- "Vino un tipo raro rompiendo las puertas de
enfrente. Voló al sótano, sacó otro tipo de allí,
y voló
hasta el techo del edificio"
cuenta
Brenda.
- "Fue entonces cuando vimos que lanzaron a alguien
por los aire, y el buey ese lo atrapó. Entonces
dedujimos que tú habrías
de andar en el techo, ya muerto" le
dice Lupita.
- "..... Siento mucho decepcionar a todos....."
se
queda cruzado de brazos Reubén.
- "¿Y esa gente de dónde sacó
poderes? Y qué casualidad que tú tienes poderes muy
parecidos. ¿Nos podrías
explicar?"
le pide Obeth.
- "Pues, aparte de lo que ya les he contado una
y otra vez, pues no, no puedo explicarles más
porque no sé. Aunque....."
se
queda pensando Reubén.
- "¿Qué?" se
quedan pendientes todos.
- "Pues, creo que la ropa que usan me la robaron..."
les
dice preparado a recibir sus ataques.
- "¿¡Qué?! ¿Cómo
puede ser eso posible? ¿Qué no la guardaste en un lugar seguro?"
le
empiezan
a reclamar.
- "Para empezar, como esa ropa ni sabía
de dónde había salido, ni hacía nada, no me preocupé
por
hacer averiguaciones cuando
no la hallé en la mochila. Luego, nadie me creía mis aventuras,
y
gracias al efecto Pigmaleón,
yo tampoco. Y para terminar, como esos tipos se hacen llamar
Anti-Defensores del Tanuki,
y esta se supone que es la Organización de los DT, y en
consecuencia nosotros somos
Defensores del Tanuki, pues ya nos jodimos" se
lamenta
Reubén.
- "Necesitamos ayuda, y pronto. Van dos ataques
en un solo día, y bien puede haber un tercero.
No podemos estar todos juntos
todo el tiempo, ni jugar a los refugiados en un edificio que ya ha
sido atacado" determina
Susana.
- "¿Pero quién nos iba a poder
ayudar?" le preguntan.
- "Pues espero que las PahQuhnianas tengan ideas
al respecto" sonríe Reubén.
Nadie está exactamente seguro de lo que quiere decir con ese comentario.
- "Todo esto ya se volvió demasiado raro.
Yo me voy" se despide Alexedgar.
- "¿¡A dónde?!" le
pregunta Reubén.
- "A práctica. Estoy atrasado. El estar
en la Banda de Guerra es una responsabilidad muy grande
que me exije mucho."
- "¿¡Y esto no?!"
- "No estoy diciendo que esto no sea importante,
sólo que tengo la responsabilidad con la Banda de
Guerra desde antes de entrar
aquí. Y como aquí nomás teníamos juntas los
Sábados un ratito, no
me afectaba. Además,
antes no había locos tratando de matarnos. Me voy. Para siempre."
- "Hmmmfff..."
Los demás quedaron de acuerdo en seguir en sus puestos.
- "Creo que sería buena idea que me acompañara
Julio a visitar a Pico y Nico, los extraterrestres"
les dice Reubén.
- "Creo que nosotras seríamos de más
ayuda" le dice Lupita.
- "Tenemos que visitar a Pico y Nico a ver si
nos pueden enviar un ejército de PahQuh para
ayudarnos, o a ver qué
otra cosa se les ocurre a ellos o a ellas. Ya bastante me han sonsacado
para hacerles los mandados
a ese par como para que no me ayuden ahora. Pero antes de eso, lo
que tengo que hacer, es....."
Reubén
hace un silencio de suspenso.
- "¿¡Qué?!" le
preguntan Lupita y Brenda.
- "Localizar a Toto. ¡Es que no me acuerdo
cómo llegar con Pico y Nico!" se
ríe Reubén.
- "Vaya bonito dizque Defensor que tenemos"
se
queja Lupita.
- "Huy, qué delicada. Al fin y al cabos
tengo que comprobar si todavía puede convertirse en lobo
para que nos pueda ayudar."
- "Bien. Nosotras dos te acompañaremos
a localizar a Toto. Además, te vamos a poner al tanto
sobre lo que hemos estado
investigando y practicando. Quizá pueda servir en una crisis como
esta."
- "Perfecto. Nomás déjenme hacer
un reporte de los atacantes para que los demás sepan de quién
cuidarse. También se
los tenemos que mandar a los consejeros; ellos podrían ser las próximas
víctimas."
Una vez terminado el reporte, toman el camión hacia la casa de Toto. Ya cerca, Reubén se aclara la garganta y se lleva las manos a la boca en forma de altavoz.
- "¡Toto! ¡Toto!"
Empieza
a gritar con todas sus fuerzas.
- "¿¡Qué demonios haces?!"
le
reclama Lupita.
- "Pues llamando a Toto para pedirle que nos
lleve con Pico y Nico."
- "¿No sería más fácil
preguntar por él en su casa?"
- "Pues sí, pero tampoco me acuerdo exactamente
dónde vive."
- "Ay no puede ser....."
Lupita mejor se desasocia del loco que grita, y junto con Brenda decide ir a tocar de puerta en puerta para preguntar dónde vive. Gracias a su suerte, a la primera le dicen que vive dos cuadras más adelante.
- "Por eso decía que por aquí no era. Pero andaba cerca" les asegura Reubén.
Una vez en la cuadra correcta, Reubén recuerda dónde vive Toto y va a tocarle.
- "¿No hubiera sido más fácil
hablar por teléfono? ¿No hubiera sido mejor hablarle a los
Consejeros
para no andar en camiones?
Estoy segura que ni los teléfonos tiene" se
queja Lupita con
Brenda.
- "Mira: Mejor usa aquel teléfono público
para llamarle a algún consejero que no esté ocupado
ahorita. Todavía puede
darnos raite a donde quiera que sea que se encuentren los extraterrestres
aquellos" le
sugiere Brenda.
- "Sí, tienes razón. Ni para qué
quejarme de Reubén, si es un caso perdido."
Cuando Reubén termina de decirle cordialidades a Toto...
- "¿Y qué? ¿Todavía
te puedes hacer lobo?"
le pregunta
Reubén como si nada.
- "¿?" se
queda patinando Toto.
- "¡Ay este hombre es imposible!"
se queja Lupita en voz alta mientras va hacia el
teléfono.
- "¿Y esa loca a dónde va?"
le
pregunta Reubén a Brenda.
- "Dijo que tiene que hacer una llamada, tú
no te preocupes"
le calma Brenda.
- "¿Y bien? ¿Todavía puedes
o no?" le sigue acosando Reubén
a Toto.
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