MI BIBLIOTECA
y la BIBLIOTECOLOGÍA
John
Maynard Keynes[1]
dijo:
“Lo difícil no son las ideas
nuevas, lo difícil es escapar de las antiguas”.
No queremos con esto presentarles el devenir de vuestra Vida bibliotecaria como una escapatoria. Quizá lo más acertado es presentárselas como un desafío.
Internet representa el mayor desafío que jamás ha experimentado la labor de los profesionales de la documentación, llámense bibliotecarios o documentalistas.
Hace poco alguien dijo que la biblioteca sin muros ya está aquí, una biblioteca que no se encuadra dentro de los límites arquitectónicos y que en todo caso transciende sus propios límites físicos.
Nuestros usuarios, si se encuentran bien equipados tecnológicamente, no necesitan moverse de su casa o de su aula para buscar y obtener la información que precisan. Eso no quiere decir que nos estemos quedando sin usuarios, quizá tendremos muchos más, solo que no les veremos las caras.
También serán más autónomos y más exigentes.
Es probable que este nuevo panorama parezca un tanto peligroso, todo desafío en sí lo es.
Y no porque se requiera de nosotros algo que debemos hacer, o crear, realmente ese no es el hecho y en sí crear o hacer estaría en nuestro trabajo para una instancia a mediano plazo. Pero a corto plazo debemos enfrentar algo que quizá parezca que nos supera:
Ø La enorme cantidad de información electrónica.
Ø El fácil acceso a la misma por todo aquel que utilizar una computadora y un módem.
Y cuando comprendemos que uno de esos ítems es la enorme cantidad de información disponible comenzamos a preguntarnos qué procesamiento se le ha dado a la misma, qué control, qué lectura.
Nosotros hasta hace muy poco tiempo preparábamos, cuidábamos y nos movíamos en Bibliotecas físicamente tradicionales con materiales físicamente comunes y conocidos. Hoy enfrentamos, no la obligación, sino la necesidad de mantener una biblioteca física, una digital y otra virtual que estén prácticamente relacionadas y que se brinden a usuarios sin rostro en forma tan idónea como la anterior.
Entonces las políticas del servicio han cambiado, el servicio ha cambiado porque el usuario ha cambiado y la información viene cada vez en forma más rápida y en soportes cada vez más pequeños. Pero sobre todo viaja a una velocidad cada vez más increíblemente rápida.
Creo que ahí es donde reside nuestro verdadero problema y es donde la capacidad de trabajar de los bibliotecarios y de las bibliotecas o UI como se las suele denominar ahora, debe ser en forma interrelacionada, en redes, compartiendo catálogos y manipulando la información no para nosotros y nuestros usuarios únicamente sino pensando en las otras bibliotecas y en otros usuarios, es ahí, repito, donde debemos apuntar cuando entremos a buscar nuestro nuevo perfil profesional.
Y como profesionales tenemos la ineludible obligación de la formación continua, no sólo en los temas culturales sino también en el campo de las nuevas tecnologías de la información. No sería lógico que el usuario medio sepa más sobre Internet que cualquiera de nosotros. Y no por una postura soberbia, sí por una postura natural: Internet no es difícil.
La robótica esta ubicada dentro de la automatización: El robot es el compendio de la automatización debido a que son máquinas programadas para hacer determinados trabajos, reemplazando en muchos casos al hombre. Es decir que no necesitan a una persona que los maneje, sí que los programen para realizar una actividad. Son manipuladores y programables.
Y de hecho Yahoo, Altavista, Copérnico, los buscadores en Internet, son Robot.
Sin embargo, la habilidad para manipular
objetos y, en nuestro caso información, no es en sí mismo suficiente para
distinguir al robot de otras máquinas, ser
"reprogramables" es decir, reutilizables para otra función, es lo
que los hace más útiles.
Ahora
bien, ¿quiénes serían los profesionales más idóneos para la gran tarea
de programar al Robot para que busque información?
La
pregunta es obvia, ¿el técnico armará los circuitos?, -ya no hay circuitos,
tiene que implementar protocolos junto a un profesional de la información o sea un
bibliotecario que le planifique lo que se necesita para que el Robot realice
la tarea en forma correcta.
Pero primero el bibliotecario deberá general los sitios, los catálogos, el procesamiento de la información para ponerla en la red y después programar a los robots para buscar esa información que procesó de cierta manera y respetando: criterios, formatos, normas, lenguajes.
Y
entre sus otras tareas deberá enseñarles a los usuarios a utilizar o
valerse de los robots.
El trabajo de
tesis de la Lic. Laura Corvalán[2]
“En el ojo del huracán” dice:
“Un
huracán es una revolución de la naturaleza, es un cambio que modificará
la vida de todas las cosas que envuelva, es un remolino de aire, de agua, de
viento, un torbellino que todo lo trae, que todo lo lleva, que puede
destruirlo todo, pero que también puede construir cosas, o motivar a una
nueva construcción.
