Yo miro por el día que vendrá
Hermoso como un sol en la ciudad
Y si me escuchas bien
Creo que entenderás
Porque yo esperé en vano
Que me dieras tu mano
De mis huesos la humanidad
Debes salvar
Los magos, los acróbatas, los clowns
Mueven los hilos con habilidad
Pero no es el terror
A la soledad
Lo que hace a los payasos
Uno rojo, otro blanco
Ya los viejos romper la voz
Para cantar
Oye, hijo, las cosas están de este modo
Una radio en mi cuarto me lo dice todo
No preguntes más
Tenés sábados, hembras y televisores
Tenés días para dar aún sin los pantalones
No preguntes más
Siempre el mismo terror
A la soledad
Me hizo esperar en vano
Que me dieras tu mano
Cuando el sol me viene a buscar
A llevar mis sueños al justo lugar
Parte censurada:
Los magos, los acróbatas, los clowns
Mueven los hilos con habilidad
Pero es que ya me harté
De esta libertad
Y no quiero más padres
Que acaricien mi espalda
Oye, hijo, las cosas están de este modo
Dame el poder y deja que yo arregle todo
No preguntes más
Tenés sábados, hembras y televisores
Tenés días aún para dar sin los pantalones
No preguntes más
Pero es que ya me harté
De esta libertad
Yo no quiero más padres
Que acaricien mi espalda
Soy un hombre que quiere andar
Sin pedir permiso para ir a llorar
Son cuatro casas sin ventanas
Cuatro cadáveres que van
A renacer de entre los muertos
Las visiones del final
Es una loca sin mañana
Es una lágrima en el pub
Así es la loba que me cuida
Cuando empiezo a despegar
Alguna gente que conozco
Vive metida en un baul
Teleteatro del futuro
Patafísica del sur
A mi no me gusta tu cara
Y no me gusta tu olor
Hay tres o cuatro mamarrachos
Con los que yo estoy mejor
Tengo los muertos todos aquí
¿Quién quiere que se los muestre?
Unos hincados, otros de pie
Todos muertos para siempre
Elija usted en cual de todas ellas
Se puso a pensar
Tengo los llantos todos aquí
Cómo una llovizna fría
Cuál es la mueca que él le dirá
La de su espectro, la mía
Elija usted en cual de éstas muertes
Se puso a llorar
Yo crecí con sonrisas de casa
Cielos claros y verde el jardín
Y qué estoy haciendo
Acá en esta calle con hambre
¿Cuántas veces tendré que morir para ser siempre yo?
Y no ese, que duerme tranquilo
despues de asesinar sin saber
Y ríe en su casa
Con el cuerpo limpio de muerte so loco
su propia muerte pequeña, tibia;
En su espalda
Bailen las viudas, vuelen los velos negros
Al infinito
Caigan las balas sanas aquí
que las sombras se hagan gritos.
Algo anda mal señor
¿Qué es eso rojo en su pantalón?
(c) 1974, Pequeñas anécdotas sobre las instituciones
Escondido atrás de su escritorio ví
Un ser bajo, pequeño, correcto y gentil
Atiende los teléfonos y nunca está
Mira a su secretaria imaginándola desnuda y en su cama
Y vuelve a trabajar
Entra en el microcine y toma ubicación
Hace gestos y habla sin definición
Se va con la película hasta su hogar
Le da un beso a su esposa y se vuelve a encerrar a oscuras y ensu sala
De cuidar la moral
Entra ella y se va desvistiendo
Lentamente y casi sonriendo
Alta, blanca, algo exhuberante
Dice "ahora" y camina hacia adelante
Mira al hombre pequeño que se raya
Cuando ella sale de la pantalla
El hombre la acuesta sobre la alfombra
La toca y la besa pero no la nombra
Se contiene, suda y después con sus tijeras plateadas le cortasu cuerpo,
le corta su cuero, deforma su cara, y así mutilada la llevacargada a la pantalla
justo a la mañana
No conozco tu cuerpo ni se más quién sos
Vi tu nombre en los diarios, y nadie te vio
La pantalla que sangra ya nos dice adiós
Te veré en veinte años en televisión, cortada y aburrida
A todo color
A todo color
Parte censurada:
Yo detesto a la gente que tiene el poder
De decir lo que es bueno y lo que es malo también
Solo el pueblo, mi amigo, es capaz de entender
Tenés todo y nada para dar
¿Cuántas calles bajaste antes de llegar?
