e profanado tumbas y ejercitado la necrofilia

       en las márgenes del Danubio.
Pero ahora mi cuerpo se corroe, mis huesos se desmoronan,
las heridas no cicatrizan y las ropas muestran mi decadencia.
El cometa Halley ya pasó por estos cielos.
Y no me queda tiempo para ser la sangre de los siglos.
Aquí dejo mi constancia de Nosferatu en manuscrito antiguo.
Contra toda impostura, puedo decir que los caminos de piedra que
      transité,
me han llevado a perpetuidad por la impureza.
Mi linaje se pudre, como pupila de pescado en la que se posa una
      mosca cadavérica.

Manuel Ruano

(Argentina)

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