Deshilachando con descaro y delicadeza cada una de mis adoradas perversiones.

Yo fui la heroína de la más kitsch de las películas de amor, rendida ante el galán seductor que la enamora con la primera mirada.

Yo fui el marinero obnubilado ante la mejor streapteasera.
Yo fui la poderosa mujer decadente que paga un gigoló para someterlo a sus antojos.
Yo fui el macho excitado que quiere a la bailarina danzando sobre su mesa.
Yo fui la femme fatale que posee con la impiedad del deseo en erupción.

Yo fui la que rozó su mejilla con la más dulce de mis manos.
Yo sentí sus labios besando la sensibilidad de mi cuello en francés y la de mis caderas en español.

Él fue duende sirena gato reina serpiente ángel o demonio según se le iba ocurriendo.
Él besó la sensibilidad de mi cuello en francés y la de mis caderas en español.

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