toda la región
estaba hambrienta de estos
cuatro jóvenes. Las raíces de los árboles
vibraron con nueva
vida al sentir los pasos de nuestros amigos. Las nubes se apresuraron
a tapar
aún más al sol, y el viento se escondió pronto
para saltar sobre ellos.
Todo el lugar los estaba esperando, y ellos no sabían nada."
Charles tenía toda su atención puesta en el cuento de Henry, que dándose cuenta de esto tomó mas impulso en la escritura, continuando:
"-Debemos apresurarnos a instalar el
equipo. La atmósfera que hay
en este momento se puede ir en cuestión de horas.- Dijo
John, unos
segundos después de entrar. Henry, que también oficiaba
de changador de
equipos, se descolgó del hombro la valija que contenía
la cámara y
el trípode, disponiéndose a armar todo el set de
filmación. Apoyó su
grabador en una ruinosa mesa que se encontraba a unos metros de
la puerta,
poniendo el casete 'Arena' de DURAN DURAN a tocar, para alegrar
el
ambiente y sacó la cámara de la valija. Comprobó
las cuatro baterías que le
iban a dar energía a la misma durante 8 horas, y los 4
cassettes de video,
dejándolas al costado del grabador.
En ese momento, John le pidió que
suba con la cámara y el cassette
número uno cargado. Henry tomó ese cassette, y se
dirigió donde
estaba la cámara. Al pasar frente a la puerta de entrada,
le pareció que
unos metros mas allá del porche de entrada del hotel un
árbol se había
inclinado extrañamente, pero eso era ridículo. Cuando
fue a colocar el
cassette de video en la cámara, este era el número
tres, y no el uno.
-Obviamente, estamos todos locos- Dijo Henry
en voz alta. Se dirigió
a la mesa, tomó el cassette uno, y lo colocó dentro
de la cámara.
El hotel se estaba entrenando, estaba practicando sus trucos.
Al anochecer, ya habían adelantado
en algo la filmación. Pero
aunque la cámara filmase con poca luz, todo tiene un límite,
y había
que esperar al otro día. Nuestros personajes se dispusieron
a pasar la
noche adentro del hotel. Extendieron los sacos de dormir en el
hall de
recepción, arreglaron las alarmas de los relojes para las
6:30 de la mañana,
cenaron y se acostaron.
Cuatro horas después, empezaron los problemas.
Un grito desgarrador despertó a Alexander.
Este, tan pronto como
pudo encender su linterna, se percato de que los sacos de dormir
de
Henry y Charles estaban vacíos.
Se apresuró a despertar a John, y
lo puso al tanto de la situación.
Ambos muy despiertos ahora, empezaron a llamar a Henry y Charles.
Como nadie contestaba, decidieron ir a buscarlos.
Según Alexander, el
grito salió de el primer piso del hotel. Se dirigieron
a la escalera,
y empezaron a subir. En eso, John vio algo. Unos escalones mas
arriba,
algo brillaba a la luz de la linterna, y se movía. Cuando
se acercaron
lo suficiente, vieron que era líquido, de color sangre.
Alexander, viendo que John estaba demasiado
asustado como para
hablar, dijo lo que estaban pensando los dos: -Eso es sangre-.
Juntaron valor y ánimos de donde
pudieron, y subieron hasta el primer piso,
siguiendo los rastros de la sangre. Dos metros mas allá
de donde muere la
escalera, se encontraba Henry, bañado en un charco de sangre.
Los gritos emitidos por John y Alexander
llegaron a ser escuchados
varios kilómetros a la redonda. Y continuaron gritando
por unos 20 segundos,
hasta que John vio un ojo, un ojo brillante que se encendía
y apagaba
unos metros mas atrás de donde yacía el cuerpo de
Henry, en la oscuridad.
Entonces John gritó mas fuerte, y luego pensó.
Tras unos segundos de complejos cálculos
en su cabeza, John
volvió a gritar, pero esta vez pateando el cuerpo inmóvil
de Henry.
Todo era un truco, y seguramente Charles
estaba detrás del ojo rojo, que
no era otra cosa que el indicador de la cámara que estaba
filmando.
En este momento, Henry se incorporó,
y salió corriendo, hacia el
ojo rojo, de donde emergió Charles, y los dos empezaron
a reír
descontroladamente. "
Henry terminó, entregándole la última hoja a charles, quien comenzó a reírse desaforadamente, mientras que sus ojos comenzaban a brillar. Ahogado, entre risas, su único comentario fue "Hoy de noche ... hoy de noche sin falta!" ...
Por supuesto, los personajes son reales
y su manera de ser
es muy próxima a la realidad. Un gran porcentaje de los
hechos
ocurridos en el relato, tuvieron cabida en el mundo real, y otros
pasaron mas de una vez por la cabeza de los personajes.