Academia Ophir
Lección Nº 26

Un Asunto de Style (2)

Mire, señora, voy a hacer una definición de estilo:

Pero primero suponga que usted un buen día comprende en su interior, en su inteligencia-corazón-Dios interior, que Dios Amor existe... que nadie antes ha hablado de ello, que existe ese vacío EN EL CUERPO ESPIRITUAL GRUPAL DE LA HUMANIDAD...

Desde esa misma Claridad llamada Dios Amor, su inteligencia se expande y usted ve que existe ese vacío tan importante en el corazón místico de la humanidad.

¿Qué hace Ud.?

Cada uno lo hará según su estilo, según su style, pero Amor es ACCIÓN INMEDIATA (o no es tan Amor).

Agarrar un megáfono y salir a la calle a redimir pecadores con Dios Amor... O escribir una ópera, con el Mensaje en la letra y en la música, o escribir un libro dejando el conocimiento cifrado en símbolos y acertijos, como en el Código da Vinci, o escribir un tratado filosófico, o formar una religión, o formar un partido político, un movimiento, un desastre en el mundo...

El hombre propone, pero al final se hará lo que se deba hacer, será lo que deba ser y sucederá lo que deba suceder (tome nota), según planes superiores previos de Dios Amor.

Pero un estilo es meramente el decorado, el idioma, el traje; lo importante es lo de adentro, la Enseñanza.

(Dato: Para canalizar mejor se debe tener la espalda recta).

Mi style es mi style, me brota solo. Yo dejo fluir y sale. Si trato de "dar buena imagen" se esconde (además "buena" imagen... ¿de acuerdo a qué?). Por eso dejo fluir, lo que venga (y que haya pasado mi "censura previa" interior, naturalmente, no voy a escribir la primera idiotez que se me venga a la cabeza... Lo hago, pero sólo cuando he comprendido que no es tan idiotez, bobo sí, pero no fanático... bobo aficionado)...

«ESO CREE ÉL»...

¿Qué? ¿Quién dijo eso? Oh, cielos, qué horror, escucho voces, esquizofrrrrenia...

It's only my style, es sólo mi estilo, un poco de juego. Tengo el encargo divino, no sólo de integrar el Amor a nuestra espiritualidad, a Dios Amor, sino además tratar de que le perdamos el miedo a Dios...

Eso me pidió encarecidamente el pobrecito... dice que por favor crean que Él no es tan malo y asqueroso como ustedes creen...

Y cree que le vamos a creer, que somos tontos, no sabré yo que Dios es malo... Si Dios fuera bueno no se me habría perdido aquel diente de leche ni me hubiera regañado la señorita en la escuela... ¿Y aquel golpe que me di en la cabeza cuando corría yo por arriba de aquella pared?   ¿Y cuando me mordió un mono porque quise acariciarlo, en el zoológico? ¿Ah? Uno llega tan tranquilo aquí al mundo, se pone a jugar por ahí y plaf! tremendo porrazo en la cabeza... mordiscos, regaños, pérdidas; y no quiero decir nada de cuando se murió mi abuelito porque yo era muy pequeño y no lo recuerdo, ¿pero y mi falta de abuelito qué? BRAVO, DIOS, LINDO UNIVERSO EL TUYO... A UNO LE PASAN COSAS FEAS... DIOS AMOR... ¡JÁ!...

¿Ve? También hablo en burro, conozco el idioma... Es mi lengua natal, ahora que lo pienso... sólo que estoy aprendiendo otra.

Y por eso el juego y el humor me están permitidos en estos sagrados asuntos de Dios Amor (la dosis exacta... todavía estoy aprendiendo), y una que otra palabrota que viene precisa como un guante, porque a la mente-mayoría le producirá cierta sorpresa (y porque más de uno merecía un tirón de orejas), y eso abre la mente y entra mejor la lección, dos propósitos al mismo tiempo.

Todo eso es el vestuario, señora; también debo romper ciertos esquemas relacionados con la sexualidad, y con el humor.

Dios Amor se resiste a ser encasillado en esquemas anteriores porque es "nuevo". Viene a iniciar modas y no a copiar a nadie.

Por eso estas Lecciones son tan extrañas, pero créame que están motivadas por el más claro y noble Amor. No se fije en el traje del mendigo, está limpio, huele bien y no es malo.

Lo digo para que cuando aparezca el otro, mírelo por dentro, por sus obras, y no por fuera.

Enrique Barrios

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