Un
huracán de cambio nos envuelve hoy, estamos en su mismísimo centro, en su
ojo que todo lo ve, en la mirada de la cultura visual que, convulsionada,
puede cambiar el rumbo de todas las cosas. Desde esa envoltura, impregnados
de ella, subjetivados ya que estamos inmersos y tenemos solamente esa
perspectiva, la de quienes están adentro, es que podemos tratar de
teorizar, reflexionar y comenzar a pensar en lo que nos depara estar en el
ojo del huracán, el huracán Internet”.
Nos vemos comprometidos en aceptar un nuevo desafío, uno más de los tantos que aceptamos desde las tablillas con escritura cuneiforme, pasando por el papiro y ahora tomamos un disco compacto o bajamos de Internet un e-book.
También subiremos nuestras bases de datos, o las tendremos a disposición en CD-ROM y todo ese potencial informativo deberá acercársele al usuario que puede llegar a confundirlo con un laberinto y no solo no podrá entrar, tampoco podrá salir airoso.
El documentalista debe convertirse en un guía calificado y en un organizador de la información para que ésta llegue de manera apropiada al usuario. ¿No se suele decir que las personas “navegan” en Internet?. Bueno, se pueden perder en ese océano. Por lo tanto no solo deberemos guiarlos o ponerles el salvavidas sino que deberemos organizar los recursos disponibles, el material a subir en la red de redes.
Y nuestra Biblioteca de un solo salto, o de un solo chapuzón en ese océano de información se convierte en virtual. Y es virtual porque usa el ciberespacio para ubicarse, para ofrecerse, para ser consultada y su formato seguirá siendo digital, o sea legible por máquinas.
Es imperativo que las bibliotecas no solo se integren dentro de la infraestructura global de la información sino que debemos generar espacios para establecer normas, formatos y criterios únicos. Ni siquiera parecidos. Deben ser internacionalmente iguales.
La gran demanda hoy es: personas capaces de organizar, diseñar, diseminar y encontrar el conocimiento.
Hablemos ahora de lo que encontramos en la WEB: encontramos html
Un documento de hipertexto que puede contener
cualquier de tipos de datos, no sólo texto: video, sonido, animación.
Para acceder a esos documentos html necesitamos algún
programa que los lea, que reconozca el formato de hipertexto: a esos
programas se los denomina web browser o navegadores. Explore, Nestcape, entre
los más conocidos.
El trabajo del navegador es actuar como una
ventana a Internet, se asoma y lee documentos y sigue cualquier enlace que se
le seleccione.
Lo maravilloso del hipertexto es que ofrece:
- una manera simple y práctica de encontrar y
usar cualquier tipo de datos que existan dentro de la Web
- acceso a recursos de información dentro de
Internet.
Entonces nosotros deberemos saber usar un editor de hipertextos así como usamos un editor de textos y antes utilizamos una máquina de escribir.
Hemos diseñado fichas, podemos diseñar hipertextos.
La biblioteca tiene un papel clave que desempeñar en la acción de mejorar la calidad de vida y de las posibilidades democráticas de los ciudadanos de la sociedad de la información. Sabemos que en la realidad de nuestra Argentina muchas Bibliotecas no alcanzan ni de lejos las pautas menos exigentes en cuanto a oferta de servicio. Sus locales son pequeños y mal acondicionados, estamos muchas veces descoordinados y el soporte técnico y material es una utopía. Además los fondos son obsoletos y no existe, ni existirá por mucho tiempo presupuestos para adquisiciones y tampoco podremos acceder a equipamientos básicos.
Casi todo dependerá de nuestro voluntarismo y de nuestro compromiso para ejercer el derecho de acceso a la información, a la formación y a la cultura por parte de todos los ciudadanos.
Sabemos que la tecnología de la información tiene un gran impacto en el mundo de las bibliotecas. Nosotros debemos alcanzar el uso de nuevas tecnologías para ofrecer a nuestros usuarios mejores herramientas del manejo de la información.
No es tan caro ni tan imposible hacer uso de computadoras interconectadas en red para el control bibliográfico, el control de usuarios y del préstamo.
El catálogo de la biblioteca estará desarrollado bajo un formato, puede ser y debería ser: MARC, de descripción bibliográfica automatizada.
MARC (Machine Readabe Catalogue Format = Catalogo legible por máquina), definido por la ISO 2709 “Format for bibliographic information interchange on magnetic tape”, de gran popularidad en Estados Unidos y Europa, fue concebido fundamentalmente para la descripción de documentos impresos.
La Library of Congress inició en los últimos tiempos la actualización del USMARC con el fin de incluir la descripción de recursos electrónicos accesibles en Internet. Y además se usarán softwares especializados para ofrecer al usuario información de una manera amigable.
Debemos poder ofrecer información a texto completo, bases de datos en Cd Rom y una metabase de enlaces organizados con información de interés para nuestros usuarios.
Una Metabase?. Aquí empezaremos por definir los “metadatos”. En un sentido literal, metadatos significa “datos sobre datos”. Es decir, cualquier descripción catalográfica de un documento o su clasificación o indización son datos sobre los datos contenidos en el mismo, y de alguna manera, los bibliotecólogos generaron siempre metadatos aún en la visión tradicional de los procesos técnicos. Pero no lo llamábamos así y esta terminología es nueva para nombrar algo que ya hacíamos.
