Los Tiempos Que Corren
E. Avalle 12/1999
Por un momento imagino haber nacido miles de años atrás.
Los reinos estan manejados con pasión, calor y mas allá de que la vida la puedo perder fácilmente -estos son tiempos en los cuales los Dioses se mezclan seguido en nuestros asuntos y reclaman sus caprichos con verdadero furor-, las oportunidades de declarar un amor, reinvindicar un derecho, o ganarse la libertad requieren de un valor real, una oportunidad y un momento concreto y muy probablemente único.
Despacho estas imagenes de mi imaginación y retorno a la comodidad de mi fin de siglo 20.
Me sorprendo a mi mismo, feliz e ignorante, pendiente del reflejo que genera la luz fria de un monitor sobre mi retina. "Lejos voy llendo si... pero sin rumbo!" me digo a mi mismo, luego de salir de mi hipnótico trance.
Los Dioses han salido corriendo asustados del escándalo de nuestro mundo que los ha olvidado hace ya un buen tiempo y en forma irreverente se burla de ellos. Está bien, esto es el progreso. Pero ante tanto dinamismo y cambio, la humanidad sigue compuesta por individuos que tienen exactamente las mismas capacidades, virtudes y defectos que aquellos antiguos. La diferencia la hacen concretamente los medios y el consumismo.
Hora es de poner mis pies sobre tierra firme y cuestionarme.
Estoy perdiendo contacto conmigo mismo ?
Puede ser, pero quiero pensar que soy consciente del problema. Para jugar en este juego, hay que derribar las etiquetas, gran parte de las rutinas, el conformismo, la falta de sentimientos, la liviandad de pensamiento y la adopción de las tontas reglas sociales que nos imponen en función de la mercadotecnia. Que difícil!! Estos dragones son magnitudes de veces mas sutiles que los otros y carecen de corazón, por lo tanto no los matamos con un ataque. Se me ocurre que a estos fenómenos alcanza con darle la espalda... los mata la indiferencia. Tampoco es tan fácil... ya que muchas veces estos traen en su lomo gente que los secunda en su propia cruzada.
Momento de hacer la siguiente pregunta:
Alcanza con darle la espalda a este fenómeno, o debo tomar parte activa he intentar que otros vean a lo que se están sometiendo ?
Los derechos de uno terminan donde empiezan los de los demás, y si un individuo se deja llevar por el esnobismo... allá él. Pero esto puede sonar a egoismo e indiferencia por mi parte.
Y que pasa -por otro lado- si el equivocado es uno, y resulta que estos son tiempos de vivir la vida en comunión con los medios y el consumismo, sólo que es uno el que vive en la "obscuridad" ?
En todo caso, es lícito defender y promover las ideas que uno genuinamente siente. Lo que hay que evitar es hacerlo a través -nuevamente- del ataque. Alcanza con hacer lo necesario para correr una punta del velo que -según nuestra percepción- cubre al otro, y observar (MUCHO) las reacciones. De las mismas podemos llegar a aprender muchísimo... tanto como incluso finalmente determinar que -sea en el asunto que sea- nosotros somos los equivocados!.