El equipo.
-La cámara:
Sirve cualquier cámara con objetivo que se le pueda enroscar
una lente supletoria, pero en este trabajo nos referiremos sólo
a las de 35 mm. (paso universal) de tipo "réflex", es decir,
lo que se ve por el visor es exactamente lo que saldrá; además,
tiene la posibilidad de intercanviar sus objetivos y la
calidad de imagen es mucho más buena.
El objetivo con longitud focal (ver Vocabulario) de 50 mm.
(el llamado "normal") es el más adecuado. También hay
objetivos zooms (objetivos que acercan o alejan el motivo) y
objetivos de focal larga que cuentan con dispositivo "macro",
pero tanto su aproximación al objeto como su calidad son
relativas.
El rey de la macrofotografía -en cuanto a calidad y
facilidades- es el macroobjectivo, que de hecho también puede
usarse para hacer fotos normales, ya que puede enfocar desde
unos pocos millímetros hasta infinito; sin embargo, el problema
recae en que cuenta con unos valores muy bajos de apertura de
diafragma y en que, cuando traspasamos los primeros planos con
el fin de captar objetos más alejados o con poca iluminación,
el enfoque se va dificultando. De objetivos "macro" también
hay de diferentes distancias focales: desde 35, 40, 50, 55...
hasta 200 mm.
-Trípode y cable disparador:
Cuando se trata de fotografiar motivos estáticos o con muy
poco movimiento, o por necesidades de iluminación, de
precisión, etc., un buen trípode nos mantiene la cámara
inmóvil y el disparador elimina las vibraciones de la
presión manual. También existe el trípode de mesa, que es más
bajo que el tradicional. Si tenemos que trabajar en
circunstancias que nos obliguen a ser rápidos (fotos de pequeños
reptiles, anfibios, mariposas...), entonces es mejor hacer uso
del flash o de película rápida (400 ISO...)
-Filtros posibles:
Entre todo el abanico de filtros del mercado, el "polarizador"
elimina los reflejos no metálicos (agua, vidrio...); el
"skylight" o el "ultravioleta" eliminan el tono dominante azul;
los correctores de color nos permiten trabajar
correctamente con películas para diferentes ambientes de luz;
los filtros para blanco y negro nos proporcionan una mejor
reproducción de los tonos; el de "flou" suaviza la imagen
y los de efectos especiales proporcionan acabados artísticos.
-Iluminación:
Existe toda una serie de objetos que nos rodean que nos pueden
hacer servicio como herramientas para reflejar la luz hacia
el objeto a fotografiar, como espejos, cartulinas blancas,
cartones forrados con papel de plata, planchas de pórex... Para
obtener una buena iluminación, el flash o las fotolámparas con
bombillas de 100, 250 o 500 vatios nos pueden ser de gran
utilidad, así como el papel vegetal para difundir la luz...
-Otras herramientas:
Alargos para las fotolámparas; materiales para los fondos
(papeles o cartulinas mates de colores neutras, teles
que absorben la lluz en interiores); vidrios planos para
retratar objetos pequeños; una libreta para anotaciones,
material de limpieza de los objetivos y de los accessorios...
-...Y el carrete de película:
Podemos usar negativo en color o blanco y negro, o
diapositiva. Más arriba hemos hecho referencia a la "película
rápida". Esto está relacionado con el índice de sensibilidad
de una película y viene indicada en los carretes bajo la unidad
ISO (25, 64, 100, 400, 1600...) Las películas de
sensibilidad más bien baja (25, 64 ISO...) son las más
indicadas para la macrofotografía, ya que el grano de la
emulsión es más reducido y el poder resolutivo más alto que en
las emulsiones más sensibles (400 ISO...); estas últimas, por
contra, permiten trabajar en condiciones precarias de luz, así
como obtener mayor detalle en las sombras.
Los accesorios "macro".
Con un objetivo de 50 mm., el enfoque se produce sin
dificultades hasta unos 45 cm. del motivo (una cabeza de un
niño, pongamos por caso), pero si traspasamos los límites
porque queremos aproximarnos (la nariz del niño) se necesitan
unos accesorios que permitan enfocar el motivo desde más cerca,
obteniendo de esta manera una imagen más grande y más
detallada.
De accesorios hay diversos e, incluso, se pueden combinar entre
ellos a fin de aumentar la potencia. Aquí sólo se
indicaran los principales:
# Lentes de aproximación:
Se enroscan delante del objetivo, inclusive más de una. Se
dividen según su aumento (dioptrías). La dioptría es igual a
1 dividido por la distancia focal en metros de la lente. Así,
si un objetivo lleva +3 dioptrías, quiere decir que tiene
una distancia focal de 0,33 m. o 333 mm. (la distancia del
objetivo al motivo será de 333 mm.) Hay lentes de +1, +2 o de
muchas más dioptrías. Se pueden unir dos lentes para ganar más
aumento, pero no se aconseja hacerlo con más de dos ni
entre dioptrías distantes (+1 y +5, por ejemplo), por el
problema de las aberraciones de imagen.
Con el fin de obtener mayor profundidad de campo, se
recomienda que se ajuste el objetivo a infinito (escala de
metros) y se cierre el diafragma (f/8). La lente de
aproximación es práctica tanto por su manejo como porque no
disminuye la luminosidad, permite trabajar con exposiciones
normales sin necesidad de tantos cálculos como en el
resto de accesorios y da buenos resultados con motivos
relativamente grandes (flores, abejas, minerales...) Por
todas estas razones y para iniciarse en la macrofotografía,
es el accesorio que aconsejamos de entrada.
# Tubos de extensión:
Son tubos o anillos de metal que pueden usarse para
extender el objetivo más allá del cuerpo de la cámara. Se suelen
subministrar en juegos de tres y también se pueden usar en
grupos. Permiten más aproximación y calidad que las lentes.
# El fuelle:
También se coloca entre el objetivo y el cuerpo de la cámara.
Como que desplazan el objetivo a mayor distancia, su aumento y
calidad es más grande que el de los anteriores accesorios.