Suceda lo que suceda en cualquier país del mundo y sobre todo en el nuestro el trabajo bibliotecario, el mismo no se puede detener, al contrario debe desarrollarse siempre, buscar nuevas formas y por sobre todo se deben buscar soluciones que permitan evitar la interrupción del desarrollo social.
Los bibliotecarios no solo no son ajenos a esto, son los más responsables.
Y no porque seamos especiales, sí porque somos profesionales y tenemos una obligación social y cultural muy grande. Custodiar la memoria, informar los hechos, transmitir sucesos y enseñar a buscar. Y para que eso sea posible también debemos organizar la guarda, la información, la búsqueda.
Recibimos y damos. Tomamos y hacemos. Guardamos y buscamos información en el soporte que sea.
Y entonces aquí es válido recordar un fragmento del libro Farenheit 451 del escritor norteamericano Ray Bradbury. Farenheit 451 es la temperatura en grados Farenheit en que se enciende el papel y arde.
En ese relato de Bradbury, los libros se queman. Por eso Farenheit, porque los bomberos queman libros, porque está prohibido tenerlos, y Montag, que es bombero y que tiene una mujer que vive inmersa en cuatro paredes de video, un día siente curiosidad y se roba un libro que debía quemar.
Y se convierte en un fugitivo, y conoce a unos
‘viejos’ que viven medio en la clandestinidad y el ‘viejo’ (sic) le
dice: “Los libros eran sólo un receptáculo
donde guardábamos lo que temíamos olvidar. No hay nada mágico en ellos, de
ningún modo. La magia reside solamente en aquello que los libros dicen; en cómo
cosen los harapos del universo, para poder darnos una nueva
vestidura”.[...]
Y después dice: “Las
cosas que usted busca, Montag, están en el mundo, pero el noventa y nueve
por ciento de los hombres sólo puede verlas en los libros. [...]”.
En este mundo cada vez más vasto, la lógica indica que las cosas, si bien están en el mundo, el 99 por ciento de los hombres solo podrá verlas en los libros o mejor aún, en los libros y en Internet, con lo cual será una mirada, un conocimiento bastante enriquecedor después de todo.
Hay un norteamericano llamado Nicholas Negroponte que se ha convertido en el gurú de las nuevas tecnologías, él preside el MIT Massachusetts Institute of Technology, y escribió un libro que expresa los tiempos que corren, se llama: “Being Digital”, traducido como “Ser Digital”[3], él dice en el remate del título:
“El
futuro ya está aquí, y sólo existen dos posibilidades: ser digital o no
ser”.
Pensemos en el mensaje que podemos desprender de esto que dice Negroponte: hay que capacitarse, hay que perderle el miedo a la computadora, hay que manejar todas estas nuevas herramientas digitales, porque ellas son el futuro, son lo que se viene, lo que ya se vino y lo que seguirá viniendo, si no “no vamos a ser” ni siquiera Bibliotecarios y eso sería demasiado. ¿No lo creen así?.
María Mercedes MacLean
Junio de 2002
TREJO
DELARBRE, Raúl
La Nueva Alfombra Mágica: Usos y mitos de Internet, la red de redes /
Raúl Trejo Delarbre, Fundesco, Editorial Diana, México, 1996.
Bibliotecas y archivos virtuales / Deyanira Sequeira, Nuevo Paradigma,
Rosario, Santa Fe – Argentina, 2001.
Manual de MARC: Cómo interpretar y usar registros MARC / Deborah J.
Byrne, trad.Nicolás Rucks, Grebyd, Buenos Aires, 2001.
Metadata:
a current vie of practice and issues / Lorcan Dempsey and Rachel Heery. -- The
journal of documentation. -- 54 (2): 145-172, mar. 1998.
UNIMARC
and metadata: Dublin Core / Alan Hopkinson. --, 1999.
En el ojo del huracán / Laura Corvalán. www.geocities.com/geiya/futesis.htm. 1999.
INSTITUTO JESUS MARIA
Módulos
de la Carrera Especialización en Informática Educativa / Cuerpo de
Profesores. -- Buenos Aires, 2002
[1]
Economista británico. Desempeñó un papel importante en la Conferencia
de Bretton Woods de donde surgió el FMI..Su enfoque permitía explicar la
desocupación en las fases de depresión.
[2] Licenciada en Ciencias de la Comunicación. UBA. Su tesis se basó en el impacto de las nuevas tecnologías en Educación y Comunicación. Locutora Nacional. ISER. Profesora Enseñanza Primaria NORMAL 10. Post grado en Informática Educativa. Instituto Jesús María.
[3] Nicholas Negroponte en su comentario promocional sobre su libro Being Digital (Ser Digital), en servicios de Wired, extraído del libro de Trejo Delarbre, Raúl: La Nueva Alfombra Mágica: Usos y mitos de Internet, la red de redes, Fundesco, Editorial Diana, México, 1996.
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