En el ciclo estelar: los agujeros negros.


     El ciclo de evolución de una estrella es comparable con la del ser humano. Ambos nacen, producen (alrededor de una estrella sé puede producir la vida) y mueren.  Una estrella es aquel objeto astronómico que por reacciones nucleares en su interior produce energía en todos sus niveles.  Pero, ¿Cómo puede morir algo no viviente? Es aquí donde la arbitrariedad inherentes al hombre se hacen presentes; los conceptos relativos a la vida y a la muerte son aplicables a una estrella pero de forma diferente.

     Para el hombre, su alimento le permite mantener energía en su cuerpo, al igual que para un automóvil la gasolina.  En el caso de una estrella lo será, simplemente, su propia materia, debido a que en su interior, cuatro átomos de hidrogeno se unen formando uno de helio. Este proceso se llama fusión y produce vastos niveles de energía, perdiéndose igualmente materia.

     En el Sol vemos un equilibrio.  La materia es expulsada de su interior hacia afuera y del mismo modo la gravedad atrae a otra cantidad de materia hacia su centro.  Una pregunta que a esta altura se puede plantear es : ¿ qué pasa si algún día se rompe el equilibrio? simplemente la estrella de alguna forma muere.  Esto sucederá con el Sol dentro de aproximadamente 5000 millones de años.  El ciclo puede ser mas largo o mas corto según la estrella.

     Si la masa original de la estrella es mediana como el Sol, se convertirá en una enana blanca (estrella de proporciones pequeñas y de brillo no amarrillo sino blanco).  Si la estrella tiene aún más masa, lo que sucederá será algo más interesante; veamos.      El paso existente entre una estrella amarilla como el Sol a una enana blanca es la expulsión por periodos e intrínsecamente de materia, algo así como pulsaciones de diástole y sístole (en el caso de nuestro sistema solar abarcará posiblemente a los planetas interiores, es decir, Mercurio, Venus Tierra).  Pero en el caso de una estrella mayor la expulsión no será tan moderada, sino que la materia será despedida en una gran explosión (también  llamada explosión de Supernova) formando ya no una estrella blanca, mas bien una estrella neutronica.

     Esta estrella presenta una gran densidad puesto que en el momento de la explosión, la "cáscara" de la estrella es expulsada con violencia y su núcleo presionado hacia dentro; su densidad es tal que una cucharada de dicha estrella pesara 30000 toneladas. El tamaño de tal estrella es de unos 30 kilómetros, materia que al girar sobre su propio eje pareciera que palpitase, al verlo tras un examen radioastronomico, de ahí el nombre de estrella pulsar.

     ¿Qué  pasaría si la masa original es aun mayor que la del Sol y la de una estrella pulsar? la respuesta se halla en un Agujero Negro.  Es un tipo de estrella con una masa concentrada de tal manera que su fuerza de gravedad es suficiente como para evitar que la luz (que tiene peso como lo demuestra la Relatividad) escape de su superficie, convirtiéndose en algo así como "aspiradoras espaciales".

     A pesar de que fueron predecidos por Laplace, su existencia no fue comprobada hasta 1970, gracias a las exploraciones por satélite.  Los ojos de este satélite pueden detectar ondas de rayos X, puesto que esta estrella no genera luz visible.

     Pero, ¿porqué un Agujero negro producirá rayos X? La respuesta la hallamos en las estrellas binarias, concepto común en la ciencia. Es la gravitación de una estrella para con otra, es decir, dos estrellas gravitando juntas (como el Sol y sus planetas gravitan en sociedad.  Al ser el Agujero Negro como una aspiradora atraerá la materia de su estrella compañera, esta al rozar sobre sí misma generará rayos X.  Un candidato a agujero negro es la fuente Cignus X-1 ubicada por el satélite Uhuro (libertad).  El cálculo de su masa nos dio de 6 a 10 veces la masa del Sol rompiendo así él límite natural puesto a las estrellas neutrónicas.  Por supuesto que su volumen es sumamente reducido, los astrónomos proponen que quizás sea infinitidecimal.

     Se propone que los Agujeros negros podrían ser túneles interestelares o bien una posible fuente de energía. Lo cierto es que constituyen un misterio, aunque no el único de las maravillas creadas por Dios. 

©Giuseppe Albatrino, Revista Gente, 18 de octubre de 1990.

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