¿Cuántos timbres tocaste antes de entrar?
Falsificadora de querer,
tenés tanto tiempo para recorrer,
tenés un instante para renacer.
No llores, nena, que no es la muerte,
bajo los techos alumbra el sol.
Estoy en busca de algo naranja y verde,
bajo las sábanas, pasa la noche azul.
Vendrá la luna por la mañana
y tal vez todo termine en nada,
y qué te importa si fuiste mía
y qué te importa la policía.
Tendremos un gato en el jardín
tendremos un hijo si quiere venir
muchos desayunos y ningún clarín.
No sólo del hombre vive el pan,
cuando tenga ganas de iré a trabajar,
cuando tenga ganas no me importará.
No llores, nena, que no es la muerte,
bajo los techos alumbra el sol.
Estoy en busca de algo naranja y verde,
bajo las sábanas, pasa la noche azul.
Si viene bien que sigamos juntos
haremos todo a pesar del mundo,
y no habrá penas para ninguno,
y no seremos no sino uno.
Desnuda de frío y hermosa como ayer
Tan exacta como dos y dos son tres
Ella llegó a mí, apenas la pude ver
Aprendí a disimular mi estupidez
Bienvenida Cassandra
Bienvenida el sol y mi niñez
Sigue y sigue bailando alrededor
Aunque siempre seamos pocos los que
Aun te podamos ver
Les contaste un cuento sabiéndolo contar
Y creyeron que tu alma andaba mal
La mediocridad para algunos es normal
La locura es poder ver más allá
Baila y baila, Cassandra
Digo bien, bien, bien la pude ver
No hablo yo de fantasmas ni de Dios
Solo te cuento las cosas que
Se te suelen perder
Había una vez, resultado de un juez
Que era amante de los jueves
Un gran señor que sufría el deshonor
De sus sirvientas infieles
Y una mujer neurótica sirviendo el té
En las habitaciones de algún juez
Disponible el primer jueves del mes
Había una vez, una casa con tres
Personas en una mesa
Uno en inglés, otro hablaba en francés
Y el otro hablaba en caliente
Cada uno mantenía su conversación
Que giraba en tres temas en cuestión
Amor libre, propiedad y represión
Y en la casa la noche pasa amablemente
El señor con el juez, y el juez indiferente
Si alguien se ríe
Había una vez, un país al revés
Y todo era diferente
Todo el dolor, el oro y el sol
Pertenecían a la gente
En esa casa dividieron el pastel
Y no dejaron nada sin comer
La bandeja se la llevó la sirvienta
Para quién canto yo entonces
Si los humildes nunca me entienden
Si los hermanos se cansan
De oír las palabras que oyeron siempre
Si los que saben no necesitan que les enseñen
Si el que yo quiero todavía está dentro de tu vientre
Yo canto pgra esa gente
Porque también soy uno de ellos
Ellos escriben las cosas
Y yo les pongo melodía y verso
Si cuando gritan vienen los otros
Entonces callan
Si solo puedo ser más honesto que mi guitarra
Yo canto para usted
El que atrasa los relojes
El que ya jamás podrá cambiar
Y no se dio cuenta nunca que su casa se derrumba
Parte censurada:
Y yo canto para usted
Señor del reloj de oro
Se que a usted nada lo hará cambiar
Pero quiero que se entere que su hijo no lo quiere
(c) 1974, Pequeñas anécdotas sobre las instituciones
Se agradece la ayuda a Ricardo Luna de Costa Rica.
Comentarios: Pavel Valencia
Última revisión: 4/5/95