Vivencias
Refresca el viento mi cara,
y se respira un cálido aroma salino,
la guitarra suena y deja
oir su tañido;
las olas del mar rompen a lo lejos...
tal parece que la naturaleza pone
de su parte en la canción de esta noche... Mis amigos presentes y conmigo
y los que se hallan lejos
también están aquí,
todos juntos reunidos en
este festival de sonrisas
y soluciones para un mundo
que pareciera que a veces
pierde el significado de hogar. Saber que un amor
se pudo romper sin tener
ninguno de los dos la culpa;
-o por lo menos pudo
interrumpir su historia-
y aún cuando ahora está lejos
hasta eso me llena de júbilo,
al comprender que estamos esperando
los dos. La vida de familia que hoy confirmo
que no reside en el mismo techo
ni en estar viendo televisión;
más bien en el saber de la
plena conciencia de
saberse unidos en el corazón. Conocidos y desconocidos
entre historias que me faltan por contar,
mientras el viento sopla y juega
y sigue la misma canción en la guitarra
el vaivén de el agua salada
que rompe con furia... ¡Qué diferente se ve todo
cuando se ha cruzado
el mayor milagro! Hoy el paisaje que veo
y los que recuerdo
siempre han sido los mismos,
las notas de aquella canción
que tanto me gustaba hoy
suenan igual...
...la pequeña gran diferencia
radica a veces en lo trivial
...la diferencia que esta mi segunda
es mi más preciada oportunidad.
