PRINCIPIOS DEL DESARROLLO SOSTENIBLE
Publicado por el Departamento de
Información Pública de las Naciones Unidas
DPI/1868/SD -- Febrer
Un futuro sostenible
El medio ambiente se convirtió en una cuestión de importancia internacional en 1972,
cuando se celebró en Estocolmo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Humano. Enlos años subsiguientes, las actividades encaminadas a integrar el medio
ambiente en los planes de desarrollo y los en procesos de adopción de decisiones en el
plano nacional no llegaron muy lejos. Aunque se avanzó algo respecto de cuestiones
científicas y técnicas, se siguió soslayando la cuestión del medio ambiente en el
plano político y se fueron agravando, entre otros problemas ambientales, el agotamiento
del ozono, el calentamiento de la Tierra y la degradación de los bosques.
Cuando las Naciones Unidas establecieron la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y
el Desarrollo en 1983, era evidente que la protección del medio ambiente iba a
convertirse en una cuestión de supervivencia para todos. La Comisión presidida por Gro
Harlem Brundtland (Noruega) llegó a la conclusión de que para satisfacer "las
necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para
satisfacer las propias" la protección del medio ambiente y el crecimiento económico
habrían de abordarse como una sola cuestión.
De resultas del Informe Brundtland, la Asamblea General de las Naciones Unidas convocó
la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD). La
Conferencia, conocida como Cumbre para la Tierra, se celebró en Río de Janeiro del 3 al
14 de junio de 1992. Fue un momento decisivo en las negociaciones internacionales sobre
las cuestiones del medio ambiente y el desarrollo.
Los objetivos fundamentales de la Cumbre eran lograr un equilibrio justo entre las
necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y de las
generaciones futuras y sentar las bases para una asociación mundial entre los países
desarrollados y los países en desarrollo, así como entre los gobiernos y los sectores de
la sociedad civil, sobre la base de la comprensión de las necesidades y los intereses
comunes.
Los acuerdos de la Cumbre para la Tierra
En Río, 172 gobiernos, incluidos 108 Jefes de Estado y de Gobierno, aprobaron tres
grandes acuerdos que habrían de regir la labor futura: el Programa 21, un plan de acción
mundial para promover el desarrollo sostenible; la Declaración de Río sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo, un conjunto de principios en los que se definían los derechos
civiles y obligaciones de los Estados, y una Declaración de principios relativos a los
bosques, serie de directrices para la ordenación más sostenible de los bosques en el
mundo. Se abrieron a la firma además dos instrumentos con fuerza jurídica obligatoria:
la Convención Marco sobre el Cambio Climático y el Convenio sobre la Diversidad
Biológica. Al mismo tiempo se iniciaron negociaciones con miras a una Convención de
lucha contra la desertificación, que quedó abierta a la firma en octubre de 1994 y
entró en vigor en diciembre de 1996.
El Programa 21
En el Programa 21, 2.500 recomendaciones prácticas, se abordan los problemas urgentes
de hoy en día. El Programa 21 tiene por objeto preparar al mundo para los retos del
próximo siglo e incluye propuestas concretas en cuestiones sociales y económicas, como
la lucha contra la pobreza, la evolución de las modalidades de producción y de consumo,
la dinámica demográfica, laconservación y ordenación de nuestros recursos naturales,
la protección de la atmósfera, los océanos y la diversidad biológica, la prevención
de la deforestación y el fomento de la agricultura sostenible.
En el Programa 21 se recomiendan maneras de fortalecer el papel de los grupos
principales --las mujeres, los sindicatos, los agricultores, los niños y los jóvenes,
las poblaciones indígenas, la comunidad científica, las autoridades locales, el
comercio, la industria y las organizaciones no gubernamentales-- con miras al desarrollo
sostenible.
Al aprobar el Programa 21, la Conferencia exhortó a los participantes a adoptar varias
iniciativas importantes en esferas fundamentales del desarrollo sostenible. Entre esas
iniciativas cabe señalar la Conferencia Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de los
Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, de la cual surgió un Programa de Acción para
esos Estados, una Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación,
de fuerza jurídica obligatoria, y la celebración de conversaciones sobre la prevención
del agotamiento de las poblaciones de peces altamente migratorios y de las poblaciones de
peces cuyos territorios se encuentran dentro y fuera de las zonas económicas exclusivas
(poblaciones de peces transzonales).
