Templo de Santo Domingo
Esta Joya virreinal, orgullo de Oaxaca, es un imponente conjunto arquitectónico, muestra excepcional del barroco mexicano. Su construcción estuvo a cargo de los dominicos. Ahí estuvo el convento de San Pablo, el cual quedó en ruinas debido a varios terremotos, por lo que en 1608 se inauguró, aun inconcluso, el conjunto actual. Las obras se prolongaron hasta 1666. La capilla del Rosario se construyó entre 1724 y 1731.
Todo el interior del templo es notable. Puede admirarse el árbol genealógico de los dominicos, de yesería policromada. Destaca también la decoración en blanco y oro de sus muros y su bóveda de cañón corrido con numerosas pinturas; también su altar mayor con su espléndido retablo con hoja de oro, reconstruido por artesanos oaxaqueños en 1959. El refinamiento y barroquismo se repite en los innumerables objetos y obras de ebanistería, herrería, escultura, etc. La capilla del Rosario es, por sí sola, una joya por sus magníficas proporciones arquitectónicas y su ornamentación.
Este templo se encuentra anexo al ex-convento dominco, actualmente convertido en el Museo Regional de Oaxaca.