Alondra y pavoreal


Debajo de cada acción está la vida,
en la forma en que el sujeto la aprendió,
hasta como uno se abrocha los zapatos
es parte de la verdad que la personalidad grabó.

Estamos hechos de recortes,
un encolado envuelto en piel,
que de mi desesperación en igual dosis
que andando en tiempo se convierte en parecer.

Así crecimos de pequeñas frustraciones
que fueron construyendo la verdad social
y a veces se vieron pequeños resplandores
enmascarados en esencia colonial.

Suele pasar que a veces nos deslumbra el grito
del pavorreal porque es brillante su manto.
También solemos desoír el simple rito
con que la alondra hace verdad el resplandor del sol.

Como los rastros orientan a la hormiga
tanteando vamos hacia la realidad,
quitándole la palabra a la mentira
el rastro de la verdad
seguro nos llevará al sol.

Hay una flor, hay una espina,
hay todo lo que nos pasó
como una oruga de cañón sobre la vida
o como un preso en la pared hacia un reloj.

Hay lo que hay y tenemos incompleta el alma,
adolecemos el pecado original
de haber nacido antes que el canto de las almas
nos enseñara a salir del reino animal

Así soy yo, así eres tu, así son todos,
los que de niños padecieron aprender
primero la ficción de reyes y de duendes
que la ventana de escribir y de leer.


Tema de la adolescencia

Y al final de un dia di con mi cuerpo
tras andar un trecho tan encorvado
Comprendi que no habia ido muy lejos
que mi historia era un camino trillado.

Y me rei, tanto de mi, y me rei
diciendo no.

Supe que para al fin poder envejecer
debia saltar a la aventura de buscar
que era el momento en que debia comprender
pues ya mis piernas se atrofiaban al andar.

Y me rei, tanto de mi, y me rei
diciendo no, diciendo no.
Y que paso despues,
pues que salte a vivir,
pues que salte a vivir.

Ya despues me recorri todo el cuerpo,
lo aprete pegando en parches los sueños.
Y conmigo acompañe mi camino,
asorando la razon del instinto.

Y me rei, tanto de mi, y me rei
diciendo no y siempre no.


Paula

Debiera bastar con inventar tus ojos,
debiera bastar con hacerlos vivir.
Tus ojos abiertos son como tu historia:
van solos contando mil cosas de ti.

Los veo cual si viera la esfera de un brujo,
les veo paises y escenas de amor,
mas donde debieran quedar los jardines
yacen instrumentos de hacer la labor.

Paula,
pequeña hermanita, niña sin jardin,
por no tener flores sembraste una en ti.
Paula,
yo pudiera darte un inmenso jardin
si pudiera darte todo mi pais.

Yo se de las cientos de suertes que corren
las flores silvestres, la flor sin jardin,
pero tambien se que sequias y piedras
no pueden con una razon de vivir.

Paula,
pequeña hermanita, niña sin jardin,
por no tener flores sembraste una en ti.
Paula,
yo pudiera darte un inmenso jardin
si pudiera darte todo mi pais.


Maria

Maria,
te pareces al viento,
a ese viento que pasa
por entre las casas
y vuela la tranquilidad
hacia el mar.

Maria,
es tu nombre un misterio
porque amas las cosas
que no tienen dueño:
el cielo, la luna y el mar,
la ciudad, el cristal.

Maria
tienes pocos amigos,
ay Maria, porque entiendes los rios:
el tiempo pasara y no te importara
seguir dieciendo amor
frente al primer dolor,
pero los años van a desgarrarte a ti
como le pasa a el
como me pasa a mi,
Maria.

Maria
no hace tanto jugabas
con muñecas y casas,
pero ya ves: el tiempo pasa
como si alguien fuera tras el
a correr.

Maria,
que no llegue el momento
en quer mil juramentos
lanzados al viento
te hagan tu mundo dejar:
no podras regresar.