La Declaración de Río
En la Declaración de Río se definen los derechos y las obligaciones de los Estados
respecto de principios básicos sobre el medio ambiente y el desarrollo. Incluye las
siguientes ideas: la incertidumbre en el ámbito científico no ha de demorar la adopción
de medidas de protección del medio ambiente; los Estados tienen el "derecho soberano
de aprovechar sus propios recursos" pero no han de causar daños al medio ambiente de
otros Estados; la eliminación de la pobreza y la reducción de las disparidades en los
niveles de vida en todo el mundo son indispensables para el desarrollo sostenible, y la
plena participación de la mujer es imprescindible para lograr el desarrollo sostenible.
Principios relativos a los bosques
La Declaración de los principios para la ordenación sostenible de los bosques, que no
tiene fuerza jurídica obligatoria, constituyó el "primer consenso mundial"
sobre la cuestión. En la Declaración se dispone, fundamentalmente, que todos los
países, en especial los países desarrollados, deberían esforzarse por reverdecer la
Tierra mediante la reforestación y la conservación forestal; que los Estados tienen
derecho a desarrollar sus bosques conforme a sus necesidades socioeconómicas, y que deben
aportarse a los países en desarrollo recursos financieros destinados concretamente a
establecer programas de conservación forestal con miras a promover una política
económica y social de sustitución.
Tras la aprobación de los principios relativos a los bosques se estableció, en 1995,
un Grupo Intergubernamental sobre los Bosques, en calidad de órgano subsidiario de la
Comisión sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
La Comisión sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones
Unidas
La Comisión sobre el Desarrollo Sostenible fue establecida después de la Cumbre de la
Tierra para apoyar, alentar y supervisar a los gobiernos, los organismos de las Naciones
Unidas y los grupos principales, tales como los sectores comercial e industrial, las
organizaciones no gubernamentales y otros sectores de la sociedad civil, en las medidas
que habrián de adoptar para aplicar los acuerdos alcanzados en la Cumbre para la Tierra.
La Comisión está integrada por representantes de 53 gobiernos elegidos entre Estados
Miembros de las Naciones Unidas sobre la base de una representación geográfica
equitativa. Los miembros ocupan su cargo durante períodos de tres años; cada año se
celebran elecciones para cubrir los puestos que quedan vacantes por rotación. Las
organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales acreditadas ante la Comisión
pueden participar en sus períodos de sesiones en calidad de observadores.La Comisión,
que se reúne anualmente en Nueva York, presenta informes al Consejo Económico y Social y
formula recomendaciones a la Asamblea General. Su primer período de sesiones se celebró
un año después de la Conferencia de Río, del 14 al 26 de junio de 1993; el segundo fue
celebrado del 16 al 27 de mayo de 1994; el tercero, del 11 al 28 de abril de 1995, y el
cuarto, del 18 de abril al 3 de mayo de 1996.
El mandato de la Comisión consiste en examinar la aplicación de los acuerdos
alcanzados en la Cumbre para la Tierra, impartir orientación normativa a los gobiernos y
a los grupos principales que realizan actividades relacionadas con el desarrollo
sostenible y fortalecer el Programa 21 elaborando nuevas estrategias en caso necesario. La
Comisión intenta promover el diálogo y crear asociaciones entre los gobiernos, los
organismos de las Naciones Unidas y los grupos principales, lo cual resulta fundamental
para promover el desarrollo sostenible en todo el mundo.
Con arreglo al programa de trabajo temático plurianual aprobado en su primer período
de sesiones, la Comisión supervisa la aplicación del Programa 21 y recibe informes
anuales de los gobiernos y aportes de las organizaciones que forman parte de los grupos
principales. En 1997, la Asamblea General pasará revista a losa delantos generales
alcanzados desde la Cumbre para la Tierra y hará recomendaciones prácticas orientadas al
siglo que se aproxima.
Entre las cuestiones intersectoriales que se examinan junto con las sectoriales cabe
incluir: el comercio y el medio ambiente; las modalidades de producción y de consumo; la
lucha contra la pobreza; la dinámica demográfica; los recursos y mecanismos financieros;
la educación, la ciencia, la transferencia de tecnología ecológicamente racional, la
cooperación técnica y el fomento de la capacidad; la adopción de decisiones y las
actividades de los grupos principales.
