No
te preocupes si no te escucharon (ninguna luz se enciende en vano).
No
olvides que ninguna causa puede justificar tus pecados porque
todos tenemos derecho al bien, recuerda que tú eres tu
verdugo y tu salvador.
Dios
es tan generoso que te da todo para que decidas todo.
Siempre
la paz es mejor que el odio, es más grato el amor que la
guerra (el odio te hace esclavo de tu enemigo, lo que odias termina
siendo parte tuya).
Di
la verdad, sólo es posible la comunicación con la
verdad, no hay otra forma de diálogo, la diplomacia es
sólo una manera elegante de la mentira. Si amas no tendrás
que mentir, si mientes no amas.
Escapa
de la pasión, que es siempre desmedida, que desequilibra
(el que no festejó su victoria no llorará su derrota).
No
te afanes en subir porque todo lo que sube bajará, sólo
momentáneamente puedes estar fuera de tu lugar, que es
la tierra, es decir, la realidad.
No
confundas al miedo con la humildad (ser humilde es lo opuesto
a ser cobarde), sólo puede tener miedo el que está
lejos de Dios, que es amor, es decir, valor.
Aprende
a olvidar, el olvido te libera de la venganza y es una manera
sutil del perdón.
Que
la razón, que es momentánea, no te aleje de lo que
amas, es decir, del amor, que es eterno.
No
es bueno tener enemigos, pero si los tienes no puedo pedirte que
los ames (tarea de santos), pero sí que los respetes (deber
de hombres).
Facundo
Cabral
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