PARA REZAR EN LA NOCHE


Yo camino por el mundo.
Soy pobre. No tengo nada.
Sólo un corazón templado,
y una pasión: la guitarra.

Para rezar en la noche,
la guitarra.
Para un recuerdo querido,
la guitarra.
Para la patria lejana,
la guitarra.
Para quemarme por dentro,
la guitarra.

Junté puñados de arena
en mis manos bien cerradas.
Con el amor pasó igual:
abrí las manos y ... ¡nada!

¡Ay, la hermandad de los hombres!
¡Ay, mi sagrada esperanza!
¡Adónde la paz, amigos,
la paz para mi guitarra!


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