Los informes que presentan anualmente los gobiernos son la base fundamental sobre la
cual se evalúan los progresos y se determinan los problemas que se plantean a los
países. A mediados de 1996, unos 75 gobiernos anunciaron que habían establecido
comisiones nacionales de desarrollo sostenible u otros órganos de coordinación. Muchos
países estaban tratando de obtener apoyo legislativo para sus planes de desarrollo
sostenible; por otra parte, en la mayor parte de los países la participación de las
organizaciones no gubernamentales es sumamente activa.
Para ayudar a los países a formular normas sobre sostenibilidad y controlar sus
efectos, el Programa 21 reconoce la necesidad de que se establezca una serie de
indicadores del desarrollo sostenible de aceptación internacional. Se prevé que para el
año 2000 se pondrá a disposición de todos los países una serie de indicadores de entre
los cuales los gobiernos podrán seleccionar los más adecuados para las condiciones en
sus países. La labor de la Comisión respecto de la evolución de las modalidades de
producción y de consumo, particularmente en los países desarrollados, incluye la
promoción de modalidades más sostenibles de consumo y de producción y la evaluación de
los efectos--en los países en desarrollo--de los cambios en las pautas de consumo y
producción en los países desarrollados. La transferencia de tecnología ecológicamente
racional es otra cuestión en que la Comisión aprobó un programa de trabajo encaminado
seguir promoviendo formas de producción industrial menos contaminantes.
La Comisión está ampliando el alcance del Programa 21 en otras esferas mediante su
colaboración con la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y el Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA), encaminada a promover la coherencia y el apoyo mutuo de
las actividades en materia de comercio, medio ambiente y desarrollo sostenible.
También se está intensificando la labor en diversos aspectos sectoriales. Al observar
los inicios de una crisis del agua, la Comisión pidió que se llevara a cabo una
evaluación mundial de todos los recursos de agua dulce, tarea que ha de concluir en 1997.
Asimismo, la Comisión pidió que se coordinaran y centraran mejor las actividades en la
esfera de la energía. En 1994, la Comisión estableció el Grupo Intergubernamental sobre
los Bosques, como órgano subsidiario, y le encargó que estudiara más en detaille la
ordenación sostenible de los recursos forestales mundials y que le presentara informes al
respecto.
Cooperación de los organismos de las Naciones Unidas
Reconociendo que los organismos y programas de las Naciones Unidas estéan en una
posición idónea para ayudar a los gobiernos a aplicar el Programa 21, la Cumbre para la
Tierra instó al sistema de las Naciones Unidas a racionalizar sus actividades y a
aprovechar mejor sus conocimientos especializados en distintas partes del sistema.
Atendiendo a esa petición, en octubre de 1992 el Secretario General de las Naciones
Unidas estableció el Comité Interinstitucional sobre el Desarrollo Sostenible, para que
determinara las principales cuestiones de política y promoviera la cooperación y la
coordinación eficaces a nivel de todo el sistema en el marco de las actividades
complementarias de la Cumbre para la Tierra.
Los organismos de las Naciones Unidas desempeñan la función de dirigentes de tareas
en relación con distintos capítulos del Programa 21 y según su ámbito de
especialización. Se encargan de organizar las actividades a nivel de todo el sistema de
las Naciones Unidas respecto de la aplicación del Programa 21 y de presentar informes
sobre la marcha de esas actividades. El Comité presenta informes al Comité
Administrativo de Coordinación (CAC), presidido por el Secretario General.
Junta Consultiva de Alto Nivel
El Secretario General de las Naciones Unidas también estableció en julio de 1993 una
Junta Consultiva de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible sobre la base de una
recomendación de la Cumbre para la Tierra.
La Junta, integrada por 21 personalidades eminentesque desempeñan sus funciones a
título personal, asesora al Secretario General y a la Comisión sobre las nuevas
cuestiones que se plantean en relación con el desarrollo sostenible y ayuda a formular
propuestas de política, concebir formas innovadoras de resolver problemas y determinar
las nuevas cuestiones que habría que señalar a la atención de los comités, programas y
organismos de las Naciones Unidas.
En sus cuatro años de funcionamiento, la Junta Consultiva de Alto Nivel ha promovido
activamente diversas medidas encaminadas al desarrollo sostenible. Su influencia ha
quedado de manifiesto no sólo en la calidad de la orientación normativa que imparte,
sino también en la amplitud de los contactos que mantiene con grupos comunitarios y de
profesionales.
