Habia
una vez una hormiguita. Esta hormiguita era como toda buena
hormiga, trabajadora y servicial.
Se la
pasaba acarreando hojitas de dia y de noche;casi
no tenia tiempo para descansar. Y asi transcurria su vida,
trabajando y trabajando.
Un dia fue a buscar comida a un estanque que estaba un poco
lejos de su casa, y para su sorpresa al llegar al estanque
vio como un boton de lirio se abria y de el surgia una hermosa
y delicada florecilla.
Se acerco y dijo:
* ?Hola! Sabes?, Eres muy bonita!, Que eres?
Y la florecita contesto:
* Soy un lirio. Gracias!, Sabes? Eres muy simpatica!,
Que eres?
* Soy una hormiga. Gracias tambien!
Y asi la hormiguita y el lirio siguieron conversando
todo el dia,
haciendose grandes amigos. Cuando iba a anochecer la
hormiga regreso a su casa, no sin antes prometer al lirio
que volveria al dia siguiente.
Mientras iba caminando a casa, la hormiga descubrio
que admiraba a su nuevo amigo, que lo queria muchisimo y se
dijo: "Mañana le dire que me encanta
su forma de ser, si mañana". Y el lirio al quedarse
solo se dijo:
"Me gusta la amistad de la hormiga, mañana cuando
venga se lo dire".
Pero al dia siguiente la hormiguita se dio cuenta de
que no habia trabajado nada el dia anterior. Asi que decidio
quedarse a trabajar y se dijo:
* Mañana ire con el lirio. Hoy no puedo, estoy
demasiado ocupado, mañana
y le dire, ademas, que le extraño".
Al dia siguiente amanecio lloviendo, y la hormiga no
pudo salir de su casa y se dijo: Que mal, hoy tampoco vere
al lirio. Bueno, no importa, mañana le dire
todo lo especial que es para mi".
Y al tercer dia la hormiguita se desperto muy temprano
y se fue al estanque, pero al llegar encontro al lirio en
el suelo, ya sin vida.
La lluvia y el viento habian destrozado su tallo.
Entonces la hormiga penso: "Que tonta fui!
Desperdicie demasiado tiempo, mi amigo se fue sin
saber todo lo que le queria, en verdad me arrepiento."
Y asi fue como ambos nunca supieron lo importantes que eran.
No esperes
el mañana para bendecir a alguien, para
agradecer un nuevo dia, para amar tu trabajo para comprometerte
con lo que haces, para orar por
alguien o para preocuparte por alguien; y por ningun
motivo dejes de decirle a una persona, que la valoras, que
la respetas y que es importante para ti.
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