Maria
tienes pocos amigos,
ay Maria, porque entiendes los rios:
el tiempo pasara y no te importara
seguir dieciendo amor
frente al primer dolor,
pero los años van a desgarrarte a ti
como le pasa a el
como me pasa a mi,
Maria.


El Barquero

Un buen dia quizas un barquero
se lanzo tras el mar del recuerdo
Era un barco pequeño en el tiempo
pero habia fe,
pero habia un raro esplendor en sus ojos,
pero habia un mistico afan de por que,
pero habia fe.

Una darsena es solo una entraña;
mar de invierno es tal vez la mañana;
barco chico es quizas alma clara;
y aunque haya fe,
y aunque haya un flujo de amor en mi frente,
tanto se hunde mi rostro en la gente,
que ya no se.

Ya me canso de tanto hablar,
si esta dicho todo hasta el fin.
Que mas ruido que el de escuchar
de la vida, todo el trajin.
Tanto espacio entre mi voz
y el oido que ha de esperar.
Nada tengo que decir yo
miren todo y me escucharan.

Un buen dia quizas un barquero
se lanzo tras el mar del recuerdo
De su barco, entre grito y silencio
aun no se sabe
cual de las tantas ha sido su suerte:
si hallo la vida o se fue con la muerte
o simplemente se perdio.


Terezin

Una pesadilla blanca
de chimeneas quemando sangre
para hijos de Judea
con rara estrella y rostro de hambre.

En invierno y verano es igual
tras alambres no hay estacion.
Terezin de los niños jugar
con la muerte comun
mientras pintaban el cielo azul,
mientras soñaban con corretear,
mientras creian aun en el mar,
y los llevaban a caminar para no regresar.

Terezin, pelota rota.

Sed de tardes ya increibles
saltaron locas las altas tapias,
y el amor, irreductible,
quedo colgado en alambradas de Terezin.

Terezin, pelota rota


Hay un grupo que dice

Hay un grupo que dice
que lo haga reir
dice que mi cancion no es asi juvenil,
que yo no me debiera poner a cantar
porque siempre estoy triste,
muy triste.
Miren que decir eso
con tantos motivos
para no reirse como hay.

Hay un grupo que dice
que una cancion
tiene que ser muy facil
para la razon,
que las cosas que digo
solo las se yo.
No han abierto los ojos
al mundo.
Miren que decir eso
con tantos motivos
para preocuparse como hay.

Hay un grupo que dice
que lo haga feliz
que me vira la espalda
y se pone a reir,
Yo no puedo vivir
facilmente sin ver
que suceden mil cosas
muy tristes.
Miren que decir eso
con tantos motivos
para no reirse como hay.


Menos mal que existen

Menos mal que existen
los que no tienen nada que perder,
ni siquiera la muerte.
Menos mal que existen
los que no miden que palabra echar,
ni siquiera la ultima.

Se arriman
a la noche y al dia
y sudan
si hay calor y si hay frio se mudan.

No esperan
echar sombra o raices
pues viven
disparando contra cicatrices.

Escuchan
se proyectan y lloran
debajo
de sus huellas con tanto trabajo.

Se mueren
sin decir de que muerte
sabiendo
que en la gloria tambien se esta muerto.

Menos mal que existen
menos mal que existen
menos mal que existen
para serlo.

Menos mal que existen
los que no tienen nada que perder,
ni siquiera la historia.

Menos mal que existen
los que no dejan de buscarse asi
ni siquiera en la muerte
de buscarse asi.


Emilia

Emilia, tus ruinas las lei con buena voz,
tienen puertas como tu.
Que ridiculas mis cartas,
Que ridiculas las sombras de mis sueños.
Que bien te recuerdo llorando.

Emilia, has ido junto con cada cancion,
escondida en un baul
como un signo inevitable,
y hay anecdotas tirandome del ceño.
Que bien te recuerdo llorando.

