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LAS
CUATRO ESTACIONES
Nuestra
vida se asemeja a las diferentes épocas del año.
La
primavera es un principio florido, es esperanza y alegría,
es un mirar inocente, es el amor incipiente, es ver hacia delante.
El
verano es pasión, es el principio de la cosecha.
Es fructificación de lo que hemos sembrado reviamente, es
realizar proyectos y aumentar nuestro haber.
Es calor y humedad, es productividad.
El
otoño es dorado y sereno, es madurez.
Es la plena realización de los ideales, es tibieza y luna
llena.
Es una alfombra de hojas secas que crujen a nuestro paso suavizándolo.
Es tiempo de labores y de preparación para que
la ultima estación se llene de amor y de integración,
es decir “ Misión cumplida “.
El
invierno es inventario.
Son bellos recuerdos y contemplación de imágenes.
Es satisfacción de lo que se ha logrado.
Es verse nuevamente rodeado de retoños que pronto florecerán
.
Es comunicación con lo eterno y lo imperecedero.
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