Era un viernes en la tarde, mi esposo y yo teniamos la costumbre de salir a comer todos los viernes. Ese viernes cuando llegamos al lugar para comer, se encontraba sentado en el suelo un vagabundo. Al bajarnos del carro lo miramos y seguimos adentro hasta que entramos a comer. Cuando ya haviamos terminada de comer salimos afuera y este hombre nos miro y nos dijo "me pueden regalar unas monedas" a lo que mi esposo sin penzarlo le dijo "no tengo". Yo sabia que mi esposo si tenia para darle, pero no le dio nada. Nos fuimos del lugar y salimos a rentar unas peliculas para poderlas ver en la casa
. Llegamos a la casa y comenzamos a ver las peliculas, al rato mientras veiamos las peliculas, de momento comenze a llorar con un sentimiento que no podia contener y mi esposo me dice "porque lloras", yo ni siquiera podia responderle porque el llanto no me dejaba hablar. El seguia preguntandome y yo no podia responder, pero en un momento dado el me dice "ya se porque lloras, es porque no ayude a aquel pobre que me pidio dinero verdad" y yo le dije "si, es por eso, me siento muy mal sabiendo que tenias para darle y no le distes nada" y el me dice "lo se, perdoname, yo no lo vuelvo a hacer". Yo continuaba llorando y al rato me calme, la verdad yo en ese momento no tenia nada para darle pero si sabia que mi esposo tenia. Esa noche me acoste muy triste e hize una oracion a Dios y le pedi de favor que el proximo viernes cuando fueramos a ese lugar yo pudiera encontrar alli a ese mismo hombre y asi poder arreglear lo que hicimos mal.
Cuando llego el otro viernes, para mi gran sorpresa, alli estaba el mismo hombre sentado, cuando nos bajamos del carro el nos miro pero no nos dijo nada, yo y mi esposo entramos a comer y le dije a mi esposo que esta era la oportunidad para arreglar lo que hicimos mal. Mi esposo seguidamente me dice "y si el quiere el dinero para drogas", yo le dije "lo mejor que podemos hacer es preguntarle si decea comer y si tiene hambre le compramos algo". En esas haviamos quedado. Cuando salimos afuera, el hombre se dirijio a nosotros y nos dice "me pueden regalar algun dinero?" y mi esposo le dice "quieres algo de comer?" y el muy contento y con una sonrisa dijo "si, si". Yo y mi esposo volvimos a entrar y le compramos una buena orden de comida y se la llevamos. El hombre con una gran sonrisa dijo "gracias, gracias". Yo le entregue el vaso de soda y le dije "Dios te bendiga". El nos sonrio y se fue muy contento y se sento en su rincon todavia con una sonrisa y como un rey comenzo a comer. Nosotros nos montamos al carro y mientras mi esposo manejaba el hombre seguia sonriendo y yo le di muchas gracias a Dios por haver escuchado mi oracion y poder arreglar lo que hicimos mal al principio.
Ese dia sentia gran paz en mi corazon y me senti muy agradecida de Dios. Despues de eso, fuimos muchos viernes mas y aquel hombre nunca mas aparecio en aquel lugar. Le dije a mi esposo "ese fue un angel que Dios puso en nuestro camino para probarnos". Y asi fue.
La biblia dice: A Jehova presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho se lo volvera a pagar. Prov 19:17