Que dira tu instinto cuando sienta esta cancion
y que diras tu,que te acercas
a la maxima distancia entre nosotros.
Quien conoce que un soldado moribundo te cantaba,
que hubo olores de una selva,
que habia cines,
que llovia.
Vallejo asi nos descubrio,
Byron estaba en su lugar.
Todo pasaba con nosortros.
Emilia, que horriblemente hermoso
era aquel tiempo.

Emilia, que pasa,
cual resaca nos llevo al silencio,
a recordar.
Algun viento nos ha dado
y en sus puntas discutimos con la muerte:
que no te sorprenda llorando,
Emilia.


Blancanieves

Mi alma crecio silenciosa y normal
hasta cuando cumpli cinco años
crecia yo en mi pueblo natal
anhelando lo nuevo y lo extraño
Fue entonces cuando hubo domingo
para una matine infantil
era marzo, era abril
era el color
y era una luz del asombro
ilustrando el amor... el amor

Soy de provincia y por eso tal vez
el seguro de mi alma es tan leve
confieso que bien pasados los dias
volvi al cine tras mi blancanieves
Aun me estremece inmaculada
frente a la infamia y el horror
fue mi primer amor
y fue tambien
la unica excusa
para un "ama y losa" que mientras vivio
dio a blancanieves su leve, su primer amor.


America, te hablo de Ernesto

Con una mano larga
para tocar las estrellas
y una presion de dios en la huella,
paso por tu cintura,
por tu reves y derecho
el curador de hombres estrechos.

Preparando el milagro
de caminar sobre el agua
y el resto de los sueños
de las dolencias del alma,
vino a rajar la noche
un emisario del alba.

Y con voz tan perfecta
que no necesita oido
hizo un cantar que suena a estampido.
En todos los idiomas el emisario
va a verte:
en todos los idiomas
hay muerte.
Aunque lo entierren hondo,
aunque le cambien la cara,
aunque hablen de esperanza
y brille la mascarada,
llegara su fantasma
bien retratado en las balas.


El dia en que voy a partir

No te muevas,
quiero conservar
este instante asi
tu junto a la ventana
como a contraluz

Sentada en el lecho
queriendo mirar
los ojos profundos del sol
detras de tu cuerpo, feliz
desnuda, desnuda y ya es
el dia en que voy a partir

No te muevas,
si puede estar quieta la felicidad
si puede volverse de piedra el amor

Convierte en estatuas
los dias y el mar
tal vez te convenza mejor
o al menos conforme ya este
repleto de penas sin ser
el dia en que voy a partir.


Ay! la marea

La luna está
hinchándole el pecho al mar.
No salgas hoy,
no salgas hoy en tu barco.

No salgas hoy
si no quieres zozobrar,
que el mar está,
que el mar está respirando.

¡Ay! La marea.
¡Ay! Respirando.

Lo que te dé
Lo que te dé para ti
píntalo azul,
píntalo pálido y blando.
Que lo que doy,
que lo que doy una vez,
si no lo doy
por dentro me va acabando.

Fuera de mí
un astro ensaya su luz.
Dentro de mí,
la noche es resplandeciente.

Fuera de mí
un astro ensaya su luz.
Dentro de mí,
el mar se vuelve impaciente.


Bienvenido seas octubre

Octubre,
octubre había llegado como llega siempre,
mojando la acera de lluvia y paciente,
cargando de sombra las nubes que llevaban brisa,
poniéndole un tono salubre al sabor de la brisa.

Octubre terrible del 62,
llegaste derecho a parar el reloj.
Y no reparaste en que en esta región
tutear a la muerte era ya tradición
y octubre se marchó por donde mismo entró.

Fueron los tiempos duros para el amor,
fueron tiempos de estrellas y soledad,
como un adolescente que abandona la casa paternal
y descubre que tiene el poder de su verdad.

