Los pinzones aumentan hasta el 10% su pico en sólo dos
años cuando hay sequía
Fuente:
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/11/02/ciencia/1194026915.html
Fecha: 02 de Noviembre de 2007
ROSA M. TRISTÁN
MADRID.- La capacidad de adaptación de los pinzones que estudió Darwin a su
entorno cambiante es tan asombrosa que casi se ve a simple vista, según dos
afamados biólogos.
La pareja de biólogos Rosemary y Peter Grant ha comprobado que cada sequía
modifica en 10% el tamaño pico de algunos de estos pequeños pájaros, una
pequeña diferencia que es heredada por la siguiente generación.
Durante 35 años, esta pareja ha dedicado su vida al estudio del
comportamiento de los pinzones en la isla Dafne Mayor, en las Galápagos,
precisamente la misma especie con la que se topó Charles Darwin y que le
hizo plantear la teoría de la selección natural.
En este largo periodo, han llegado a estudiar 25 generaciones de pinzones y
casi 20.000 ejemplares de las 14 especies diferentes en una isla sin agua
potable en la que no ha habido interferencia humana.
Invitados por Cosmocaixa Barcelona para dar una conferencia sobre su
trabajo, los biólogos norteamericanos explicaron el fruto de sus
investigaciones: la explicación del mecanismo por el cual se presentan
nuevas especies.
"Hay factores internos genéticos en los cambios, pero también influye el
medio ambiente. Cuando ha habido sequías sólo han sobrevivido los ejemplares
que tenían los picos más grandes, capaces de comer semillas grandes y duras;
luego hemos comprobado que ese tamaño se hereda y en sólo dos años de una
especie surge otra nueva", aseguraba Rosemary a 'elmundo.es'.
Peter Grant, su marido, está convencido de que estos resultados son
extrapolables a otras especies, en las que no se pueden detectar los cambios
porque ocurren muy lentamente.
Desde principio de los años 70, la pareja ha pasado cada año periodos que
van de seis semanas a seis meses en las Galápagos. «Es duro porque no hay
agua potable, ni comida. Montamos el campamento y tenemos que llevarlo todo.
El único acceso es por barco. Además, tenemos que ser muy cuidadosos para no
introducir en la isla nuevas especies, así que hay que lavar todo el equipo
y los alimentos como el arroz o la harina, los tenemos que congelar
previamente», explicaba Rosemary Grant.
En los últimos años, los Grant han trabajado con genetistas que han
estudiado la expresión de algunos genes de los pinzones en los huevos y han
visto que hay dos relacionados con el crecimiento del pico: uno lo hace más
alto y ancho y otro lo alarga.
En las islas, no les falta trabajo: "Todos los años anillamos los nuevos
pinzones, los medimos y tomamos muestras de su sangre para hacer pruebas de
ADN", explican.
Además de los picos, han analizado sus cantos y han observado que varía
según la especie y que si un huevo cae por azar en un nido ajeno, aprende el
canto de la familia adoptiva. "Luego tendrá descendencia con la especie que
tiene su mismo canto", explican.
El próximo año tienen previsto volver a Dafne Mayor para comprobar si las
especies se han distanciado o son más similares, ya sea porque ha habido
cruces entre ellas (generando más diversidad genética) o por cambios en el
clima de su ecosistema.