a
una de la madrugada... canta el gallo...
Cómo
me consuela y aleja los terrores nocturnos,
cuando
esa tercera vela que ante mí tengo
no
es más que reiteración de las dos ya consumidas,
consumidas
con tan rápida aniquilación de su llama
que
puedo acabar por caer en los infiernos...
Entonces
satanás pudiera fácilmente transformarse
en
ángel de luz, remontarse hasta aquí...
¡Canta,
gallo, canta, te amo!
(Traducción: Josef Forbelsky)
Vladimir
Holan
(Checoslovaquia) |