Fueron los tiempos duros de la amistad,
y aprenderlo bien caro nos costó,
pero mucho aprendemos uno y por hoy,
cuando resbala con antifaz
que deja ver el rostro de la ambición
de la prisión.

Octubre,
de nuevo nos muestra su rostro de cuarto menguante,
pero en esta fecha se siente un calor sofocante,
se siente que siempre he crecido destruyendo mitos,
cambiando mil nuevos ciclones con menos amigos.

Ahorita llegamos al 72
y cumple diez años aquella lección
que se une a mis nuevas carencias de Dios
que a veces dan risa a veces dan tos.

¡Oh! bienvenido seas octubre de mi amor.
 


Cuantas veces al dia?

¿Qué silencio es culpable de la muerte de un hombre?
¿Qué silencio en nosotros ha colgado inocentes?
¿Qué silencio maldito ha cegado algún nombre?
¿Cuántas veces al día merecemos la muerte?

No busquen más alrededor.
Ustedes son, no busquen más.
No es el de atrás, ustedes son.
No es el de al lado, no,
eres tú mismo, sí,
el que sonríe bien, el que sabe callar.

¿Cuántas veces al día merecemos la muerte?
¿Qué silencio aprendido nos preserva la vida?
¿Qué silencio oportuno nos convierte en prudentes?
¿Qué silencio asesino nos llena la barriga?
¿Cuántas veces al día merecemos la muerte?
Se sabe nada todavía, te digo,
Sócrates: poco ha caminado el mundo.
De tu ciudad viejísima de vino
a la mía de hierro hay un segundo.

Hemos seguido hablando con tus frases
-damos saltitos en la noche, a veces-.
Cualquier materia extraña se deshace
en la simpleza humilde de los peces.

Llegamos a la luna, nos matamos,
leemos diarios, somos enemigos
y no se sabe aún por dónde vamos.

La energía nuclear no es buen testigo
de que se sepa más que tú, mi hermano.
Se sabe nada todavía, te digo.
 


A quien le pueda interesar

¿Cómo andan, hola, qué tal?
(a quien pueda interesar)
¿Cómo andan, hola, qué tal?:
¡soy feliz de regresar!

Ahora heme aquí,
entre ustedes en la vida otra vez.
Ahora heme aquí,
con un poco de agua fría en los pies.
Ya regresé
y el que quiera puede ya sonreír,
el que quiera puede irse a llorar,
y al que quiera puede darle igual.

Estoy hablando a quien pueda interesar,
pero ante todo tengo que ordenar mis cosas.
Es que he traído demasiados documentos
sobre el mar,
es que he traído demasiada inspiración.
Estoy hablando a quien pueda interesar,
pero ante todo tengo que coger respiro.
He de llenarme nuevamente
de las cosas, de la gente,
antes de hacerme aplaudir o censurar.

¿Cómo andan, hola, qué tal?
(a quien pueda interesar)
¿Cómo andan, hola, qué tal?:
¡soy feliz de regresar!

Ahora heme aquí,
entre ustedes en la vida otra vez.
Ahora heme aquí,
con un poco de agua fría en los pies.
Ya regresé
y el que quiera puede ya sonreír,
el que quiera puede irse a llorar,
y al que quiera puede darle igual.

Estoy hablando a quien pueda interesar,
pero ante todo abrazo a mis amigos,
a alguna muchachita que se muestre
amable en el saludo,
a la familia, a los vecinos y demás.
Estoy hablando a quien pueda interesar,
pero ante todo estoy besando el suelo.
Como se puede ver,
regreso con color en las mejillas
-y si pudiera verse el alma habría más-.
Me regocija verlo todo junto otra vez,
para vivir un poco más allá,
para morir un poco más también.

Estoy hablando a quien pueda interesar,
a quien pueda interesar.


