Hoy vivo la derrota
de mi pasado y mi presente,
y me doy cuenta de
lo que pasa en mi cuerpo
y lo que pasa en mi mente
no es más que un libro abierto
para el que vive,
para el que siente.
Yo sólo quise extasiarte
con mi vida llenando tu vida,
estar a tu lado y abrazarte,
ser uno solo noche y día;
yo sólo quise ser tuyo
como tú alguna vez fuiste mía,
pero fue como la nota de un murmullo
-del canto del quetzal-
que no se oye,
que no se percibe...
que su corazón le dice ¡Corre!
...y él sólo escribe.
He concluído que nuestro amor
es sólo cuestión de suerte
como lo es el libro al escritor
como lo es mi vida a la muerte;
hoy sólo veo ilusiones deshechas,
en un mar de pasiones
que en su cólera permite
algo de calma
-pero que sigue presente-.
Yo sólo quería
pertenecer a tí entera;
y en Navidad, u otro día,
-en una noche de entrega-
compartir las alegrías,
compartir las desventuras.
Dejar que el tiempo marque la felicidad
en nuestros rostros,
y ya de viejos
sentarnos a recordar viejos tiempos,
y dar consejos,
y disfrutar de la velada;
y cuando se esté lejos
y por fin se apague la mirada
saber que fue amor
lo que nos dio la vida
y fue también amor
que no dejó heridas.
Yo sólo quería verte despertar
y compartir tus prisas por la mañana,
ser parte de tu vida
y en momentos difíciles
a punto de estallar
darte un abrazo,
decirte que te amo,
y nuestras lágrimas secar.
Yo sólo quería
que dijeras que sí,
para mover cielo y tierra,
para soportar lo que fuera
para ser feliz;
pero hoy se nubló mi corazón
al verte y saberte lejana...
tanto amor,
tanta pasión,
tanto dolor
que ya murió.
Y hoy me pregunto
si tú quisiste lo mismo,
y me atrevo a afirmar
que tanto silencio
es una afirmación;
y quiero suponer
que quisiste estar a mi lado,
que quisiste compartirte,
que querías amarme,
que querías sentirme;
que querías muchas cosas
pero que de mí te has cansado.
Quiero suponer
que no es que no me ames,
simplemente se te olvidó;
suponer que todavía existe
una pasión que nos unió
...para así no llorar,
para no derrotarme,
para saber que existo en tí
...para tener una esperanza en Navidad,
y poder decir que el mejor regalo
...yo lo recibí.