Sin Dolor


Me duele, pero no me duele donde sangro, no es un dolor físico, es un dolor interno, profundo, un vacío, algo falta y no es el fragmento de tejido lo que extraño, es como si lo que falta jamás lo hubiera tenido, jamás lo he sentido, y aún así me duele, me quita el aire, me provoca llanto y aún así no lo derramo, ni una sola lágrima, no lloré ni el día que perdí tanto, o acaso gané?, si es que gané por qué me siento tan perdida?, lo busqué tantos años y al fin lo conseguí, pero ahora, qué sigue?, cumplí mi cometido pero aún así me siento derrotada, qué puede ser ahora mi objetivo si lo que esperé tanto tiempo no me dejó más que dolor?, pero no me puedo quejar, fue bello mientras duró, aún cuando se haya interrumpido de pronto, quien lo iba a imaginar, después de tanto ensayo el show final no salió como se esperaba, todo iba tan bien, a su ritmo, aún cuando no era mi ritmo, todo fluía tan sencillo, los besos y las caricias eran casi perfectas, estudiadas, como si conociera el camino sin haberlo recorrido, y de pronto algo falló, algo que de todos modos debía suceder en ese camino, pero no tan tarde, no después de recorrer el camino tantas veces, como si fuera la primera vez, la segunda vez de una primera vez, pero antes nunca se había llegado al final del camino, siempre había habido rechazo a llegar al final, aún cuando era lo que más se quería, llegar al final, y aún así no encontré la forma de llegar al final del recorrido, solo él, recorrió el camino al final, por primera vez, aún cuando ya había estado ahí, pero nunca había llegado al fin, no como ahora, de un solo impulso todo estaba ahí, adentro, tan sorpresivo, y aún así no hubo dolor, si acaso la sorpresa ante una sensación desconcida, pero a la vez placentera, aunque no tan placentera como había espérado toda una vida, dos, tres veces más, incontables impulsos que llegaban hasta el fondo de todo y aún así no había dolor, pero tampoco había electricidad, no había la suficiente emoción, hasta que sucedió lo extraño, lo inesperado, el flujo intenso que no pensé ver ya nunca, si no apareció la primera vez, cómo saber que iba a aparecer tanto tiempo después?, y ahí estaba, la sangre corriendo intensamente, pero sin dolor, el carmesí cubriendo por completo toda su longitud, parecía muerto, inerte y cubierto de sangre, y tan tranquilo, incluso sonreía, trataba de tranquilizar mi agonía, mi desesperación, mi odio, mi coraje ante el suceso, por qué tenía que aparecer ahora?, por qué interrumpir cuando al fin iba a llegar al final?, pero y en verdad iba a llegar?, si todo el camino previo no hubo electricidad, cómo saber si ahora la habría?, y él tan tranquilo, y yo en medio de la frustración, de ver correr la sangre y no sentir dolor, de saber que se había terminado el camino y no había encontrado lo que buscaba, y el dolor de saber que era el final, pero no el esperado, el dolor de estar ahí y no con la persona indicada, solo por el impulso de estar ahí, si acaso por inercia, por curiosidad, por experimentación, pero nunca por amor, perder la emoción solo por instinto, y ver un encuentro inesperado con la verdad, y después quedar sola, una vez más, sabiendo que la sangre aún corría tan intenso y que el agua se llevaba el flujo oscuro de su cuerpo, se purificaba de mi esencia, la mancha de mi ser era removida de su cuerpo, el agua era el testigo de un adios esperado tantos años, y al final sin siquiera haber recorrido todo el camino, y yo ahí tendida, hundida en mi pesnamiento, qué sucedió?, por qué ahora tenía que suceder?, por qué no hay dolor?, por qué la sangre sigue corriendo sin una razón?, y de nuevo ahí está el culpable, pero, y si acaso es una víctima?, una víctima del impulso y la necesidad, un testigo inocente de lo que se quería encontrar, pero no es inocente, sabía por que estaba ahí, quería estar ahí, quería recorrer el camino y logró llegar al final, aún cuando la sorpresa también lo atrapó, pero regresó, tratando de confortar mi confusión, purificado ya de la esencia vital que lo cubría, tratando de ser el aliado de la situación, y volvió a atacar sorpresivamente, pero esta vez evitó acercarse al sitio del crimen, no quería volver a impregnarse de sangre, solo quería llegar al final, y llegó, en un momento llegó al final, en medio de gemidos y espasmos, pero tampoco hubo dolor, se convulsionaba y gritaba, pero sin dolor, solo la explosión de sus entrañas y la liberación de su electricidad, explotó, en medio de un torrente blanquecino, y ya no dijo más, no emitió sonido, solo quedó tendido, tratando de respirar, tratando de entender aún por que después de tanto tiempo parecía la primera vez, por que no pudo evitar llorar, por qué como si jamás hubiera visto el camino, había encontrado la ruta perfecta a su propio dolor, y yo solo observando su inerte cuerpo, sin aliento, con los ojos cerrados, y con este extraño sabor en mi boca, punzante, me quema como si fuera la culpa misma, y me repugna, pero a la vez no deja de satisfacer el saber que provocara tal efecto, pero sigue siendo frustrante, y la sangre sigue ahí, corriendo, como un recordatorio de lo que debía ser y no fue, y el sabor amargo, recordando que no es más que un instrumento para llegar al final, y yo sin conocer como llegar al final, solo pensando, cuándo será?, cuándo llegaré al final?, y aún sin entender por qué él si llegó al final del camino, si tantos antes lo intentaron y no lo consiguieron, él con un solo impulso rompió lo no dañado jamás, acaso esta vez era diferente?, acaso esta vez si confiaba en él?, y ahora que se va, lo volveré a tener?, me duele tanto esta soledad, me duele saber que al final, solo es una estadística más, que la sangre solo me recuerda la vacuidad de los hechos, que quizá perdí un instante único sin llegar al final, que encontré a la persona que podía enseñarme a encontrar la ruta perfecta, acaso esta vez será amor?, acaso me sigo engañando con fantasías?, solo se que la amargura en mi boca perdura, y que no hay dolor, no hay placer, solo amargura, solo la mancha de la sangre perdida sin sentido, o quizá ganada por la vida, y sigo agonizando en medio de la oscuridad, sola, bañada en su esencia, y él se aleja, aún cuando su cuerpo sigue ahí tendido, no hay nada, quizá la promesa de un futuro intento, pero, qué caso tiene?, la primera vez ya no existe, solo un incierto futuro de un camino al que algún día llegaré hasta el final, quizá, y esperando que esta vez no haya dolor, solo electricidad.



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