Extensión de los viñedos: 17.787 Ha.
Influencia climática: Mediterránea.
Características de sus vinos:
-Tintos y Rosados con mayor graduación y extracto.
Entre Logroño y Alfaro en zona de suelos arcillosos-ferrosos
y de aluvión, se extiende la Rioja Baja, con los municipios de San Adrián ,
Calahorra, Ausejo, Autol, Quel, Arnedo y Alfaro. Sus características pueden,
de algún modo, definirse como el revés de La Rioja Alavesa. Aquí el Ebro pierde
sus influencias atláticas y húmedas y se vuelve mediterráneo, con un clima en
el que apenas se alcanza los 300 mm. Anuales de pluviosidad. Los vino de La
Rioja Baja son francos y aromáticos, aunque bajos en acidez. La fertilidad de
la tierra así como la variedad de garnacha, que es aquí absolutamente dominante
en una proporción que se acerca al noventa por cien, no favorece los vinos complejos
y destinados a las crianzas de sus dos vecinas del norte.
La Rioja, es sobre todo, zona de tintos - con graduaciones mínimas de 11 grados-
que se consumen jóvenes en ocasiones, aunque alcanzan su plenitud en el envejecimiento.
En La Rioja Alavesa se elavoran vinos de cosechero, con maceración carbónica
y tomando como uva base el tempranillo. En Haro se suele bajar la proporción
de tempranillo en las elaboraciones y los vinos poseen menos aromas, aunque
son más delicados. Las zonas de Cenicero y Cuzcurrita, de mayor pluviometría
ofrecen acidez, pero escasa gradación alcohólica. Lo contrario que ocurre en
La Rioja Baja, con unos vinos jóvenes de garnacha, de grado muy elevado y una
acidez baja. Se consideran vinos de crianza aquellos que no salen al mercado
antes de dos años naturales desde su cosecha, y que haya pasado uno en barrica
de roble. Los vinos de gran reserva necesitan pasar -para lograr esta elevada
cualificación- dos años en barrica y tres en botella. Para los blancos y rosados
también existen estas modalidades.