l atardecer se oye el grito de los murciélagos

Dos caballos negros saltan por la pradera.
El rojo arce murmura.
Al caminante se le aparece el albergue en el camino.
Magnífico sabe el vino joven con las nueces.
Magnífico: perderse ebrio en el bosque crepuscular.
A través del negro follaje suenan campanas dolorosas,
sobre la frente gotea el rocío.

(Versión: Angel Sánchez)

Georg Trakl

(Alemania)

 

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