Esta es
la historia de 2 conejos, uno enorme como un canguro, y otro
pequeño como una ardilla.
El conejo
chiquitito, se subió de un salto encima de la cabeza del conejo
grande. Agarrándose fuertemente a sus extraordinarias orejas
y asegurándose de que éste le oiría preguntó: ¿Sabes cuánto
te quiero?, el diminuto conejito abrió sus cortitos brazos de
izquierda a derecha todo lo que pudo... así de grande, dijo.
El conejo
grande se quedo pensando un momentito, extendió sus largos brazos
de derecha a izquierda todo lo que pudo... así de grande te
quiero yo a ti, dijo. Rapidamente el minúsculo conejo, estiró
sus cortos bracitos y todo su cuerpo hacia el cielo... así de
alto, exclamó. El conejo grande estiró su gran cuerpo y sus
interminables brazos, que casi rozaban las estrellas, y dijo:
Así de excelso es mi amor por ti...
Pasaron
muchas cosas como éstas, pero el conejo grande siempre ganaba.
El día tocaba su fin, y el conejito estaba muy muy cansado,
tan cansado que ya casi no podía mantener sus pequeños ojitos
abiertos, el conejo grande le tomó en sus brazos y le dio un
beso de buenas noches. Dos segundos antes de quedarse dormido
dijo: ¿Sabes cuánto te quiero?, y mirando con sus ojitos entreabiertos
el firmamento... hasta la luna, y se quedó dormido, pero entre
sueños oyó al conejo grande decirle muy bajito en su orejita:
Hasta la luna y volver, hasta la luna y volver, éso es lo que
nos queremos."
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