La muerte está de fiesta, hoy recoge en sus cuencas
huecas nuestro amor.
Que triste ser testigo de un deseo que muere. Que triste darle a nuestro
futuro el último adios.
Pero creo que pronto voy a estar listo para estar de fiesta yo.
Primero por dejar ir un suplicio.
Segundo por tener una vida mejor.