Solo una noche La anorgásmica erótica y otros cuentos de terror Para dos  
Desde mi ventana

Vi al gato blanco caminar sobre la reja
Llevaba la cabeza alta y el paso ligero
con la seguridad de quien lo tiene todo.

Se detuvo en una columna
miró hacia donde yo estaba
sus ojos altaneros supieron leer mi historia
Entendió mis carencias y mi felicidad
y cuando al fin supo todo de mi
saltó sobre el tejado
y se alejó, marchando.

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