Las indicaciones referidas para el apartado de paisaje con
respecto al encuadre, filtros, etc., valen igualmente para el
actual, con las adaptaciones que sean necesarias. De entrada,
al contrario del paisaje -un motivo estático-, la fotografía
de animales supone la aplicación de unas técnicas más complejas
y propias, ya que la movilidad, la rapidez, la paciencia y, a
veces, incluso la incomodidad, caracterizan esta especialidad.
Por otra parte, la satisfacción de los resultados y el
aprenendizaje que se hace del mundo de los animales compensan
las dificultades.
Técnicas.
Básicamente hay dos técnicas sobre el terreno para fotografiar
animales: el aproximación y el escondite. (Aquí no tratamos la
fotografía submarina).
# Aproximación: Si queremos acercarnos, hay que hacerlo
agachados, en silencio y en dirección contra el viento por tal
que, en el caso de los mamíferos, no nos delate nuestro olor.
Una forma de disimular nuestro acercamiento es desplazándose en
bicicleta; llevaremos un sombrero ancho sobre el cual
colocaremos una red de "camuflaje" que nos cubrirá todo el
cuerpo hasta las ruedas de la bicicleta.
# Escondite: Se trata de un lugar de observación situado cerca
de un lugar donde encontraremos al animal, sea utilizando un
refugio natural o instalando un acecho natural. Una serie de
buenos lugares donde poder localizar nuestros protagonistas
son las charcas donde los animales irán a beber, los senderos
o lugares de paso, la proximidad de un nido y las entradas de
cuevas presuntamente habitadas.
Hay refugios ya existentes en la naturaleza que son muy útiles
para la técnica del "refugio". Se trata de los árboles, las
cabañas de pastores, los muros de piedra de los campos...
Como escondites se suelen usar también tiendas
individuales desmontables o refugios más grandes.
El "hide" constituye una técnica profesional consistente en un
escondite (tipo gran tienda cuadrada), cerca de lugares donde
se reproducen o van a beber los animales, desde donde
podemos fotografiarlos sin que se asusten. Pero, primero, es
preciso que los animales se acostumbren a la presencia de la
"cosa"; así que se ha de situar el refugio a una distancia
considerable que se reducirá día a día. Se ha de entrar antes
de la salida del sol y salir después de la puesta del sol. Pero
como que un ave -pongamos por caso- sabe igualmente que nos
encontramos dentro, hay un truco para engañarlo: entramos con
más gente y, en un momento dado, salen todos y se marchan...
excepto el fotógrafo.
Según el animal, el montaje del "hide" se tendrá que hacer o
bien muy rápidamente, o bien por partes y de forma temporalmente
espaciada.
Los coches y las barcas -debidamente camuflados- también pueden
ser útiles.
Las mejores horas para captar las aves en marismas son por la
mañana y al atardecer. Las épocas en que hay más especies son
las de las migraciones (marzo/mayo y agosto/octubre).
Esta técnica se puede realizar bajo la luz solar, pero hay que
tener en cuenta que esta es inconstante; por lo que, podemos
trabajar en interiores iluminando artificialmente el motivo
(atención, sin imbargo, con el calor prolongado de los focos
sobre los animales)
La velocidad con la que dispararemos dependerá de la del motivo.
No es el mismo fotografiar uno de estático (un paisaje, una
flor, un mineral...) que uno en movimiento (un ave). Si la
foto la tomamos a pulso con un objetivo de 50 mm., en el caso
de un motivo quieto, una velocidad de 1/60 nos será suficiente;
pero si lo que se trata es de fotografiar un animal en
movimiento tendremos que trabajar a partir de 1/250 hacia
1/2000, dependiendo de la velocidad del animal.
Recomendaciones.
Se tiene que contemplar en el equipo el uso de
teleobjetivo, película rápida (400 y 1600 ISO), trípode y
cable, parasol, filtros, flash por si es preciso...
Cuando se trate de hacer de naturalista, cabe considerar
también la necesidad de contar con otro tipo de material de
soporte: ropa cómoda pero resistente a la humedad y con
colores de "camuflaje", impermeable, calzado adecuado,
gorro, gafas de sol, "hule" caqui, manta, tienda de campaña
portátil... Hay que camuflarse uno mismo y el equipo (las
partes metálicas de la cámara) lo más posible.