Grupo Intergubernamental sobre los Bosques
En el tercer período de sesiones de la Comisión, celebrado en abril de 1995, se
estableció el Grupo Intergubernamental sobre los Bosques. Esa medida evidenció la
preocupación generalizada que existe respecto de la situación en que se encuentran los
bosques del mundo y la importancia crítica de los bienes y servicios que proporcionan
desde los puntos de vista económico, social, cultural y ambiental. El Grupo ha de centrar
su atención en la ordenación sostenible de los bosques y la aplicación de las
decisiones sobre los bosques de la Cumbre para la Tierra. El mandato del Grupo abarca
aspectos como la necesidad de formular programas forestales nacionales, la función
productiva de los bosques, el comercio de productos forestales y el medio ambiente, la
conservación de la diversidad biológica, la importancia de los bosques en la moderación
del cambio climático mundial y el respeto de los derechos de las poblaciones
indígenas y de los habitantes de los bosques. También comprende cuestiones de
cooperación técnica y financiera entre países. Se prevé que el Grupo presentará su
informe definitivo a la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible en su período de
sesiones de 1997.
El espíritu de Río
Desde la Cumbre para la Tierra, celebrada en 1992, el "espíritu de Río"
perdura en la acción de los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales, los grupos
principales y las personas de todo el mundo.
Bien cabe llamar a la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible el órgano custodio del
"espíritu de Río" y del desarrollo sostenible; la Comisión no sólo ha
logrado movilizar el interés y la participación activa de los gobiernos y del sistema de
las Naciones Unidas, incluidos los bancos de desarrollo, sino que también ha captado la
atención de grupos no gubernamentales y del público en general.
El Programa 21 y la labor de la Comisión han suscitado una reacción alentadora; se
han puesto en marcha numerosísimas iniciativas públicas y privadas encaminadas a aplicar
los instrumentos aprobados en la Cumbre para la Tierra. Ello obedece a la urgencia que
reviste el tema del que se ocupa la Comisión y a la manera abierta y transparente como
lleva a cabo sus actividades. El hecho de que la Comisión haya hecho hincapié en su
carácter participativo ha generado apoyo a su labor y adhesión a su programa de trabajo.
En sus intentos de integrar las soluciones para los problemas económicos, sociales y
ambientales, la Comisión se está ocupando con urgencia de las principales cuestiones que
preocupan a los países en el ámbito del desarrollo.
Medidas adoptadas por los grupos principales
Inspirados por la Cumbre para la Tierra y alentados por la labor de la Comisión,
individuos y organizaciones de todo el mundo han concretado el Programa 21 en medidas
prácticas aplicadas a comunidades locales. En los ejemplos siguientes queda de manifiesto
el alcance de las medidas adoptadas.
A comienzos de 1994, la Confederación de Industrias de Zimbabwe inició un programa
denominado "Limpio, verde y rentable" para ayudar a ciertas industrias del país
a desarrollar su capacidad administrativa y técnica con vistas amejorar su comportamiento
ecológico. Inicialmente, el programa se centra en dos aspectos: la colaboración con los
sectores directivos para que se comprometan con la causa del medio ambiente y desarrollen
estrategias empresariales encaminadas a mejorar el comportamiento ecológico de la
industria, y la realización de auditorías ambientales y de "economía
doméstica" para encontrar oportunidades inmediatas de reducir los insumos de
materiales, agua y energía y los desechos.
El programa de recuperación de recursos de Metro Manila ha desencadenado una
revolución silenciosa con el apoyo de tres grupos: la Clean and Green Foundation, la
Metro Manila Linis-Ganda y la Secretaría de Rehabilitación de Ríos del Departamento de
Medio Ambiente. Los grupos han organizado a los dueños de chatarrerías en cooperativas
ambientales registradas ante la Dirección para el Desarrollo de Cooperativas. En el
sistema ordenado que se ha puesto en marcha, los "asistentes ambientales"
reúnen y compran material, y los chatarreros lo clasifican y lo venden a fábricas y
otros compradores. El sistema de recolección ayuda a reducir entre un 60 y 70% la
presión de los vertederos. Se trata de una iniciativa local, a cargo de agentes locales y
con recursos locales.
