La siempre creciente demanda de
las empresas productoras de software ha producido una crisis en la disponibilidad de
ingenieros de software en el mercado laboral. Los recursos humanos, cada vez más caros y
escasos, deben ser utilizados de manera la manera eficaz y productiva. Si bien es cierto
el costo de las herramientas para producir software (computadores y software de
desarrollo) ha tenido una tendencia a la baja, la creciente complejidad de la tecnología
que se debe incorporar en los productos se ha encarecido (e.g. aumento del costo de
investigación y desarrollo, patentes, etc.)
Siendo las dos primera componentes cada vez más caras y escasas, la importancia de los
procesos de desarrollo de software se hace más crítica. El proceso representa una fuerte
inversión en recursos y tiempo. La construcción del procesos implica una larga
incubación estrechamente ligada a la cultura de la organización y un enorme esfuerzo de
experimentación y errores.
Un proceso inadecuado puede tener graves consecuencias y acarrear costos intolerables,
lo cual puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso en el competitivo
mercado de nuestros días.