ESTADO DEL DESARROLLO HUMANO
Mensaje Beijing de esperanza
ADELANTOS SIN PRECEDENTES Y PADECIMIENTOS INDECIBLES
Pero hay un mensaje de esperanza en un informe sobre
la situación actual
Los niveles de desarrollo humano en las regiones del Asia oriental y de América Latina
y el Caribe se aproximan a los de los países industrializados. Hay decenas de países que
están aplicando medidas.
El Informe sobre Desarrollo Humano 1995 presenta un impresionante panorama de
esperanzas y desesperanza. El adelanto sin precedentes, especialmente entre los países en
desarrollo, coexiste con sufrimientos indecibles. La conclusión: el progreso humano
rápido es posible * y la cooperación para el desarrollo da buenos resultados * pero es
mucho más lo que podrá hacerse si se centrara la atención nacional e internacional en
metas concretas, entre ellas la mitigación de la pobreza, el crecimiento económico
impulsado por el empleo y la cobertura universal con servicios sociales básicos.
El informe, encomendado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), fue redactado por un grupo independiente de expertos, bajo la dirección general
de Mahbub ul Haq, ex Ministro de Hacienda y Planificación del Pakistán y actualmente
Asesor Especial del Administrador del PNUD. El informe es conocido principalmente en
razón de su "Indice de Desarrollo Humano" o IDH, que mide el adelanto de los
países más allá de sus indicadores puramente económicos, en función de la esperanza
de vida, el nivel educacional y el ingreso.
En el informe de 1995 se indica que los países en desarrollo han avanzado a un ritmo
notable y han logrado mejoras en el desarrollo humano con una velocidad tres veces
superior a la que tuvieron hace un siglo los países industrializados.
Entre 1960 y 1992, casi se duplicó la proporción de la población mundial residente
en países de la categoría de "alto desarrollo humano".
El informe también pone de manifiesto que el valor medio del Indice de Desarrollo
Humano para los países industrializados (0,916) es sólo 1,=6 veces superior al de los
países en desarrollo (0,570), aun cuando el ingreso per cápita real de los países
industrializados sea seis veces superior. En promedio, los niveles del IDH en la región
del Asia oriental (excluida China) y en la de América Latina y el Caribe se están
aproximando ahora al IDH de los países industrializados.
La relación entre crecimiento económico y desarrollo humano ha sido un tema general
del informe a partir de su publicación por primera vez en 1990, al igual que un motivo de
controversia y debate. Algunos han aducido, por ejemplo, que el concepto de desarrollo
humano es contrario al crecimiento. Mahbub ul Haq afirma que nada podría estar más lejos
de la verdad.
Dice: "El crecimiento económico es necesario para el desarrollo humano. Pero el
propósito del desarrollo es ayudar a que las personas tengan vidas más largas, más
productivas y más satisfactorias.
Demasiado a menudo se deja de lado esta verdad simple, pero poderosa, para ir en pos de
la riqueza material y financiera. El crecimiento económico que no coloca al ser humano en
su centro es desarrollo sin alma".
Más información :
Human Development Report-1998 |