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Si Darwin levantara la cabeza
Fuente: http://www.hispalibertas.com/noticias/2006/07/20/si-darwin-levantara-la-cabeza.html
Fecha: 20 de Julio de 2006

La mayor parte de la gente conoce a grandes rasgos las observaciones que condujeron a Charles Darwin a formular su teoría de la evolución de las especies, después de haber estudiado en las islas Galápagos varias especies de aves repartidas entre las islas, cada una de las cuales tenía unas características distintas para adaptarse a las condiciones de la isla en que vivían, pero eran anatómicamente similares, tanto que Darwin concluyó que todas ellas tenían un ancestro común del que evolucionaron separadamente. Pues bien, recientes observaciones en esas mismas aves han aportado un apoyo más a la teoría de Darwin.

En la isla de Dafne Mayor (un pequeño islote al norte de la isla Santa Cruz) vive una especie de pinzones llamada Geospiza fortis que estaba adaptada a la vida en dicha isla. Hace unos 20 años otra especie de pinzones llegó a Dafne. La nueva especie era mayor en tamaño que la nativa, y se alimenta de los mismos tipos de semillas que sus parientes, por lo que empezó una competencia entra las dos especies por la comida. La especie invasora tiene el pico más grande, y por ello tiene una mayor habilidad para alimentarse de semillas más grandes y duras. Por otro lado, dado su mayor tamaño, pronto mostró una especial predilección por este tipo de semillas, con lo que el pinzón Fortis comenzó a quedarse sin una de sus fuentes de alimento.

Según la teoría darwiniana, esto llevaría a la Fortis a extinguirse a menos que se adaptara a las nuevas condiciones de su entorno. Y así lo hizo. 20 años no son muchos en términos en términos geológicos, pero para una población de aves 20 años son unas cuantas generaciones. En estas generaciones el pico de los pinzones Fortis se ha reducido para poder manejar con mayor facilidad las semillas más pequeñas, que son las que les dejan los individuos de la especie invasora, con lo que los Fortis han logrado sobrevivir en estos años.

Por el contrario, y siguiendo también la teoría darwiniana, la especie invasora ha consumido prácticamente todo el alimento disponible en forma de semillas grandes, por lo que la especie se halla al borde de extinguirse en la isla… a menos que evolucione de alguna manera, pero con la delantera que les han tomado los Fortis, es posible que este cambio llegue tarde.

Estos cambios han sucedido en tiempo real, y además delante de los ojos de los científicos. Por si fuera poco, y para mayor regocijo, la especie Fortis sufrió en 1977 una sequía en su isla que hizo que su pico creciera un 4% de promedio para poder alimentarse con las semillas más grandes y duras, las que ya casi no forman parte de su dieta porque la otra especie las ha consumido. Este doble cambio en menos de 30 años de la misma especie, en dos situaciones distintas (en dos entornos que presionaban en sentido contrario en su evolución), ha aportado no sólo pruebas que refuerzan la validez de la teoría de la evolución, sino además datos de cómo ésta actúa sobre los individuos de una especie. Queda un punto importante por determinar, y es cómo "sabe" el material genético de las aves que ha de priorizar en la reproducción los genes que permiten generar individuos de pico más pequeño y por tanto más adaptados a las condiciones de su entorno. Pero eso es otro cantar.

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