En Namibia, mujeres, jóvenes y grupos de organizaciones no gubernamentales participan
activamente en las actividades nacionales de lucha contra la desertificación en las tres
zonas desérticas del país: los desiertos de Namib, Kalahari y Karoo. Se está ampliando
el alcance de los medios de comunicación, se hace participar en las actividades a las
poblaciones de las aldeas y se trata de educar a la ciudadanía sobre la cuestión
mediante representaciones dramáticas, talleres y boletines informativos. En 1993-1994 se
han llevado a cabo encuestas sociológicas y se han levantado mapas pluviométricos; los
Directorios de Asuntos del Medio Ambiente y de Gestión de Recursos, junto con el
Ministerio de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, se encargan de las actividades
nacionales. A pesar de los muchos problemas que atraviesa el país, se ha puesto en marcha
una campaña nacional urgente para superar los problemas económicos, sociales y
ambientales de la desertificación.
En Nepal, por medio del Proyecto de Silvicultura Comunitaria, se están reforestando
zonas sumamente erosionadas del país mediante el establecimiento de bosques de
ordenación comunitaria. Este proyecto basado en la comunidad tiene por objeto reducir la
demanda de leña mediante la difusión de conocimientos relativos a la construcción y la
utilización de cocinas de bajo consumo de combustible.
El Uruguay y la Federación Mundial de Organizaciones de Ingenieros (FMOI) han
convenido en establecer un centro regional para América Latina y el Caribe a fin de
promover la ingeniería para el desarrollo sostenible. El Centro reunirá información y
la difundirá a los ingenieros, organizará cursos de capacitación sobre temas
relacionados con el desarrollo sostenible y promoverá el estudio de proyectos de
ingeniería en la región.
Una comisión de 40 grupos de 16 países de América Latina, apoyados desde los Estados
Unidos por la Organización de Mujeres para el Medio Ambiente y el Desarrollo y con el
respaldo de organismos de las Naciones Unidas, está ayudando en el plano local a las
mujeres a capacitar a otras mujeres de sus comunidades para promover la enseñanza sobre
el medio ambiente y la conciencia de las cuestiones relativas al desarrollo sostenible. En
Europa, en América del Norte y en otros países industrializados las mujeres están
promoviendo entre los consumidores la conciencia de los efectos sobre el medio ambiente de
determinados productos, especialmente productos químicos tóxicos, plaguicidas y
productos con contenido radiactivo. Las mujeres también han desempeñado una función
fundamental en reuniones recientes celebradas entre períodos de sesiones en relación con
la modificación de los hábitos de consumo y de las modalidades de producción.
La Cumbre para la Tierra + 5 en 1997
La Cumbre para la Tierra convino en que la Asamblea General de las Naciones Unidas, en
un período extraordinario de sesiones que se celebraría en 1997, llevaría a cabo un
examen de los adelantos alcanzados al cabo de cinco años. En ese período extraordinario
de sesiones se evaluará en qué medida han respondido los países, las organizaciones
internacionales y la sociedad civil al reto de la Cumbre para la Tierra. En la Cumbre para
la Tierra + 5, Jefes de Estado y autoridades gubernamentales, en consultas de base amplia
en todos los planos, desde el local hasta el internacional, llevarán a cabo una
evaluación amplia y honesta de nuestra posición en relación con los objetivos
establecidos en la Cumbre para la Tierra. El objetivo consiste en determinar y reconocer
los adelantos alcanzados en la aplicación de los acuerdos concertados en la Cumbre para
la Tierra y en promover acuerdos similares en todo el mundo. También se tratará de
identificar errores y omisiones y de proponer medidas correctivas. Mediante el examen se
promoverá la asociación mundial necesaria para alcanzar el desarrollo sostenible y se
tratará de renovar el compromiso de los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales,
los representantes de grupos principales y la ciudadanía en general en relación con los
retos del siglo que se acerca. Un propósito importante del período de sesiones consiste
en determinar las prioridades y los objetivos y esbozar un plan de trabajo para la
siguiente etapa de aplicación de los instrumentos de la Cumbre para la Tierra, que nos
llevará al siglo XXI
Para más información, dirigirse a :
División de Desarrollo Sostenible
Departamento de Coordinación de Políticas y de
Desarrollo Sostenible
Naciones Unidas
Nueva York, N.Y. 10017
Teléfono: (212) 963-0902
Fax: (212) 963-4260
Correo electrónico: dpcsd@un.org
Dirección en la World Wide Web: http://www.un.org/dpcsd
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Sección de Desarrollo y Derechos Humanos
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Naciones Unidas
Nueva York, N.Y. 10017
Teléfono: (212) 963-3771
Fax: (212) 963-1186
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