El corazón es un arco.
Casi no cabe en el pecho.
Y vuela quebrada arriba
el grito de los arrieros.
Peligro, marcha, atención.
Coraje, pena, despecho.
El grito salta en las piegras
atropellando el silencio.
Alegrías pasajeras.
Sombras que duelen adentro.
Angustia de cien caminos
tienen los gritos del cerro.
Poncho azul y colorado.
Buen caballo y buen apero.
El corazón, como un arco
que ya no cabe en el pecho.
Y en la mitad del camino
un grito que llena el cerro,
diciendo cosas distintas
aunque parezcan lo mesmo.