AYER SONÉ...

No te preocupes si no te escucharon (ninguna luz se enciende en vano).

No olvides que ninguna causa puede justificar tus pecados porque todos tenemos derecho al bien, recuerda que tú eres tu verdugo y tu salvador.

Dios es tan generoso que te da todo para que decidas todo.

Siempre la paz es mejor que el odio, es más grato el amor que la guerra (el odio te hace esclavo de tu enemigo, lo que odias termina siendo parte tuya).

Di la verdad, sólo es posible la comunicación con la verdad, no hay otra forma de diálogo, la diplomacia es sólo una manera elegante de la mentira. Si amas no tendrás que mentir, si mientes no amas.

Escapa de la pasión, que es siempre desmedida, que desequilibra (el que no festejó su victoria no llorará su derrota).

No te afanes en subir porque todo lo que sube bajará, sólo momentáneamente puedes estar fuera de tu lugar, que es la tierra, es decir, la realidad.

No confundas al miedo con la humildad (ser humilde es lo opuesto a ser cobarde), sólo puede tener miedo el que está lejos de Dios, que es amor, es decir, valor.

Aprende a olvidar, el olvido te libera de la venganza y es una manera sutil del perdón.

Que la razón, que es momentánea, no te aleje de lo que amas, es decir, del amor, que es eterno.

No es bueno tener enemigos, pero si los tienes no puedo pedirte que los ames (tarea de santos), pero sí que los respetes (deber de hombres).

Facundo Cabral

 

 

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