Abro despues de las dos

Tengo que cuidar a mi hermana
Qué cigarros fumas ahora
Hoy me caso y no tengo anillo
Yo si que no creo en nadie
Ella es más alta que él
Dónde está mi cinto amarillo
Los zapatos no te combinan
Ella está muy avejentada

Abro después de las dos
Salí a almorzar

Viste que carro más bueno
Cuida que el niño no bese a la niña
A las 5 iremos al cine
Sus padres son divorciados
Entonces se quitó el vestido
Qué fría está la comida
Ese chisme quién te lo dijo
A tu obra le falta fuerza

Abro después de las dos
Salí a almorzar.
 


Acerca del amor

Ahora nadie realmente me está escuchando,
pero yo quiero hacerle una canción a mi amor.
Como no he tenido amores duraderos,
nadie va a pensar que estoy hablando de sí
cuando diga cosas del abrazo,
de las despedidas y los besos.
El beso de que hablo
se lo pude haber dado a mi guitarra.

Los rostros son como estaciones,
pasan llenos de hojas amarillas,
de soles ardorosos, de vientos arropados.
Nadie tiene estaciones en su haber.
Todo el mundo se queda bajo su piel
caliente.
El calor y la brisa retozan afuera,
la verdad y la mentira retozan afuera,
los proyectos de cielo, la paciencia del tiempo,
una sombra en la que crees ver la luz
, pero tanto la aurora como la cruz quedan afuera.
Es aire que se respira y que se deja:
se queda.

Heme aquí hablando al mismo ritmo
de muchas direcciones, de mil oscuridades
que han servido para emprender abrazos,
sitios donde han rodado tantos cuerpos
vacíos o plenos.
Para qué describir el pelo del amor,
si el pelo del amor cambia de forma.
Para qué pronunciar los vanos trazos
con que a veces descubro el desconcierto.
No digo, no hablo.

Yo no describo la risa del amor,
pues si acaso dijera que su risa amanece
en la buena penumbra de una calle desierta,
que hay un sol sumergido en sus labios terribles,
mis ojos fueran manos en la oscuridad,
y no:
son ojos, pese a todo
son ojos mis ojos.

Mi amor existe y nunca se peina
ni ríe ni mira.
Es amor solamente.
Sólo amor.
 


Al cabo del mar

Hoy, al cabo del mar, quisiera saber
qué hiciste la noche en que no vi tu mano,
qué hicieron tus libros y tu último espejo,
qué hizo tu cuerpo soñado, cuando ya no estuve
abriéndote luces de cientos de estrellas
en cada palabra de amor descubierta hacia ti.

Qué cosa dijiste la última noche
al nuevo silencio posado en tu almohada.
Aprende a llevarme,
que aún voy doblado por ti.

Hoy, al cabo del mar, quisiera saber
qué píldora estuvo colmando tu sueño,
qué filo cortó tu deseo de nombrarme,
qué ala pensaste encontrar para alzar tanto peso
y hacerlo tan fácil, como si mi abrazo
se fuera a romper con volar.

Hay tanto recuerdo, hay tanto y con alas
-alas que nos siguen al cielo, a la muerte-.
Aprende a llevarme,
que aún voy doblado por ti.

Hoy, al cabo del mar, quisiera saber
si fue casualmente que hallaste al amigo
que toda una tarde te vio recordando
y así me lo dijo con voz de verdugo sublime,
haciendo de un día de sol día de tumbas,
maldita canción que olvidar.

Así quedó roto, por cuatro palabras,
el ancho escondite que usé para huirte.
Aprende a llevarme,
que aún voy doblado por ti.

Hoy, al cabo del mar, no hay nada que hacer
con esta distancia sin tiempo y espacio,
con esta distancia tenaz, siempre cerca,
con esta distancia de los pensamientos furiosos,
tuyos, carniceros, que nunca reposan,
que incendian las olas a golpes de viento y canción.

Ya no hay nada que hagamos que pueda alejarnos
de la piel crecida entre nuestros cuerpos.
Aprende a llevarme, que aún voy doblado por ti.
 

1